Información de la ruta
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Distancia: 4 kilómetros -
Duración estimada: 90 minutos -
Terreno: 100% Campo -
Lugar de salida: Escultura Peine del Viento, San Sebastián -
Lugar de llegada: Gruta de Lourdes, San Sebastián -
Tipo: Lineal -
Dificultad: Alta
Ruta Monte Igueldo San Sebastián que, mostrándote los puntos de interés, te lleva hasta la cima de este famoso monte en la ciudad vasca.

El Monte Igueldo (en euskera Igeldo, Txubillo o Hiru Txubilloak) es una cumbre de 413 metros de altitud.
Hace referencia a las tres cimas que se pueden ver desde la bahía de la Concha, junto con la isla de Santa Clara y el monte Urgull.
El Monte Igueldo se alza en el extremo de la Bahía de la Concha, marcando el límite entre el mar y la ciudad, y su cima está ubicada a 181 metros sobre el nivel del mar.
En lo alto del Monte Igueldo encontramos un espectacular recinto que ha sido reconocido como Conjunto Monumental en 2014.
Este enclave está repleto de mucha historia y patrimonio.
Desde la cima se divisa toda la ciudad, pero también parte de la costa guipuzcoana y el inmenso mar cantábrico.
Hoy en día, en ella encontramos un Parque de Atracciones centenario, que no ha perdido su esencia de la «Belle Epoque«.
Para subir a la cima se puede coger el funicular de Igueldo.
En una época existió un faro en la cima, pero lo relocalizaron en la ladera del monte, dando paso al actual faro del monte Igueldo.
1ª Parada: Peine del Viento
Comenzamos la Ruta Monte Igueldo San Sebastián en la escultura Peine del Viento.

Al final de la playa de Ondarreta, en el extremo oeste de San Sebastián y a los pies del monte Igeldo, encontramos una de las obras más conocidas del genial escultor Eduardo Chillida sobre una base arquitectónica diseñada por el arquitecto vasco Luis Peña Ganchegui.
La obra fue finalizada en 1976 y fue instalada en 1977 en este lugar, principio y fin de la ciudad, uno de los rincones favoritos del escultor.
Chillida realizó una serie de 23 esculturas, pero las que podemos ver en San Sebastián son solo 3.
De hecho, su nombre original es El Peine del Viento XV, es decir, ocupa el decimoquinto puesto de la serie.
Escultura
Se trata de un conjunto escultórico formado por terrazas de granito de color rosa y tres piezas de acero, de 10 toneladas cada una y más de 2 metros de altura y anchura.
Cada pieza está formada por cuatro barras gruesas de sección cuadrada que emergen de un tronco común enraizado a la roca.
Se caracterizan por una austeridad de las formas, asemejándose a garras que encierran el aire.
A través de un sistema de tubos, el aire impulsado por las olas sale a la superficie por unos orificios emitiendo un sonido muy peculiar.
Los días temporal, cuando las olas embisten con toda su furia contra las rocas del acantilado, el espectáculo es aún más impresionante
La naturaleza interviene como un elemento más de la obra.
El viento y el mar forman parte de la escultura.
Cada escultura peina el viento que llega del mar a la ciudad.
La obra marca el límite entre lo salvaje (la naturaleza, el mar y el viento) y lo urbano (la ciudad). En palabras de Chillida, el mar tiene que entrar en San Sebastián ya peinado.
“Este lugar es el origen de todo. Él es el verdadero autor de la obra. Lo único que hice fue descubrirlo. El viento, el mar, la roca, todos ellos intervienen de manera determinante. Es imposible hacer una obra como esta sin tener en cuenta el entorno. Es una obra que he hecho yo, que no he hecho yo”.
2ª Parada: Funicular
La siguiente parada en la Ruta Monte Igueldo San Sebastián la hacemos en la estación del Funicular.

La forma más habitual de llegar al Monte Igueldo es usando su famoso Funicular.
El trayecto empieza desde la estación inferior, uno de los edificios más bonitos de la ciudad, situado muy cerca del Peine del Viento.
El funicular nos lleva directamente al parque de atracciones Monte Igueldo, y es todo un icono del patrimonio y la historia donostiarra.
El funicular de Igueldo es el más antiguo del País Vasco y el tercero de España (tras el Tibidabo y el de Vallvidrera).
Se construyó bajo el diseño del ingeniero Emilio Huici y la dirección de obra de Severiano Goñi.
Fue inaugurado en 1912 por la regente María Cristina, coincidiendo con la apertura del Parque de Atracciones en lo alto del monte.
En esa época, San Sebastián era un centro turístico que atraía a familias pudientes que construían sus casas siguiendo las directrices de la «belle epoque” y que pusieron de moda los viajes en funicular para ir al elegante casino y al salón de baile ubicados en la cima del Monte Igueldo.
Hoy en día se conservan los vagones de madera, que atesoran más de 100 años de historia y se deslizan a través de una vía de 312 metros de longitud que se extiende sobre la ladera del monte Igueldo.
Así salva los 151 metros de desnivel que hay entre Ondarreta (punto de partida) y el recinto del Monte Igueldo.
Estación
Las estaciones se encuentran al principio y al final de la línea, siendo destacable el edificio de la estación inferior junto a Ondarreta, de estilo modernista.
Esta estación se construyó en 1912 y es obra del arquitecto Luis Elizalde.
Consta de dos volúmenes, cuyas fachadas tienen el mismo estilo del edificio, con acceso cuadrado con pilastras adosadas y tres puertas bajo un arco de medio punto.
El primer volumen contiene las oficinas del funicular; tiene dos plantas y un desván bajo un tejado de pizarra.
El segundo volumen se destina únicamente a la estación que se ubica en la planta baja, con un tejado a cuatro aguas.
Los dos volúmenes se unen mediante un zócalo de sillares y la imposta del cuerpo inferior.
En la parte superior se encuentra un paramento con sillares con forma de almohada, suspendido sobre una segunda imposta, con mampostería en las esquinas, un dintel en el vano y un entramado de madera visible en los capiteles del desván.
Los vanos se distribuyen en la fachada de cada volumen según su eje de simetría.
La estación superior, mucho más sencilla, tiene menos interés arquitectónico y se ha modificado su aspecto original con el paso del tiempo.
3ª Parada: Faro
Siguiendo la Ruta Monte Igueldo San Sebastián llegamos al Faro.

El Torreón-faro del Monte Igueldo fue construido en el siglo XVIII.
Está situado a 180 metros sobre el nivel del mar y, cuando estaba en funcionamiento, permanecía encendido del 14 de septiembre al 3 de mayo; es decir, cuando las condiciones climatológicas, y especialmente las nieblas, eran más peligrosas.
Se dejó de usar debido a los graves destrozos que sufrió durante las guerras carlistas, dejando paso a un nuevo faro (en uso desde 1854), más moderno y situado a menor distancia de la costa.
Por lo tanto, durante años, el antiguo faro permaneció en estado de abandono, hasta que la sociedad Monte Igueldo decidió reconstruirlo.
En la reconstrucción se añadió una nueva planta con amplios ventanales, a modo de mirador acristalado, y una terraza panorámica almenada a la que se accede por dos de los cuatro torreones ornamentales que rematan la torre.
4ª Parada: Mirador
La siguiente parada en la Ruta Monte Igueldo San Sebastián la hacemos en el Mirador.
Las Terrazas Panorámicas del Monte Igueldo ofrecen la mejor vista de San Sebastián.
En lo alto del Monte Igueldo encontramos un espectacular recinto que ha sido reconocido como Conjunto Monumental en 2014.
Este enclave está repleto de mucha historia y patrimonio donde encontramos numerosos símbolos de la ciudad.
Como ya hemos visto, el monte Igueldo mantiene en funcionamiento un parque de atracciones inaugurado a principios del siglo XX por la regente María Cristina, madre de Alfonso XIII.
Además del mirador, un hotel, un gastro-bar y su funicular de madera que se mantiene intacto desde 1912.
El mirador que se alza sobre la bahía donostiarra permite contemplar una de las panorámicas más emblemáticas de la ciudad.
5ª Parada: Gruta de Lourdes
Finalizamos la Ruta Monte Igueldo San Sebastián en la Gruta de Lourdes.

El santuario de Lourdes Txiki (pequeña Lourdes en euskera), situado a los pies del Monte Igueldo, está dedicado a la Virgen y es una réplica en miniatura de la famosa Gruta de Lourdes, en Francia.
El Santuario de Lourdes es uno de los lugares dedicados a la veneración de la Virgen María más visitados del mundo.
La localidad de Lourdes, en Francia, recibe cada año alrededor de 6 millones de visitantes procedentes de más de 140 países.
La gruta de Lourdes Txiki es una réplica modesta de este famoso santuario francés con más de 120 años de historia.
En este pequeño santuario no falta ninguno de los detalles que caracterizan a la gruta original de Lourdes: la propia gruta, la imagen de la virgen y las velas.
El santuario fue construido en 1903 por una congregación de frailes dominicos que se instalaron en San Sebastián.
Estos religiosos, que procedían de la localidad francesa de Arcachón (cercana a Burdeos), venían huyendo de Francia porque el Gobierno francés ordenó la disolución de las distintas órdenes religiosas que existían en el país.
Tras la marcha de los dominicos, una congregación de religiosos capuchinos se encargó de restaurar y renovar la gruta en 1933.
Actualmente se conserva sin ningún cambio desde entonces.
En la década de los años 50 del siglo pasado, pasó definitivamente a cargo de la parroquia de San Sebastián Mártir, del barrio del Antiguo de San Sebastián.
El 11 de febrero se celebra el día de la Festividad de la Virgen de Lourdes con una misa especial en Lourdes Txiki que se repite el 11 de cada mes.
El santuario es un lugar silencioso, solitario y tranquilo, que invita a la meditación y reflexión.