Rutas culturales por las ciudades de España para descubrir su historia y patrimonio caminando en zapatillas. Rutas a pie urbanas y senderismo.

Ruta El Madrid de las tres culturas (I)

En tiempos medievales hubo un momento, que duró 600 años, en el cual convivieron tres culturas diferentes, tres religiones diferentes, tres sociedades diferentes, tres formas de entender la vida diferentes, en la ciudad de Madrid: El Madrid de las tres culturas.

Esto sucede entre el año 860, cuando se construye la ciudad por el emir Muhammad I, y el año 1492, cuando los reyes católicos imponen la conversión de los judíos, y por tanto se acababa con aquella diversidad cultural.  

Hay algunos teóricos que dicen que la convivencia entre las tres culturas fue muy mala, otros que dicen que fue muy buena. Nosotros pensamos que ni una cosa ni la otra.  

Evidentemente hubo momentos en los cuales hubo mayor número de problemas, conflictos.  

Las tres zonas estaban perfectamente delimitadas. Las tres culturas, las tres religiones, tenían cada una su ámbito diferente.  

Los cristianos al principio estaban en los arrabales, (con dominio musulmán), después, en tiempo de dominio cristiano, estaban en el centro de la ciudad.  

Los judíos estaban en sus juderías, siempre apartados. A veces de forma fortificada y otras simplemente con delimitación del resto de la población.  

Los musulmanes estaban también apartados del resto de la población, en sus morerías.  

En cuanto a la relación entre ellos, hay que entender que hubo momentos en los cuales personajes de las otras religiones, de las que no dominaban en ese momento la ciudad, tuvieron gran importancia. 

Hubo musulmanes, en tiempos del dominio cristiano, que fueron importantísimos. Se sabe que hubo muchos alarifes -constructores, arquitectos- durante mucho tiempo y pasaron de generación en generación. 

Se conoce a un tal Ibrahim de San Salvador, que fue arquitecto mayor de la villa. Llegó a tener hasta 12 criados cristianos. 

El barrio de La Latina, donde empezamos la ruta, deriva de un convento construido por Beatriz Galindo, La Latina, en el año 1500.  

El que construyó este convento, el convento de franciscanas que había más o menos en esta zona, fue precisamente un arquitecto musulman, el maestro Hazán.  

Por otro lado, los judíos siempre tuvieron mucha importancia sobre todo como médicos. La medicina cristiana no era tan avanzada como la judía. Los médicos musulmanes solamente trataban a los musulmanes, con lo cual los judíos tuvieron un papel importantísimo. 

Hubo un médico importantísimo llamado Rabí Jacob que estuvo aplicando la medicina en la ciudad de Madrid más o menos unos 50 años. Desde 1450 hasta 1500 aproximadamente. 

Este médico tenía la posibilidad de salir por las noches de la Judería, cosa que a ninguno permitían, para atender a los enfermos. 

Se sabe que en 1492, cuando llegó la expulsión de los judíos, a él se le permitió quedarse en Madrid.  El concejo municipal pidió un permiso especial a los reyes católicos: “como nos priveís de este médico, seremos todos muertos de aquí en poco tiempo”

El recorrido de la ruta a pie se basa en ir viendo todas esas huellas que fueron dejando estas tres culturas por Madrid, el Madrid de las tres culturas.


1ª Parada: Museo de los Orígenes e Iglesia de San Andrés

Para empezar la ruta Madrid de las tres culturas, lo hacemos en la Plaza de San Andrés, muy cerca del Museo de los orígenes de Madrid y pegadito también está la iglesia de San Andrés.  

Esta zona que estamos, fue el barrio cristiano cuando los musulmanes dominaban la ciudad de Madrid (Mairit por aquel entonces).  

La iglesia de San Andrés es una de las más antiguas de Madrid, que ya aparece en el foro de 1202, e incluso algunos dicen que podría haber una ermita anterior para el culto cristiano.  

El Museo de los orígenes era un edificio de los palacios que pertenecían a los Vargas. Esta familia tan importante de aquella época, eran los señores de San Isidro.  

Iglesia de San Andrés
Iglesia de San Andrés, Madrid – Juan Antonio Flores Segal

De la época medieval en Madrid se conoce muy poco. Hay poquísimas fuentes, la investigación sigue abierta, y sigue revelándonos cosas. 

Resulta curioso que si de esta época se sabe muy poco, y lo que se sabe es más musulmán que cristiano, de San Isidro conocemos prácticamente todo. 

San Isidro nació poco antes de que Alfonso VI tomara la ciudad de Madrid para los cristianos, pero su vida se desarrolló principalmente ya bajo el dominio cristiano. 

Sabemos que vivía aquí, que nació en 1082, que vivió más de 90 años, que medía más de 1,90, sabemos los milagros que realizó y dónde iba a trabajar la tierra. 

El saber prácticamente todo de San Isidro, se debe a un proceso muy claro. Justo estamos en el período de transición de dominio musulmán a cristiano y hay que cristianizar a la sociedad.  

Se calcula, según algunos expertos, que allá por el siglo XII o cuando la ciudad de Madrid pasa más a manos cristianas, la población mayoritaria seguía siendo musulmana. Algunos los cifran en torno a 65% musulmán, un 30% cristiano y un 5% de judíos. 

La leyenda de San Isidro parte de un párroco conocido como Juan Diácono y qué creemos que era párroco de la iglesia de San Andrés.  

Este párroco dejó escrito una serie de hechos de la vida de San Isidro, milagros que luego con el paso de los siglos fue acrecentándose esta leyenda y el culto a San Isidro. Se consiguió crear un mito en la ciudad de Madrid para que el cristianismo tuviera más apoyo. 

El Museo de los Orígenes fue residencia de los Vargas, aquí se supone que es donde falleció San Isidro. Hay una capilla en la que ‘durmió en el Señor’. 

Sin embargo, se cree que este era el Palacio de los Vargas y San Isidro era un trabajador de estos señores, con lo cual se cree que él vivía en unas casas mucho más sencillitas a lo largo de la calle almendro donde había unas tierras de labranza, donde él trabajaba la tierra.  

Estas casas se perdieron y se abrió la calle, y al abrir la calle lo único que quedó fue un almendro, por ello hoy en día la conocemos como la calle del almendro.


2ª Parada: Puerta de Moros

Siguiendo con la ruta el Madrid de las tres culturas, vamos a las Plazas de Puerta de Moros y de los Carros, es una plaza, pero realmente son dos.

Es la Plaza de los Carros, porque de aquí salían los carros y carretas, los transportes de la ciudad de Madrid en tiempos antiguos.  

Por otro lado la Plaza de Puerta de Moros, porque aquí había una puerta por la cual solo podían entrar los musulmanes, y los musulmanes solo podían entrar por esta puerta, por ninguna otra de todas las que había en el recinto de la muralla cristiana.  

Una muralla cristiana, ya del siglo XII-XIII, que es la que viene por las Cavas. 

Esta puerta era la conexión entre los arrabales y lo que sería el centro de la ciudad.  

En la parte interior de la ciudad estaba la población cristiana, la población cristiana había establecido un núcleo en las afueras de la ciudad musulmana.  

Los cristianos fueron acumulando otras zonas, expulsaron a los musulmanes de la Morería vieja y les mandaron hacia la Morería nueva

La Morería nueva estaría detrás de la Puerta de Moros, actualmente estaría cerca de Las Vistillas. Por esta zona existe el Corral de la Morería. 

Los Reyes Católicos desde un primer momento quisieron convertir a los judíos. Se consideraba que los judíos por propia voluntad no iban a dejar su religión y por eso se les obligó a convertirse en 1492.  

No así a los musulmanes, que se pensaba que era una religión mucho más débil y que en un momento en el cual había caído ya el último reino musulmán de la Península Ibérica se iban a convertir de forma voluntaria. No fue así, y tuvieron que obligarlos.  

Se cuenta que en este mismo lugar, un musulmán se plantó en la puerta de moros y empezó a gritar ‘yo quiero seguir siendo musulmán’ y le cogieron unos alguaciles, le metieron dentro de la iglesia de San Andrés, y le obligaron a convertirse echándole agua bendita por encima. Se dice que este hombre terminó muriendo de la angustia que le entró. Según se cuenta, su espíritu todavía vagaba por esta zona, y cada vez que alguien entraba o salía por esta puerta de moros oía los gritos de este musulmán que había sido convertido a la fuerza. Las autoridades cristianas lo solucionaron poniendo una cruz en la puerta y así obligaron al alma de este musulmán a marcharse definitivamente de este lugar. 

Fuente Puerta de Moros
Fuente Puerta de Moros – rene boulay

Esta fuente que tenemos aquí, está tapando la entrada a un sumidero que va a dar a un viaje de agua. Justo por debajo de esta plaza existe un gran viaje de agua. Estos viajes de agua fueron construidos por los musulmanes desde que llegan a la ciudad, a finales del siglo IX, para hacer canalizaciones de agua en el subterráneo y poder conducir los acuíferos que ya existían en la ciudad para poder dar servicio a la población. Esto es otro resto musulmán importante, que no lo podemos ver pero sabemos que está aquí.


3ª Parada: Normativas y leyes para la convivencia

Continuando por el Madrid de las tres culturas, estamos junto al Palacio de los Lasso (costanilla de San Andrés 20)

Donde nos encontramos supuestamente más o menos en la zona donde enterraron a San Isidro por primera vez. 

Aquí encontramos el pasadizo que comunicaba la iglesia de San Andrés con el otro edificio, que en su día fue el Palacio de los Lassos, una de las familias más importantes de Castilla y muy amigos de los Reyes Católicos. 

Placa que recuerda del pasadizo
Placa que recuerda del pasadizo – Esetena

Cuando los Reyes Católicos pernoctaban en la ciudad de Madrid, siempre dormían aquí. 

Convivencia entre las tres culturas

En 1085 los cristianos toman la ciudad de Madrid, pero en ese primer momento se permite al resto de culturas mantener sus tradiciones, mantener su vida.  

Esto se va a ir complicando según avanza el tiempo. 

Cuando los cristianos toman la ciudad de Madrid la mayoría de la población era musulmana, y a los cristianos les interesa tener población, no les interesa que toda esta zona se despoble. 

Según vamos avanzando en la Edad Media, van aumentando los odios entre los diferentes grupos, principalmente en el siglo XIV.  

Así que la normativa se va ampliando. 

Sabemos que cada cultura tenía sus barrios o su zona de influencia.  

Llegados a un momento no permitieron a los musulmanes y a los judíos salir de su zona, sobre todo por las noches, aunque ya hemos visto que hay algún caso especial.  

Otra regla era la vestimenta. Los musulmanes y los judíos debían llevar un símbolo que acreditase su cultura. Tenían que llevar en el brazo derecho un brazalete distintivo. En el caso de los judíos era la estrella judía y en el caso de los musulmanes era la media luna. No llevar este distintivo por la calle podría conllevar multa. 

Otra de las normas es que no permitían ni matrimonios ni tener hijos entre las diferentes culturas. Esta regla no decía nada de mantener relaciones sexuales. Tener hijos con alguien de otra religión podría suponer hasta la amputación del miembro viril. 

En tiempos de dominio cristiano, las leyes decían que musulmanes y judíos no podían vender sus productos en las zonas cristianas. Sin embargo esta norma también tenía sus excepciones. Podían vender sus productos siempre que no superaran en calidad a los cristianos, en ese caso sí que permitían vender sus productos en la zona cristiana.


4ª Parada: Restos de la Muralla Cristiana

Siguiendo el Madrid de las tres culturas, estamos en una de las calles más curiosas de Madrid por su nombre, la calle de los Mancebos.

Muralla

Aquí además encontramos un trozo de muralla, este trozo de muralla pertenece a la muralla cristiana.

Esta muralla que sería más o menos en torno al siglo XIII o XIV, depende de los historiadores.  

Muralla cristiana
Muralla cristiana – Esetena

Es muy probable que esta muralla haya sido construida (se ve la estructura que tiene, con trozos bastante deslavazados) con los restos de las casas de los propios musulmanes que habría en esta morería, en la Morería vieja.  

Se destruyó completamente esta parte, y lo han metido todo dentro de la propia muralla.

Calle de los mancebos

El nombre de esta calle podría tener varios significados

  1. Podría hacer referencia a que esta calle y esta zona, sería zona de mancebías.  Zona de prostitución, zona donde habría bastantes casas de prostitución. 
  2. Antiguamente se llamaba calle de los Dos Mancebos, por lo que la siguiente historia no tendría sentido: detrás tenemos el Palacio del Marqués de Villafranca y las habitaciones de sus pajes daban aquí. Como estos pajes eran jovencitos, se pensaba que serían mancebos. Pero eran 12 pajes. Con lo cual no podría hacer referencia a esto. 
  3. Tenemos una explicación histórica para esta calle. A principios del siglo XIII en la ciudad de Palencia, había dos jóvenes que estaban saltando tejados, estaban jugando, cerca del palacio episcopal. En un momento una de las tejas cae y da en la cabeza de un joven que estaba pasando, le abre la cabeza y le mata. Este joven era el rey de castilla, que murió en ese momento.  Acusaron de la muerte de este rey a estos dos jovencitos, que eran dos mancebos, y los trajeron a Madrid. Los metieron al palacio de los Lasso, donde fueron ajusticiados, y se les terminó matando. En el azulejo que tenemos en esta calle, aparecen los dos mancebos, aparece la teja y aparece también un cuchillo con el que les cortaron la cabeza.   
Calle de los Mancebos, Madrid
Azulejo con nombre de la calle.

Otra cosa curiosa es que esta calle tiene dos denominaciones, la calle de Mancebos Ancha y la calle de Mancebos Angosta. Antiguamente muchas calles de Madrid recibían esta doble denominación: La calle de San Bernardo Ancha (la actual calle de San Bernardo) y la calle de San Bernardo Angosta (actual calle de la Aduana). La calle de Majaderitos Ancha y la calle de Majaderitos Angosta (que son las calles Barcelona y Cádiz). Pues aquí sigue conservándose la calle de los mancebos ancha y angosta. 

Calle de los Mancebos, Madrid
Calle de los Mancebos, Madrid – Malopez 21 (CC BY-SA)

5ª Parada: Casas a la malicia

Y continuando con el Madrid de las tres culturas, seguimos en la calle de los Mancebos, pero nos hemos detenido en la intersección con la calle de la Redondilla para hablar de un hecho importante de nuestra historia.  

Con las llamadas casas a la malicia.  

Para la historia de estas casas nos tenemos que remontar a tiempos de Felipe II, cuando en 1561 nombra a Madrid capital de su reino.  

Antes de esto, existía una norma real llamada ‘regalía de aposento’, que significaba que donde estuviera el rey y la Corte, esa población debía ceder parte de sus casas, si podían permitírselo, para alojar a estos funcionarios reales. 

Con la corte itinerante, estaban en una ciudad sólo unos días, y luego se iban a otra. Entonces la regalía de aposento, era una carga que iban soportando las diferentes ciudades durante varios días. 

Cuando se establece la corte definitivamente aquí, Madrid era una ciudad pequeña que  prácticamente no podía alojar a toda la corte que venía.  

Y a partir de ahora la regalía de aposento, pasa exclusivamente a cargo de los madrileños. 

Regalía de aposento

Había una serie de personajes, los aposentadores del rey, que iban viendo las casas y decidiendo si esa casa valía para alojar a los funcionarios del Rey.  

Si la casa servía, la mitad de ella se debía ceder a estos funcionarios por el tiempo que ellos estimaran. 

Los madrileños al conocer esto, empezaron a buscar ingenios constructivos para librarse de esta norma. 

Casa a la malicia
Casa a la malicia – GMM

Hubo casas que añadieron un trozo, de manera que parecía otra casa, pero en otros sitios se construyeron lo que encontramos aquí. 

Este es uno de los pocos ejemplos que nos recuerdan a las antiguas casas de malicia.  

En un lado de la calle vemos dos pisos. El aposentador pensaría que el piso bajo es la cuadra y el de arriba de residencia, entonces ya no podrías alojar a los funcionarios del rey.  

Sin embargo, desde el lateral vemos que no son dos, sino tres y hasta cuatro pisos en una casa que parece de dos.  

Esta es una de las características de Madrid, las célebres casas a la malicia, que en su tiempo fueron muy habituales.  


6ª Parada: Jardines de la Redondilla

La siguiente parada de la ruta Madrid de las tres culturas es en la calle de los Mancebos esquina Plaza del Granado. Aquí encontramos la calle de la Redondilla.

El nombre de esta calle es porque justo en este lugar, que hay como una plaza, existía un jardín en los siglos XVI, XVII y XVIII. 

Este jardín estaba rodeado por una verja de forma redonda, de ahí viene el nombre de la redondilla. Tenía esculturas, árboles, un pequeño paseo. Era como El Retiro de los pobres. 

En los siglos XVII y XVIII El Retiro no era de acceso público, y por tanto los que no tenían la suerte de ir allí, tenían que venir aquí y conformarse con un sucedáneo.  

La antigua cerámica en la que se marca el nombre de la calle, sí que aparece un jardincito, algunas esculturas, y un paseo, con lo cual hace referencia a esta historia. 

Antiguo azulejo del nombre de la calle
Antiguo azulejo del nombre de la calle – Luis García (CC BY-SA)

En la nueva cerámica aparece una mujer un poco oronda, esta mujer era conocida como Paca la redondilla.

Azulejo de Paca la redondilla
Azulejo de Paca la redondilla – Luis García (CC BY-SA)

Se sabe que esta mujer vivía por esta zona, y algunos personajes muy ilustres eran sus amantes, entre ellos Quevedo. 

Y Quevedo le escribía a esta mujer redondillas, que es un tipo de poesía. 


7ª Parada: Morería Vieja

Nos encontramos ahora en la plaza de la Morería, a la que hemos llegado a través de la calle de la Morería. Con lo cual, junto al nombre de la ruta (Madrid de las tres culturas), nos da pistas de lo que existía aquí.  

Hay quien cree que cuando se funda la ciudad de Mayrit, la población musulmana vivía exclusivamente en la zona amurallada, pero no es cierto. 

Es verdad que residía cierta población allí, pero era la población más rica y la población relacionada con el palacio de Gobernación (el antiguo alcázar): los funcionarios. 

La mayoría de la población musulmana vivía fuera de estas fortificaciones.  

Justo donde nos encontramos era el centro neurálgico de la Morería vieja

Se llamó la Morería vieja porque fue la morería hasta que llegaron los cristianos, y entonces desplazaron a los musulmanes un poco más hacia el exterior.

En esta plaza de la morería hoy en día prácticamente no nos queda nada que atestigüe esta presencia musulmana, excepto el nombre de la calle y de la plaza.  

Pero sí lo atestigua la situación de la plaza.  

Si miramos hacia arriba, la plaza tiene unas pendientes tremendas, que están realizadas a propósito.  

Los musulmanes creaban estas calles muy empinadas, parque que cuando lloviera se llevara todo lo que quedaba en la calle hacia un arroyo. 

Se han encontrado restos de excavaciones arqueológicas aquí, tales como silos para almacenamiento, pozos de agua, viajes de agua…  

Hay expertos que hablan, aunque no hay ninguna prueba documentada de ello, de que en esta plaza podría haber una mezquita y una casa de bodas. E incluso algunos hablan de que habría una carnicería Jalal, una carnicería de los árabes.  

En cualquier caso sí que se sabe que ésta fue el centro neurálgico de la Morería vieja. 

Azulejo de la Plaza de la Morería, Madrid
Azulejo de la Plaza de la Morería – Basilio (CC BY-SA)

8ª Parada: Primeros baños públicos de Madrid

La siguiente parada de la ruta del Madrid de las tres culturas la hacemos en el final de la calle de Los Caños Viejos.  

Este final de la calle de Los Caños viejos, coincide con la parte de abajo del viaducto y con la embocadura de la calle Segovia. 

En el otro lado tendríamos la colina correspondiente a la Almudena,  y en este lado la colina correspondiente a las Vistillas (o a San Francisco el Grande).  

Estas dos colinas están separadas actualmente por la calle Segovia, pero antiguamente era el Arroyo de San Pedro. 

Este Arroyo de San Pedro será simplemente un arroyito pequeño.  

Justamente en el final de esta calle de Los Caños Viejos, se encuentra una de las fuentes más antiguas de la ciudad de Madrid. Actualmente debemos bajar unas escaleras para poder encontrarla, antiguamente no estaban las escaleras y había una bajada bastante pronunciada.  

Esta fuente es la más antigua de la ciudad de Madrid (o de las más antiguas de la ciudad), y de ahí viene lo de los caños viejos, porque ya estaba construida en tiempo de los musulmanes. 

Cuando el arroyo bajaba por aquí, provocaba unas zonas de barro bastante pronunciadas y el agua quedaba remansada, provocando lo que se llamaban los pozachos. 

A esta zona se le llamaba la zona del pozacho, y eran simplemente pozas en las cuales los musulmanes y también algunos cristianos, se bañaban.  

Posteriormente las autoridades musulmanas decidieron construir unos baños públicos.

Por eso justo en el lugar en el que nos encontramos, debajo del viaducto de la calle Bailén, es donde estaban los primeros baños públicos de la ciudad de Madrid.  

Mucho más utilizados por los musulmanes que por los cristianos. Con horarios muy claros y diferentes días para hombres y para mujeres. 

A los cristianos se les habilitó un día para que se bañaran a la semana, pero no lo usaban. 

Los musulmanes eran mucho más limpios que los cristianos en esta época medieval, eso se sabe perfectamente. 

La fuente sigue conservándose, pero ha sido reformada. En el siglo XVII se le puso otra estructura y posteriormente se cambió también el escudo.  

Pero aquí estuvieron los primeros baños públicos de la ciudad y aquí está la fuente más antigua de la ciudad de Madrid, la Fuente de los Caños Viejos. 


Esta ruta está compuesta de dos partes. Puedes continuar en:


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