El río Urumea nace en Ezkurra (Navarra), que es uno de los lugares más lluviosos de España, y desemboca en el mar Cantábrico, en la ciudad de San Sebastián (Guipúzcoa), entre el monte Urgull y la playa de la Zurriola.
El significado de “Urumea”, en euskera, viene a decir algo así como “agua pequeña”, o “agua delicada o sutil”.
Su nacimiento en Navarra se produce entre bosques de pendientes moderadas, y atraviesa siete municipios antes de llegar al Cantábrico (Goizueta, Leitza, Arano, Errentería, Hernani, Astigarraga y San Sebastián).
A nivel general, la cuenca del Urumea se considera una de las mejor conservadas de Guipúzcoa, aunque su forma actual de la desembocadura es muy diferente a la de otros tiempos, donde se formaban marismas y terrenos pantanosos en lo que hoy es el barrio de Amara.
La vegetación que encontramos es de fresnos, alisos, castaños, brezos, hayas y robles; en su fauna aparecen, como mamíferos, el desmán del pirineo y el visón europeo; como peces, el salmón atlántico y el sábalo; y como aves, el cuco o la garza real.
Gracias al pasado preindustrial de este río, podemos encontramos hoy ferrerías y molinos abandonados en su cauce, con antiguas presas y derivaciones. Actualmente son las tomas de agua para minicentrales hidroeléctricas y embalses de abastecimiento.
Recorrido
De sus 47 kilómetros de longitud, 33 de ellos corresponden al territorio guipuzcoano, donde tiene una zona de especial conservación, aprobada en 2012, que discurre entre materiales paleozoicos y cretácicos.
En su trayecto a través de San Sebastián durante 6 kilómetros, es acompañado por largos paseos y avenidas arboladas, mientras el cauce es cruzado por varios puentes, como el de Zurriola, construido en 1921, el de Santa Catalina, el más antiguo, con un tablero plano sobre cuatro arcos, y el de María Cristina, inaugurado en 1905. Otros cuatro puentes, más modernos, salvan el paso.
Recorrer estos paseos es un plan delicioso que diariamente cuenta con numerosos paseantes y deportistas, ansiosos de disfrutar de los días de sol y naturaleza que les ofrece la ciudad.
