Ruta San Sebastián Imprescindible

Información de la ruta

  • Distancia Distancia: 5 kilómetros
  • Duración Duración estimada: 71 + 8 +
  • Terreno Terreno: 100% Ciudad
  • Salida Lugar de salida: Basílica Santa María del Coro, San Sebastián
  • Llegada Lugar de llegada: Escultura Peine del Viento, San Sebastián
  • Tipo Tipo: Lineal
  • Dificultad Dificultad: Alta

Ruta San Sebastián Imprescindible que recorre los lugares que debes conocer de esta ciudad vasca.

Esta ruta te muestra esos lugares que debes conocer si es la primera vez que vienes a la ciudad. Por lo que es una ruta ideal para qué ver en San Sebastián en un día.

Si por el contrario vives en San Sebastián, estos son los lugares que debes conoce y enseñar a las visitas.

Es una ruta donde verás las principales edificaciones de la ciudad, pero San Sebastián tiene más que visitar, y puedes descubrirlo en las diferentes rutas que te mostramos de la ciudad.


1ª Parada: Basílica Santa María del Coro

Comenzamos la Ruta San Sebastián Imprescindible en la Basílica Santa María del Coro.

Basílica de Nuestra Señora del Coro, San Sebastián
Basílica de Nuestra Señora del Coro, San Sebastián – User Spike (CC BY-SA 4.0)

Situada junto a la ladera sur del monte Urgull, en el corazón de la Parte Vieja, la Basílica de Santa María del Coro es una de las obras arquitectónicas más visitadas de San Sebastián, y está considerada como la iglesia más antigua de la ciudad.

La Basílica de Santa María del Coro es una monumental obra barroca del siglo XVIII, que preside la calle Mayor en plena Parte Vieja de la ciudad, en el cruce de las calles 31 de Agosto y Mayor.

La puerta principal de la basílica coincide en línea recta con la entrada a la Catedral del Buen Pastor.

Fue construida entre 1743 y 1774 sobre la planta de un templo anterior románico de los siglos XII y XIII que ocupaba el mismo espacio.

Este templo fue construido por los reyes de Navarra; posteriormente, los Habsburgo (reyes de España entonces) lo ampliaron entre 1522 y 1560 en estilo gótico renacentista.

Arquitectura

La Basílica de Santa María del Coro, tal y como hoy la conocemos, es de estilo barroco, tiene elementos góticos, churriguerescos y neoclásicos y posee un bello pórtico plateresco.

El edificio es de planta rectangular, con ábside semicircular y otras dependencias secundarias. La nave central consta de un salón de 48 por 33 m, dividida en tres naves, que a su vez se pueden dividir en 4 zonas, teniendo como ejes los pilares de la nave. Está cubierta con bóvedas de crucería y, al final de la misma, se sitúa el coro.

El altar mayor está dedicado a la Virgen del Coro que es, junto a San Sebastián, la patrona de la ciudad.

La imagen de la virgen puede datarse entre los siglos XV-XVI.

El santo Sebastián está presente tanto en un lienzo del altar mayor, obra de Luis Boccia de principios del siglo XIX, como en una escultura de la fachada.

Además del indudable valor arquitectónico y artístico que tiene la Basílica de Santa María del Coro, y de servir como templo de culto, destacan los conciertos de órgano y corales que ofrece para el disfrute de los ciudadanos.

Cada 14 de agosto (víspera de la festividad de la Virgen) se celebra en la basílica el tradicional “acto de la Salve”, que congrega a numerosos fieles y que les da la posibilidad de escuchar in situ al Orfeón Donostiarra, una de las más prestigiosas corales de Europa.


2ª Parada: Alameda del Boulevard

La siguiente parada en la Ruta San Sebastián Imprescindible la hacemos en la Alameda del Boulevard.

Kiosco del Boulevard, San Sebastián
Kiosco del Boulevard, San Sebastián – Kent Wang (CC BY-SA 4.0)

Lo que hoy es el Boulevard era el límite del núcleo urbano de San Sebastián, y se ha convertido en emblemático paseo conocido por su belleza arquitectónica y su importancia histórica donde la historia y la modernidad se entrelazan.

Por lo tanto, se considera el eje diferenciador entre dos partes de la ciudad: la Parte Vieja y el Ensanche Cortázar.

Se trata de un espacio urbano de amplias dimensiones con origen el puente del Kursaal y que finaliza en el Ayuntamiento, cerca de la Playa de la Concha y del casco antiguo.

Este paseo fue diseñado en el siglo XIX y ha sido testigo de innumerables eventos culturales y festivales a lo largo de los años

Lugar de encuentro de los donostiarras, siempre alegre y bullicioso, vibrante centro de vida local con su arquitectura impresionante y su ambiente acogedor.


3ª Parada: Teatro Victoria Eugenia

Seguimos la Ruta San Sebastián Imprescindible hasta el Teatro Victoria Eugenia.

Teatro Victoria Eugenia, San Sebastián
Teatro Victoria Eugenia, San Sebastián – generalpoteito (CC BY-SA 2.5)

Desde 1912, año de su inauguración, el Teatro Victoria Eugenia ha sido el epicentro de la vida cultural de San Sebastián, y se ha erigido en uno de los más activos e importantes teatros del país.

El Teatro Victoria Eugenia, de estilo neorrenacentista español y neoplateresco, ocupa una superficie total de 2.400 m².

Su construcción se inició en 1909, conjuntamente al Hotel María Cristina.

El director del proyecto fue el arquitecto Franciso Urcola.

Arquitectura

La entrada principal está situada en el Paseo de la República Argentina, y el exterior del edificio está inspirado en el palacio de Monterrey de Salamanca.

Esta fachada presenta esbeltas columnas corintias intercaladas de dos en dos entre las tres amplias puertas de acceso y los balcones del piso principal, decorados con motivos florales y típicos medallones del plateresco español, con bustos que representan personalidades vascas de la época.

Las dos fachadas laterales, de mayor longitud, presentan un cuerpo resaltado en cuya planta principal aparecen amplios balcones enmarcados por pilastras de fustes acanalados.

En el interior, las plateas, palcos, anfiteatros y galerías, se construyeron voladas para que hubiera una buena visibilidad.

Lo más destacable de la decoración del teatro lo constituyen los tres conjuntos pictóricos restaurados bajo la dirección del Departamento de Conservación y Restauración del Museo San Telmo.

La bóveda fue pintada por Ignacio Ugarte en 1912, y el cuarto chino fue decorado con pinturas del pintor vasco-francés Pierre Ribera, en 1924.

Las pinturas del foyer son tres obras realizadas por Ascensio Martiarena en 1912.

Las tres pinturas conforman un tríptico que representa a modo de friso a las tres principales musas de las artes escénicas, es decir, La Música, La Poesía y La Danza.

Salas

Entre 2001 y 2007, se crearon dos nuevas salas: la denominada ‘Sala Club‘, y una sala de danza y ballet en el tejado del edificio.

Tras las obras, el teatro ha pasado de tener una entrada de estilo de comienzos del siglo XX, a eliminarse gran parte de los elementos ornamentales que caracterizaban la anterior entrada y dándole un color blanco en claro contraste con el viejo Victoria Eugenia.

El teatro aloja las oficinas del Festival de Jazz de San Sebastián, de la Quincena Musical y del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, y ha sido escenario de importantes estrenos de zarzuela y de otros acontecimientos como los estrenos mundiales de las películas Vértigo y North by Northwest de Alfred Hitchcock.


4ª Parada: Catedral del Buen Pastor

La siguiente parada en la Ruta San Sebastián Imprescindible la hacemos en la Catedral del Buen Pastor.

Catedral del Buen Pastor, San Sebastián
Catedral del Buen Pastor, San Sebastián – Zarateman (CC0)

La Catedral del Buen Pastor es la construcción religiosa más espectacular de la ciudad, y sobrecogen sus dimensiones y monumentalidad.

Se encuentra en el centro histórico de la ciudad y forma un precioso conjunto junto con el centro cultural Koldo Mitxelena y el edificio de Correos.

Tiene una superficie de 1.915 m2, por lo que es el edificio religioso de mayores dimensiones de Gipuzkoa.

La Catedral del Buen Pastor es un templo con planta de cruz latina, tres naves, crucero y cabecera pentagonal.

La armonía generada en el espacio, la altura de sus naves y la sencillez en las crucerías convierten este edificio en uno de los ejemplos más relevantes de la arquitectura neogótica vasca.

A finales del siglo XIX, San Sebastián empezó a extenderse fuera de su casco antiguo y de sus antiguas murallas ya derruidas.

Los habitantes de esta nueva zona, denominada el ensanche de Amara, precisaban una parroquia.

A finales de 1887, entre cuatro proyectos, se seleccionó el presentado por el arquitecto guipuzcoano Manuel Echave, y fue consagrado al culto el 30 de julio de 1897, víspera de la festividad de San Ignacio de Loyola, patrono de Gipuzkoa y fundador de los Jesuitas.

La construcción del templo finalizó en 1899 con la edificación de la torre-campanario, obra del arquitecto Ramón Cortázar, que alcanza los 75 metros de altura en forma de aguja, y es visible desde casi todos los puntos de la capital.

El Templo dedicado al Buen Pastor tiene rango de catedral desde 1953.

Arquitectura

Como ya hemos mencionado, su planta es rectangular y simétrica, en forma de cruz latina y tres naves.

Cuenta además con transepto y presbiterio.

Fue construida en sillería con piedras procedentes de las canteras de Igeldo, como otros tantos edificios de la ciudad.

Su interior está dotado de abundantes elementos decorativos tales como vidrieras (obra de Juan Bautista Lázaro), gárgolas, pináculos, etc., y posee también una cripta muy espaciosa.

El altar mayor está dedicado al Buen Pastor, acompañado por las estatuas de Nuestra Señora del Carmen, San Antonio, Santa Teresa y el Sagrado Corazón.


5ª Parada: Playa de la Concha

Continuamos la Ruta San Sebastián Imprescindible hasta la Playa de la Concha.

Playa de la Concha, San Sebastián
Playa de la Concha, San Sebastián – Валерий Дед (CC BY 3.0)

La Playa de la Concha se sitúa en la bahía de la Concha de San Sebastián, en la desembocadura del río Urumea, entre el monte Urgull y el Igueldo, y muy cerquita del centro de la ciudad.

Se encuentra en frente de la Isla de Santa Clara, y ofrece unas vistas increíbles desde su famosa barandilla del paseo marítimo, joya de San Sebastián.

Tiene una longitud de 1.350 metros, una anchura de 40 y una superficie de 54.000 metros cuadrados.

San Sebastián siempre ha sido un pueblo marinero con una estrecha relación con el mar, lo que sigue patente en la forma de vivir de sus habitantes, descendientes de balleneros, exploradores y pescadores.

La Playa de la Concha es de entorno urbano y uso masivo, ya que es de sustrato arenoso y poca profundidad, por lo que se la considera uno de los 12 Tesoros de España desde 2007, al ser uno de los mayores emblemas de la ciudad.

Actividades

En ella se pueden practicar numerosas actividades deportivas, tales como surf, windsurf, piragüismo, bodyboard, voleibol o fútbol playa.

En la temporada de verano, se coloca una estructura en el mar con toboganes y trampolines; si la marea está baja, se puede seguir caminando hasta la playa de Ondarreta, a través del Pico del Loro, zona rocosa que separa ambas playas.

Durante la Semana Grande es típico ver desde allí los fuegos artificiales.

La Playa de la Concha la puso de moda Isabel II en 1845, cuando sus médicos la recomendaron baños de mar para sus problemas de piel.

Ella puso de moda la novedad de “ir a la playa”, por lo que atrajo a San Sebastián a toda la corte y a la aristocracia de la alta sociedad. Aquí se originó su carácter de ciudad elegante y distinguida.


6ª Parada: Palacio de Miramar

La siguiente parada en la Ruta San Sebastián Imprescindible la hacemos en el Palacio de Miramar.

Palacio de Miramar, San Sebastián
Palacio de Miramar, San Sebastián – Generalpoteito – (CC BY-SA 3.0)

La estrecha relación entre la monarquía española y San Sebastián se remontaba a tiempos de Isabel II, quien, hacia mediados del siglo XIX, comenzó a veranear en la ciudad con el fin de poder bañarse en las aguas del mar Cantábrico

Cuando la reina regente María Cristina, madre de Alfonso XIII, comenzó a veranear en la ciudad, surgió la necesidad de construir una “Casa Real de Campo”.

El lugar elegido por la Reina fue la finca del Conde de Moriana, en un montículo entre el centro de la ciudad y frente a la bahía de La Concha.

En este lugar había estado ubicado un Santuario y Hospital de peregrinos dedicado a San Sebastián desde el siglo XI.

Posteriormente, en el siglo XVI, se edificó en ese lugar el Monasterio de Santo Domingo que fue adquirido por la reina al Conde de Moriana.

A esta superficie se le unió otra de propiedad estatal en la que se encontraba la iglesia de El Antiguo, que tuvo que ser trasladada, completándose la extensión de la finca con otras pequeñas propiedades adquiridas.

En total, el Palacio Miramar y su parque abarcan una superficie de 34.136 metros cuadrados.

Se encuentran limitados, por el norte, por los jardines de Ondarreta, las peñas y el mar, por el sur, con el Paseo de Pío Baroja, que antes era parte integrante del conjunto.

Por el este, con el Paseo de Miraconcha y, por el Oeste, con el Paseo de los Miqueletes.

Arquitectura

El Palacio de Miramar, también denominado Palacio Municipal de Miramar o Palacio Real, fue construido en 1893 por José Goicoa, con base en un proyecto de 1889 del arquitecto inglés Ralph Selden Wornum.

Es de estilo puramente inglés y presenta ciertos elementos decorativos neogóticos.

En su interior dispone de ciertas zonas nobles que se mantienen fieles a su configuración original, como el Salón Blanco, el Salón de Música, el Salón de Madera, el Petit Salón, la Biblioteca y el Comedor Real.

Sn presupuesto fue de 3.000.000 de pesetas.

Su tipo corresponde a un “cottage” inglés (construcción de carácter rural con dos plantas destinada a una sola familia) de sobria elegancia y con gran sentido de confort.

Su cubierta es de teja plana inglesa con abundante ladrillo en su construcción, y encontramos el estilo gótico en los sillares de sus puertas y ventanas.

El complejo se completó con caballerizas, casa de oficios y cocheras.

Asimismo, dispuso de un gran parque proyectado por Pierre Ducasse, quien murió sin verlo construido.

El palacio fue finalizado en 1893, aunque en 1920 se le añadiría un nuevo edificio denominado Pabellón del Príncipe.

La construcción del palacio exigió la realización de un falso túnel que posibilitara el paso de los tranvías de la Compañía del Tranvía de San Sebastián y de la carretera, sobre el cual se extienden los jardines del palacio.

Propietarios

Tras la muerte de la reina, la finca pasó a ser propiedad de Alfonso XIII.

En la época de la Segunda República se expropió y, años más tarde, devuelta a los Borbón.

El Ayuntamiento compró parte de la propiedad (el palacio y los actuales jardines) en 1972.

El 29 de octubre de 1985 se creó el actual Consorcio con el nombre de “Palacio de Miramar”.

Cuenta con la participación de Gobierno Vasco, Diputación Foral de Guipúzcoa y Ayuntamiento de San Sebastián, que abordó la rehabilitación del Palacio en su primera fase (Pabellón del Príncipe y Edificio de Servicio).

El resto del palacio se ha reformado sucesivamente desde su compra por parte del Ayuntamiento, convirtiéndolo en un recinto más funcional, aunque algo desvirtuado.

Actualmente

Las últimas obras acometidas en el mismo, en 2001, tuvieron como objeto la construcción de aulas para Musikene.

Posteriormente, en 2007, se restauró la torre del edificio.

Actualmente el acceso a los jardines es libre, mientras que el palacio se abre al público en contadas ocasiones, ya que se dedica a la organización de eventos varios.

Aquí se celebran, por ejemplo, los cursos de verano de la UPV y algunos conciertos de la Quincena Musical.

El palacio mantiene su aspecto externo original y es habitual la celebración de ciertas fiestas en sus jardines y zonas nobles, principalmente las del Festival de Cine de San Sebastián.


7ª Parada: Playa de Ondarreta

La Ruta San Sebastián Imprescindible nos lleva hasta la Playa de Ondarreta.

Playa de Ondarreta, San Sebastián
Playa de Ondarreta, San Sebastián – Josu Goñi Etxabe (Dominio público)

La playa de Ondarreta es una playa urbana de 600 metros de longitud situada en la Bahía de la Concha, al pie del Monte Igueldo, frente a la isla de Santa Clara y cerca del Palacio Miramar, convirtiéndola en una de las playas más elegantes de Guipúzkoa.

Ondarreta es la más occidental de las playas donostiarras y la de menor longitud, aunque su anchura es mayor que la de la playa de La Concha, por lo que su superficie es de 60.000 metros cuadrados.

Debido a su ubicación, que la protege de las mareas, y a su fina arena dorada, es una opción más tranquila y familiar, ideal para quienes buscan un ambiente relajado o tienen niños, ya que cuenta con un parque infantil en la arena y oleaje moderado.

Durante los meses de verano, se organizan cursos de natación y voleibol.

Asimismo, es posible practicar numerosas actividades acuáticas y posee, además, amplias y modernas instalaciones.

Paseo de Ondarreta

El paseo de Ondarreta, que bordea la playa, dispone de varios tramos con la famosa barandilla de La Concha, mientras que otros están abiertos a la playa.

Junto al paseo hay unos jardines en los que destacan dos esculturas de gran tamaño; la primera, de comienzos del siglo XX, está dedicada a la reina María Cristina de Austria; la segunda es una obra moderna colocada frente a la playa, llamada Zeharki y creada por el artista Juan Ramón Anda.

Los edificios cuyas fachadas dan al paseo tienen poca altura; se trata de villas independientes de pocos pisos.

Tras cruzar los jardines, el paseo continúa rodeando la playa hacia el Monte Igueldo; este paseo une la playa de Ondarreta con las playas de La Concha y La Zurriola, y termina en el Peine del Viento, espacio donde la escultura de Eduardo Chillida se agarra a las rocas, ofreciendo un espectáculo mágico desafiando a las olas del mar.


8ª Parada: Peine del Viento

La última parada en la Ruta San Sebastián Imprescindible la hacemos en la escultura Peine del Viento.

Peine del Viento, San Sebatián
Peine del Viento, San Sebatián – Kent Wang (CC BY-SA 4.0)

Al final de la playa de Ondarreta, en el extremo oeste de San Sebastián y a los pies del monte Igueldo, encontramos una de las obras más conocidas del genial escultor Eduardo Chillida sobre una base arquitectónica diseñada por el arquitecto vasco Luis Peña Ganchegui.

La obra fue finalizada en 1976 y fue instalada en 1977 en este lugar, principio y fin de la ciudad, uno de los rincones favoritos del escultor.

Chillida realizó una serie de 23 esculturas, pero las que podemos ver en San Sebastián son solo 3.

De hecho, su nombre original es El Peine del Viento XV, es decir, ocupa el decimoquinto puesto de la serie.

Escultura

Se trata de un conjunto escultórico formado por terrazas de granito de color rosa y tres piezas de acero, de 10 toneladas cada una y más de 2 metros de altura y anchura.

Cada pieza está formada por cuatro barras gruesas de sección cuadrada que emergen de un tronco común enraizado a la roca.

Se caracterizan por una austeridad de las formas, asemejándose a garras que encierran el aire.

A través de un sistema de tubos, el aire impulsado por las olas sale a la superficie por unos orificios emitiendo un sonido muy peculiar.

Los días temporal, cuando las olas embisten con toda su furia contra las rocas del acantilado, el espectáculo es aún más impresionante

La naturaleza interviene como un elemento más de la obra. 

El viento y el mar forman parte de la escultura. 

Cada escultura peina el viento que llega del mar a la ciudad.

La obra marca el límite entre lo salvaje (la naturaleza, el mar y el viento) y lo urbano (la ciudad). En palabras de Chillida, el mar tiene que entrar en San Sebastián ya peinado.

“Este lugar es el origen de todo. Él es el verdadero autor de la obra. Lo único que hice fue descubrirlo. El viento, el mar, la roca, todos ellos intervienen de manera determinante. Es imposible hacer una obra como esta sin tener en cuenta el entorno. Es una obra que he hecho yo, que no he hecho yo”.


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