Ruta Gijón Romana que recorre algunos de los restos arqueológicos de origen romano que se han encontrado en la ciudad de Gijón, principalmente en el histórico barrio de Cimadevilla.
Es a partir del siglo I después de Cristo cuando los romanos se asientan en este lugar, junto al cerro de Santa Catalina.
1ª Parada: Factoría de Salazones
La primera parada de la Ruta Gijón Romana la hacemos en la Plazuela del Marqués.
A principios de la década de 1990 se descubren casualmente unos restos arqueológicos en unas obras de remodelación la en la Plazuela del Marqués.
Estos restos resultaron ser la antigua factoría de salazones de época romana.
Esta sería la primera industria con estas características encontrada en la costa del Cantábrico.
Las salazones que aquí se elaboraban parece que se exportaban al interior.
Esta factoría haría crecer la economía local entre los siglos III y V.
La factoría de salazones estaría especializada en la salsa garum (una salsa de pescado elaborada con vísceras).
Una parte de esta factoría está bajo el palacio de Revillagegido. También en la plaza encontramos el Pozo de la Barquera que también se cree que podría pertenecer a la factoría.
2ª Parada: Torre del Reloj
Continuamos la Ruta Gijón Romana en la Torre del Reloj.
La Torre del Reloj se encuentra en un lateral junto a las torres de acceso del recinto romano amurallado.
En la base se han encontrado restos arqueológicos de la muralla.
La Torre del Reloj se construye en el año 1572, aunque ya que vemos hoy se reconstruye en el año 1989, ya que en el año 1911 se decide demoler la torre.
El uso principal de la Torre del Reloj fue la de cárcel, aunque también fue sede del Ayuntamiento de Gijón.
Cuando se decide reconstruirla en el año 1989, es el arquitecto Francisco Pol el encargado del proyecto de reconstrucción.
En el año 1995 finaliza la obra, cuya finalidad era albergar un museo sobre la historia de la ciudad de Gijón.
El museo albergaba documentación de época romana, restos arqueológicos romanos, muestras sobre la fábrica de salazones, paso de la antigüedad a la Época Moderna, Desarrollo Urbano desde el siglo XVIII al XX, y un mirador en la última planta. El museo tiene que cerrar en el año 2008 debido a no cumplir los requisitos de accesibilidad.
En la actualidad, la Torre del Reloj alberga el Archivo Municipal en la planta baja.
3ª Parada: Muralla Romana
La siguiente parada de la Ruta Gijón Romana la hacemos en la Muralla Romana.
Entre los siglos III y IV se construye la muralla defensiva en la ciudad de Gijón.
La muralla tendría más de tres metros de anchura, y su altura alcanzaría los diez metros en algunos puntos. La longitud de la muralla sería de unos 850 metros.
Las luchas entre el rey Enrique III y el conde Alfonso Enríquez, en el año 1395, hicieron que la ciudad fuese asediada. Los restos de la muralla que sobrevivieron a este ataque, fueron usados como muros para la construcción de edificios.
En el año 1982, se encontró casualmente un lienzo de la muralla romana al derribar unas casas. Estos restos encontrados pertenecían a la muralla romana, que hasta ese momento solo se había sospechado de su existencia.
4ª Parada: Aljibe
Siguiendo la Ruta Gijón Romana llegamos hasta el Aljibe.
En este lugar se encontró durante unas obras en el año 1985, un depósito de aguas.
Sería encontrado justo delante de la casa natal del escritor Melchor Gaspar de Jovellanos.
Es en el año 1991 cuando se excava el aljibe, y se descubre un depósito cuadro, que tiene más de 20 metros de longitud.
5ª Parada: Termas Romanas
La última parada de la Ruta Gijón Romana la hacemos en las Termas Romanas.
Las Termas Romanas de Gijón son los restos arqueológicos de unos antiguos baños públicos.
Se tratan de unos baños romanos del siglo I después de Cristo, y estuvieron en funcionamiento hasta el siglo V en que caen en desuso.
A partir del siglo XV, en este lugar se encontraba el cementerio de la Iglesia de San Pedro.
Las Termas Romanas tenían varios ambientes diferentes. En ellas encontramos un zona fría, una templada y una cálida. Además, las paredes se encontraban decoradas con frescos.
Fue en el año 1903, cuando de manera fortuita al hacer un alcantarillado, aparecieron estos restos.