Ruta Huelva Católica (II) que recorre algunos de los templos católicos más importantes de la ciudad.
La Diócesis de Huelva se crea en el año 1953, hasta entonces las ciudad pertenecía a la Archidiócesis de Sevilla.
La iglesia más antigua de Huelva es la Iglesia de San Pedro, construida entre los siglos XIV y XV.
En 1936, las iglesias de la ciudad son saqueadas y muchas de ellas destruidas durante la Guerra Civil, por lo que tuvieron que ser reconstruidas tras la contienda.
1ª Parada: Convento de Santa María de Gracia
La primera parada de la Ruta Huelva Católica (II) la hacemos en el Convento de Santa María de Gracia.
El convento de Santa María de Gracia se funda a principios del siglo XVI, siendo el convento más antiguo de Huelva. En el subsuelo se han encontrado restos de un faro romano.
Es un convento de Madres Agustinas.
En el siglo XVII se termina la construcción con la construcción de la capilla mayor de la iglesia.
El terremoto de Lisboa dañó el convento (aunque no la iglesia), que se restauró gracias a donativos de mecenas irlandeses.
La iglesia se reconstruyó tras la Guerra Civil.
El Retablo Mayor corresponde al año 1955, en que se realiza siguiendo las trazas del anterior, de estilo churriegueresco, y destruido durante la Guerra Civil.
En el convento de Santa María de Gracia se conservan tres claustros, siendo dos de ellos de estilo mudéjar.
2ª Parada: Iglesia de la Purísima Concepción
Siguiendo la Ruta Huelva Católica (II) llegamos hasta la Iglesia de la Purísima Concepción.
La Iglesia de la Purísima Concepción se construye en el año 1515, en unos terrenos donados por Cristóbal Dorantes.
Es la primera parroquia de España que se consagra a la Inmaculada Concepción.
Se construye para liberar de feligreses a la Parroquia de San Pedro, primera parroquia de la ciudad de Huelva.
Tras el terremoto de Lisboa del año 1755 tuvo que ser reformada, ya que sufrió importantes daños.
La Iglesia de la Purísima Concepción fue derruida en la Guerra Civil Española en el año 1936, por lo que entre 1937 y 1939 fue reconstruida.
Volvió a necesitar una restauración en el año 1969, tras sufrir otro terremoto.
El templo luce tal y como lo vemos hoy, tras una nueva reforma entre los años 1998 y 2006.
Cuenta con tres naves separadas por arcos de medio punto.
3ª Parada: Iglesia de San Pedro
La siguiente parada de la Ruta Huelva Católica (II) nos lleva hasta la Iglesia de San Pedro.
Entre los siglos XIV-XV se construye esta Iglesia de San Pedro, siendo la más antigua de la ciudad de Huelva.
La Iglesia de San Pedro está construida sobre una antigua Mezquita.
Antes de ser erigida la diócesis de Huelva en el año 1953, esta Iglesia de San Pedro era la sede arciprestal.
Está construida en estilos mudéjar y barroco.
Destaca su torre rosada, una típica imagen de la ciudad de Huelva.
Tras el terremoto de Lisboa de 1755 tuvo que ser parcialmente reconstruida debido a los daños que sufrió.
En su interior destaca el Retablo Mayor, de estilo barroco.
A los pies de la nave central encontramos el coro, que hasta el año 1927 se encontraba en el centro de la nave.
4ª Parada: Ermita de la Soledad
Continuamos la Ruta Huelva Católica (II) hasta la Ermita de la Soledad.
La Ermita de la Soledad se construye en el siglo XV por intercesión de Diego de Guzmán y Quesada, caballero de la Orden de Santiago, y en honor a Santiago Apóstol.
En la cripta de la ermita se entierran los caballeros de la Orden de Santiago.
Cuando se construye, se encuentra a las afueras de la ciudad.
Esta ermita quedó destruida en el terremoto de Lisboa de 1755, y fue reconstruida a finales del siglo XVIII.
La Ermita de la Soledad ha tenido varios usos, como centro educativo, hospital o ajuar litúrgico de la Parroquia de San Pedro. También sirvió como local de ensayo de la banda municipal en el siglo XX.
En esta ermita se refugia el poeta Miguel Hernández cuando huye a Portugal tras la Guerra Civil.
En el año 1995 se vuelve a abrir como ermita, tras una gran remodelación.
La ermita de la Soledad es la sede de la Hermandad del Santo Entierro.
Está construida en estilo barroco.
5ª Parada: Catedral de la Merced
La Ruta Huelva Católica (II) nos lleva hasta la Catedral de la Merced.
En el año 1605 comienza la construcción de este templo, que en origen era el convento de los Padres Mercedarios.
El convento se construye sobre una antigua Ermita en honor a San Roque.
El convento de los Padre Mercedarios es parroquia, así como capilla del Hospital Provincial.
En el año 1954, esta iglesia se consagra catedral al crearse la diócesis de Huelva.
La diócesis de Huelva se crea a partir de la archidiócesis de Sevilla.
Es el VII duque de Medina Sidonia, Alonso Pérez de Guzmán, quien ordena la fundación del convento de los Padres Mercedarios en el año 1605.
La portada del templo es de estilo barroco, y se encuentra construida en ladrillo.
Anexo a la Catedral se encuentra la sede de la Universidad de Huelva, y que era el antiguo Convento de la Merced.
En su interior destaca la Capilla Mayor, en la cual encontramos la imagen de la Virgen de la Cinta del año 1616.
6ª Parada: Santuario de Nuestra Señora de la Cinta
La última parada de la Ruta Huelva Católica (II) la hacemos en el Santuario de Nuestra Señora de la Cinta.
Este santuario es la sede de Nuestra Señora de la Cinta, patrona de Huelva.
Se construye en el siglo XV, en estilo Gótico mudéjar. En el siglo XVIII se añade un segundo piso que serviría de hospedería.
La reforma que se hizo en el año 1995 fue pagada por el torero Miguel Báez El Litri y el Gobierno Civil.
En el año 2007 se realizan unas pinturas en la capilla mayor, sustituyendo a las que habían, que estaban deterioradas. Estas pinturas son realizadas por José María Franco, el mismo pintor que había hecho las anteriores.
A este santuario peregrinó el 3 de marzo de 1493 Cristóbal Colón para cumplir una promesa a la Virgen. La sociedad Colombina Onubense realiza cada año una misa el 3 de marzo para conmemorar este hecho.
Encontramos dos imágenes de la Virgen de la Cinta, una pintura gótica, y una talla que es la que se procesiona.
Cuenta la leyenda que un zapatero que hacía zapatos para niños pobres sufrió un dolor en el costado, para lo que se consagró a la Virgen, que le dio una cinta para ponerse en el costado y calmar el dolor. Cuando se lo contó a un amigo, decidió pintar un cuadro que representara este hecho.