Vamos a hacer la Ruta Acera Recoletos.
Una de las calles más reconocidas de Valladolid es la Acera de Recoletos. Esta calle va desde la Plaza de Zorrilla hasta la Plaza de Colón. Discurre paralela al Parque del Campo Grande con una longitud de 460 metros. La calzada tiene un ancho de 5,58 metros y la acera 9,5 metros.
Es a finales del siglo XIX cuando se realiza el ensanche de Valladolid y surge la necesidad de una arteria principal.
En este lugar se ubicaban conventos religiosos, así como un hospital.
Esta nueva arteria recibe el nombre de Paseo de Recoletos ya que en este lugar se ubicaba el convento de los Agustinos Recoletos. Posteriormente toma el nombre de Paseo de Campo de Marte (el Campo de Marte posteriormente se llamó Campo Grande). En el año 1903 el rey Alfonso XIII visita la ciudad de Valladolid, y bautizan esta calle con su nombre.
Al entrar la II República en 1931, ésta pasa a denominarse Avenida de la República. En octubre de 1936 adopta el nombre de Avenida del General Franco, nombre que tuvo hasta que se instaura la democracia en España, y que toma el nombre de Acera de Recoletos, nombre por el que popularmente se había conocido a esta avenida durante todos estos años.
Desde 1881 hasta 1933 pasaba por aquí el tranvía.
1ª Parada: Hospital de la Resurrección
Empezamos la Ruta Acera Recoletos por el lugar donde se encontraba el Hospital de la Resurrección.
Durante más de 300 años este hospital estuvo atendiendo a pobres y enfermos de Valladolid.
En el lugar donde se ubicaba el hospital de la resurrección se encontraba la mancebía, y las inquilinas fueron expulsados de aquí.
En el siglo XVI comienza a funcionar el hospital, cuyo primer objetivo fue reformar el edificio.
Con la Guerra de la Independencia el hospital se convierte en un hospital militar, funcionando para el ejército francés. Tras la guerra se comenzó una comisión para construir un nuevo hospital.
A finales del siglo XIX se ordenó el derribo de este hospital. En este solar se construyó años después la Casa Mantilla.
2ª Parada: Casa Mantilla
La siguiente parada de la Ruta Acera Recoletos nos lleva a la Casa Mantilla.
Entre los años 1890 y 1891 se construye este edificio, destinado para viviendas.
Es un edificio construido en estilo modernista, construido para la burguesía de la ciudad de Valladolid de finales del siglo XIX.
El edificio ocupa toda una manzana (Acera de Recoletos, Miguel Íscar, Marina Escobar y Mantilla), en la que hay siete portales de viviendas.
El primer ascensor que se instala en la ciudad de Valladolid, lo hace en este edificio.
El arquitecto de este edificio es Julio Saracíbar, gracias a la iniciativa de Fidel Recio Mantilla.
La calle Mantilla se abre en la construcción de este edificio, lo que hace que la Casa Mantilla ocupe toda una manzana.
Es un edificio espectacular, con una decoración muy cuidada con estucos, columnas, pilastras o cariátides (alguna hoy desaparecida).
La decoración interior también es muy lujosa y cuidada.
3ª Parada: Agustinos Recoletos
Continuando con la Ruta Acera Recoletos, llegamos al lugar donde se encontraba el convento de los Agustinos Recoletos.
El convento de los Agustinos Recoletos se funda en el año 1606.
En la Guerra de la Independencia el convento fue casi derruido.
Tras la guerra contra las tropas de Napoleón en este lugar hubo una fábrica de tejidos.
En el año 1861 se derriba el convento de los Agustinos Recoletos, y en el solar se construyen los edificios de los números 7, 8 y 9.
4ª Parada: Casa Resines
La siguiente parada de la Ruta Acera Recoletos la hacemos en la Casa Resines.
En el año 1891 se construye esta casa, proyectada como un edificio de viviendas por el arquitecto Julio Saracíbar (el mismo arquitecto que construye la Casa Mantilla).
La Casa Resines junto a la Casa Mantilla son los edificios más representativos del ensanche en Valladolid.
La Casa Resines está constituido por dos portales de viviendas, con una fachada única, de estilo ecléctico, en la que se mezclan el estilo renacentista, con influencias americanas y adornos beaux-artianos (de la escuela francesa).
En la decoración de la fachada encontramos cariátides y atlantes, columnas y una galería con arcos de medio punto en el último piso.
5ª Parada: Acera Recoletos 10
Siguiendo la Ruta Acera Recoletos, nos acercamos hasta el número 10.
A finales del siglo XIX se construye también el edificio de la Acera de Recoletos número 10.
Es un edificio que se construye para viviendas de la burguesía vallisoletana de la época.
La fachada está inspirada en la arquitectura francesa, con tejado de pizarra con mansardas. Este tipo de tejados es muy típico de la época en Francia, pero algo que no se veía mucho en Valladolid.
6ª Parada: Casa del Príncipe
La siguiente parada de la Ruta Acera Recoletos la hacemos en la Casa del Príncipe.
Entre los años 1906 y 1908 se construye ese edificio destinado a viviendas en la ciudad de Valladolid.
Se construye en estilo modernista, típico estilo constructivo para la burguesía de Valladolid en la época.
La calle Colmenares, a la que hace esquina este edificio, se abre en el año 1893 al derribar el convento de Jesús y María.
El arquitecto que construye este edificio es Jerónimo Arroyo.
Lo más destacable del edificio es el torreón de la esquina, que hace de unos soportes que parecen sostenerlo.
7ª Parada: Convento de Jesús y María
Siguiendo la Ruta Acera Recoletos llegamos al lugar donde se encontraba el convento de Jesús y María.
A finales del siglo XVI se funda aquí un convento de monjas franciscanas.
El lugar donde hoy se abre la calle Colmenares se encontraba en el Convento.
Al finales del siglo XIX se derrumba este edificio.
Los patrones del convento eran los condes de Polentino. Al derribar el convento solicitan abrir la calle con su nombre, ellos se apellidaban Colmenares, de ahí el nombre de la nueva calle.
8ª Parada: Convento del Corpus Christi
La última parada de la Ruta Acera de Recoletos la hacemos en el lugar donde se encontraba el convento del Corpus Christi.
En el año 1545 se funda una comunidad de dominicas en una casas de Ana Bonisen.
En la esquina de la Acera de Recoletos con la Plaza Colón y la calle Gamazo se instalan estas dominicas a principios del siglo XVII, en un convento que había estado habitado por franciscanas descalzas.
Durante la Guerra de la Independencia, el convento fue cuartel para las tropas francesas, y las monjas se trasladaron a otro convento.
Tras la guerra las monjas vuelven, pero el convento había quedado bastante dañado.
En el año 1830 se prohíbe que las monjas cojan nuevas novicias, hasta el año 1853.
Con la Revolución la Gloriosa en el año 1868, , las monjas tuvieron que abandonar el convento. En el año 1876 las monjas pueden volver.
En el año 1883 las monjas abandonan el convento para vender este convento y sus terrenos.
