En esta ruta por la Plasencia judía nos desplazaremos por lo que fue la comunidad judía en la ciudad durante varios siglos.
En el siglo XV la comunidad judía de Plasencia era la más relevante de la región y comprendía una media de 150 familias.
Cuando el rey Alfonso VIII funda la ciudad de Plasencia en 1186, posiblemente ya había asentamientos judíos en la zona.
Visitaremos las plazas y calles que formaban esta aljama como son la Plaza Mayor, calle de Trujillo, Plaza de San Vicente Ferrer, Rúa Zapatería y de camino al cementerio judío recorreremos las calles Arenillas y Esparrillas.
Plasencia se encuentra en la red de juderías españolas, “una Asociación constituida por municipios que cuentan, en sus conjuntos medievales, con un patrimonio histórico, artístico, medioambiental y cultural, herencia de las Comunidades judías que los habitaron”.
1ª Parada: Inicios
La primera parada de esta ruta de la Plasencia Judía será en la Plaza Mayor con la calle Trujillo.
El asentamiento judío de Plasencia era uno de los principales de la Edad Media.
De la aljama de Plasencia, dependían otras del norte de Extremadura, como la de Hervás.
Las familias judías vivían en lo que actualmente son la Plaza Mayor, calle de Trujillo, Rúa Zapatería y aledañas a estas.
Destacamos que en estas calles, por ejemplo, al desplazarnos desde la Plaza Mayor hacia la siguiente parada por la calle de Trujillo, podemos ver adoquines en el suelo donde se nombra a las familias que vivían en las casas que formaban parte de la judería, algunas de estas viviendas siguen existiendo tal como eran.
Hasta bien entrado el siglo XIII la judería de Plasencia vive una época de esplendor, en la que los reyes de Castilla eran tolerantes con la comunidad judía. Ello hizo que hubiera una buena convivencia entre las distintas religiones. Por ello encontramos viviendas judías junto a viviendas cristianas.
2ª Parada: Judería de la Mota
Adentrándonos por la calle Trujillo y siguiendo los pasos que haría los judíos en la Plasencia judía, nos vamos a la plaza de San Vicente Ferrer (Fuente).
Llamada Judería Vieja, o Judería de la Mota.
La Judería Vieja estuvo habitada desde el siglo VIII o IX, hasta el siglo XV.
La sinagoga vieja estaba situada en lo que actualmente es el Convento de San Vicente Ferrer, parte del Parador de Turismo de Plasencia. Esta sinagoga era la más antigua de Extremadura.
Aproximadamente donde en la actualidad se encuentra el atrio de la iglesia de San Nicolás, se llevaban a cabo los juicios mixtos entre judíos y cristianos, constituidos por dos jueces, uno judío y otro cristiano.
Estos judíos poseían grandes riquezas, contaban en su haber con tierras y viñedos que alquilaban.
No fue hasta el año 1412 cuando la ley de Ayllón obliga a los judíos a convivir en una zona cerrada, por lo que todos se trasladan a esta zona alrededor de la sinagoga.
Esta ley no solamente les obligaba a vivir en un núcleo cerrado, si no a tener que ir identificados como judíos en su vestimenta.
Esta ley poco a poco se fue relajando, y los judíos volvieron a vivir cerca de la Plaza Mayor, calle Trujillo y aledaños.
En 1477 esta sinagoga y varias casas de los judíos fueron derribadas para la ampliación del Palacio del Marqués de Mirabel, y la construcción de la iglesia y del Convento de los Dominicos, por orden de los Condes de Plasencia, Álvaro de Zúñiga y su esposa Leonor de Pimentel.
En la década de 1990 al rehabilitarse la construcción del convento para lo que es el Parador de Turismo, se descubrieron los restos de la sinagoga y del mikve (baños).
3ª Parada: Judería nueva
En la ruta de Plasencia judía, nos vamos ahora a la Plaza Ansano.
Cuando la judería vieja es derribada, los judíos construyen una nueva sinagoga en lo que actualmente es el Palacio de Carvajal Girón.
En esta zona vivieron los judíos hasta que en 1492, por Decreto de los Reyes Católicos fueron expulsados, y salieron hacia Portugal.
La nueva sinagoga tenía acceso por las calles Trujillo y la Plaza Ansano. Para acceder a ella entrarías por la Plaza Ansano si eras hombre, pero si eras mujer tendrías que entrar por la calle Trujillo.
Cuando los judíos son expulsados de España por Decreto de los Reyes Católicos, en esta sinagoga se construye la Iglesia de Santa Isabel, y más tarde, cuando es derribada, el actual Palacio Carvajal-Girón.
Algunos de los judíos expulsados, vuelve a Castilla y a Plasencia, reconvertidos al cristianismo, aunque alguno practicando el judaísmo en secreto.
4ª Parada: Judería
Para recorrer lo que sería la judería, lo hacemos en las calles Arenillas y Esparrillas.
La calle Arenillas es una de las más conocidas en la arquitectura judía de Plasencia. En esta misma calle Arenillas encontramos el Restaurante Casa Juan, con un menú Sefardí, para adentrarnos más en esta cultura.
Seguiremos por la calle Esparrillas camino al cementerio Judío.
5ª Parada: Cementerio Judío del Berrocal
Y la última parada en nuestra ruta Plasencia judía es en una de las pocas necrópolis judías de la época que existen.
Para dirigirse a este lugar, los judíos abandonaban la ciudad por la conocida como Puerta de judíos.
Según la religión judía, las tumbas debían estar orientadas hacia Jerusalén, y así las encontramos en este cementerio.
Otra de las obligaciones en los enterramientos es que estén en un lugar alto, rodeados de agua, y también vemos que se cumple en el cementerio.
Se calcula que podría haber unas 300 tumbas en el lugar, aunque ahora hay unas 80 limpias.
Cuando los judíos son obligados a salir de España, tuvieron que dejar abandonadas todas sus posesiones, incluido el cementerio. Trataron de vender sus propiedades y entre ellas el cementerio. Vendido en 1492 al entonces deán de la Catedral D. Diego de Jerez.
Tras la autorización por parte de los reyes Católicos, las lápidas de estos enterramientos, fueron reutilizadas por los cristianos para sus nuevas construcciones. Por ejemplo, en la construcción del convento de San Vicente Ferrer se usaron piedras procedentes del cementerio.
Ya en el año 1496 el deán vende el cementerio a la ciudad.