Ruta Iglesias Imprescindibles San Sebastián

Información de la ruta

  • Distancia Distancia: 1,2 kilómetros
  • Duración Duración estimada: 45 minutos
  • Terreno Terreno: 100% Ciudad
  • Salida Lugar de salida: San Telmo, San Sebastián
  • Llegada Lugar de llegada: Catedral del Buen Pastor, San Sebastián
  • Tipo Tipo: Lineal
  • Dificultad Dificultad: Baja

Ruta Iglesias Imprescindibles San Sebastián que recorre las iglesias más destacadas que encontramos en esta ciudad vasca.

En esta ruta vamos a recorrer las iglesias más antiguas de la ciudad, que las encontramos en el casco viejo.


1ª Parada: San Telmo

Comenzamos la Ruta Iglesias Imprescindibles San Sebastián en San Telmo.

San Telmo, San Sebastián – Euskaldunaa (CC BY-SA 3.0)

El antiguo Convento de San Telmo, se encuentra enclavado en la parte más antigua de la ciudad, al pie del Monte Urgull y enfrente de la amplia Plaza de Zuloaga.

Hoy en día es uno de los monumentos más antiguos de San Sebastián, y alberga el museo de San Telmo.

Fue adquirido en 1928 por el Ayuntamiento para destinarlo a Museo Municipal de Etnografía y Bellas Artes.

El origen del edificio se encuentra a mediados del siglo XVI, tras la llegada a la ciudad de los monjes dominicos, quienes se hicieron con un terreno extramuros, ocupado hasta entonces por el polvorín, que les sirvió de residencia hasta la construcción del convento, promovida por una de las personalidades más importantes de San Sebastián, Alonso de Idiáquez y Yurreamendi, secretario del Emperador Carlos V.

Tras diversas vicisitudes históricas y amargos episodios tanto en la Guerra de la Independencia como en la Guerra Carlista, los dominicos tuvieron que abandonar su casa con la Desamortización de Mendizábal, en 1836, y empezó a utilizarse para cuartel de artillería.

Es un edificio de transición entre los estilos gótico y renacentista. Algo muy original en la construcción es que su claustro está situado al pie de la iglesia. Normalmente suele estar ubicado en el lateral, pero en este caso, el monte limitó el espacio.

En 1913 el edificio fue declarado Monumento Nacional, y, como hemos adelantado, fue adquirido por el Ayuntamiento en 1928, aunque el claustro sigue siendo propiedad del Estado español.

Se inauguró como nueva sede del Museo en el año 1932. Las celebraciones de inauguración incluyeron un concierto dirigido por Manuel de Falla, quien acudió gracias a las gestiones del pintor Ignacio Zuloaga.

El muralista catalán Josep María Sert decoró con temas alegóricos vascos las paredes de la iglesia, secularizada y reutilizada como salón de actos.

Los arquitectos Nieto y Sobejano concluyeron las obras de reforma en 2011.

Museo

El Museo consta de plantas baja, primera y segunda. En la planta baja están ubicadas la iglesia, el claustro bajo (que contiene la sección de arqueología), dos grandes espacios para exposiciones temporales, los servicios y los accesos. El primer piso alberga la colección etnográfica, junto a la pinacoteca de autores vascos (obras desde el siglo XIX hasta autores actuales). El segundo piso está dedicado a la pintura antigua, tanto española como europea.

Las colecciones del Museo son dispares: Bellas Artes, arqueología, piezas etnográficas… Las más coherentes e ilustrativas son las propias del ámbito vasco. Abarcan desde vestigios de la época romana hallados en tierras guipuzcoanas, hasta cerámica, tejidos y publicaciones del XIX, e infinidad de piezas variopintas: pinturas de autores vascos reconocidos y productos de consumo y uso cotidiano relativos a empresas e instituciones de la región, con lo que el museo se abre a las artes industriales y el diseño.


2ª Parada: San Vicente

La siguiente parada en la Ruta Iglesias Imprescindibles San Sebastián la hacemos en la iglesia de San Vicente.

Iglesia de San Vicente, San Sebastián
Iglesia de San Vicente, San Sebastián – Dominio público

La iglesia de San Vicente Mártir se conserva como uno de los monumentos más antiguos y emblemáticos de San Sebastián, tras sobrevivir al incendio y destrucción de 1813.

Este templo se edificó sobre otro templo anterior que había sido dañado en un incendio en 1489, y fue construido durante el siglo XVI en estilo gótico, conservando aún alguna sentencia inscrita en sus muros: “En quien jura y en su casa no faltará mal ni llaga”

La iglesia de San Vicente Mártir empezó su construcción bajo la dirección de los maestros canteros Miguel de Santa Celay y Juan de Urrutia en 1507, y finalizó en 1574.

Es un templo gótico de planta rectangular, de tres naves con crucero alineado con las fachadas laterales y que sólo se observa interiormente por su altura.

La nave central es más alta, las crucerías son muy sencillas y el presbiterio es poligonal con gruesos contrafuertes.

Los cuatro rosetones que lucen en la iglesia son iguales dos a dos. La piedra que se empleó en ellos fue la arenisca. Son posteriores a la primera construcción de la iglesia el pórtico barroco que precede a la puerta exterior y la bóveda del bajo coro.

En la fachada sur existe un gran garitón y, en la fachada que mira al mar, algunas aspilleras que indican su carácter defensivo en tiempos modernos y pequeñas gárgolas encargadas de recoger y arrojar el agua de lluvia que caía sobre el tejado.

Como la inmensa mayoría de los que conocen el templo, subrayamos que el exterior no se corresponde con la belleza del interior; debido, sin duda alguna, a los muchos añadidos y arreglos que se han ido haciendo externamente a lo largo de la historia.

Interior

En el interior destaca el retablo central de San Vicente. Su ejecución se acordó en 1583, encargándose la obra a Ambrosio de Bengoechea, de cuyo taller salió en 1586, y se considera uno de los mejores retablos del romanticismo.

Tanto es así, que en San Sebastián se dedicó una calle a Bengoechea.

El «Medallón de ánimas» y el «Ecce Homo» son dos obras destacadas del escultor donostiarra Felipe de Arizmendi, del siglo XVIII.

Destacan también «La Adoración de los Magos» y “San Bernardo”, tallas atribuidas también a Bengoechea.

Las vidrieras que dan luz al templo, datan de comienzos del siglo XX; muchas de ellas construidas por Manumejean, artista de Biarritz.

Cobra un gran interés y simbolismo el gran órgano francés, obra de Arístides Cavaille-Coll, construido el año 1868 y rehabilitado recientemente en Nantes (Francia) por la firma Renaud-Menoret; hoy en día tiene un papel muy importante en la Quincena Musical de San Sebastián, ya que ahí toman lugar gran parte de las actuaciones del festival.


3ª Parada: Basílica de Nuestra Señora del Coro

Siguiendo la Ruta Iglesias Imprescindibles San Sebastián llegamos a la Basílica de Nuestra Señora del Coro.

Basílica de Nuestra Señora del Coro, San Sebastián
Basílica de Nuestra Señora del Coro, San Sebastián – User Spike (CC BY-SA 4.0)

Situada junto a la ladera sur del monte Urgull, en el corazón de la Parte Vieja, la Basílica de Santa María del Coro es una de las obras arquitectónicas más visitadas de San Sebastián, y está considerada como la iglesia más antigua de la ciudad.

La Basílica de Santa María del Coro es una monumental obra barroca del siglo XVIII, que preside la calle Mayor en plena Parte Vieja de la ciudad, en el cruce de las calles 31 de Agosto y Mayor.

La puerta principal de la basílica coincide en línea recta con la entrada a la Catedral del Buen Pastor.

Fue construida entre 1743 y 1774 sobre la planta de un templo anterior románico de los siglos XII y XIII que ocupaba el mismo espacio. 

Este templo fue construido por los reyes de Navarra; posteriormente, los Habsburgo (reyes de España entonces) lo ampliaron entre 1522 y 1560 en estilo gótico renacentista.

La Basílica de Santa María del Coro, tal y como hoy la conocemos, es de estilo barroco, tiene elementos góticos, churriguerescos y neoclásicos y posee un bello pórtico plateresco.

Interior

El edificio es de planta rectangular, con ábside semicircular y otras dependencias secundarias.

La nave central consta de un salón de 48 por 33 m, dividida en tres naves, que a su vez se pueden dividir en 4 zonas, teniendo como ejes los pilares de la nave.

Está cubierta con bóvedas de crucería y, al final de la misma, se sitúa el coro.

El altar mayor está dedicado a la Virgen del Coro que es, junto a San Sebastián, la patrona de la ciudad. La imagen de la virgen puede datarse entre los siglos XV-XVI.

El santo Sebastián está presente tanto en un lienzo del altar mayor, obra de Luis Boccia de principios del siglo XIX, como en una escultura de la fachada.

Además del indudable valor arquitectónico y artístico que tiene la Basílica de Santa María del Coro, y de servir como templo de culto, destacan los conciertos de órgano y corales que ofrece para el disfrute de los ciudadanos.

Cada 14 de agosto (víspera de la festividad de la Virgen) se celebra en la basílica el tradicional “acto de la Salve”, que congrega a numerosos fieles y que les da la posibilidad de escuchar in situ al Orfeón Donostiarra, una de las más prestigiosas corales de Europa.


4ª Parada: Catedral del Buen Pastor

Finalizamos la Ruta Iglesias Imprescindibles San Sebastián en la Catedral del Buen Pastor.

Catedral del Buen Pastor, San Sebastián
Catedral del Buen Pastor, San Sebastián – Zarateman (CC0)

La Catedral del Buen Pastor es la construcción religiosa más espectacular de la ciudad, y sobrecogen sus dimensiones y monumentalidad.

Se encuentra en el centro histórico de la ciudad y forma un precioso conjunto junto con el centro cultural Koldo Mitxelena y el edificio de Correos.

Tiene una superficie de 1.915 m2, por lo que es el edificio religioso de mayores dimensiones de Gipuzkoa.

La Catedral del Buen Pastor es un templo con planta de cruz latina, tres naves, crucero y cabecera pentagonal.

La armonía generada en el espacio, la altura de sus naves y la sencillez en las crucerías convierten este edificio en uno de los ejemplos más relevantes de la arquitectura neogótica vasca.

A finales del siglo XIX, San Sebastián empezó a extenderse fuera de su casco antiguo y de sus antiguas murallas ya derruidas.

Los habitantes de esta nueva zona, denominada el ensanche de Amara, precisaban una parroquia.

A finales de 1887, entre cuatro proyectos, se seleccionó el presentado por el arquitecto guipuzcoano Manuel Echave, y fue consagrado al culto el 30 de julio de 1897, víspera de la festividad de San Ignacio de Loyola, patrono de Gipuzkoa y fundador de los Jesuitas.

La construcción del templo finalizó en 1899 con la edificación de la torre-campanario, obra del arquitecto Ramón Cortázar, que alcanza los 75 metros de altura en forma de aguja, y es visible desde casi todos los puntos de la capital.

El Templo dedicado al Buen Pastor tiene rango de catedral desde 1953.

Como ya hemos mencionado, su planta es rectangular y simétrica, en forma de cruz latina y tres naves. Cuenta además con transepto y presbiterio. Fue construida en sillería con piedras procedentes de las canteras de Igeldo, como otros tantos edificios de la ciudad.

Interior

Su interior está dotado de abundantes elementos decorativos tales como vidrieras (obra de Juan Bautista Lázaro), gárgolas, pináculos, etc., y posee también una cripta muy espaciosa.

El altar mayor está dedicado al Buen Pastor, acompañado por las estatuas de Nuestra Señora del Carmen, San Antonio, Santa Teresa y el Sagrado Corazón.


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