En esta Ruta Orígenes de El Retiro (I) vamos a conocer los orígenes de este gran parque de la ciudad de Madrid.
Encontramos dos partes de esta ruta, una primera parte antes de entrar al actual parque, y una segunda parte dentro de los límites actuales del parque de El Retiro.
Lo que se conoce como el Parque de El Retiro no son más que los jardines que pertenecían a un complejo palaciego llamado el Palacio del Buen Retiro, este complejo estaba lleno de edificios.
Los orígenes de El retiro no hay que buscarlos dentro del propio parque, si no que tenemos que buscarlos entre los jardines y el Paseo del Prado.
Los límites de este complejo palaciego del Buen Retiro eran por el paseo del Prado, hasta la calle Alcalá y prácticamente hasta el Olivar de Atocha (donde actualmente tenemos la Basílica de Atocha). Este era el complejo de este Buen Retiro, construido en tiempos de Felipe IV.
Después de ahí fue deteriorándose hasta quedar prácticamente abandonado. En ciertas épocas más recuperado y en otras más deteriorado.
En tiempos de Carlos III se había hecho una primera apertura al público, aunque no era parque público, no pertenecía al pueblo de Madrid.
Se abre al público en 1868.
De esa época inicial, lo único que queda son tres edificios y los jardines (que son actualmente El Parque del Retiro).
1ª Parada: Iglesia de San Jerónimo el Real
La primera parada de la Ruta Orígenes de El Retiro (I) la hacemos en la Iglesia de San Jerónimo el Real.
Antes de hablar de la construcción del Palacio del Buen Retiro nos vamos a ir unos años hacia atrás para hablar un poco del contexto.
Alrededor de 1460, en tiempos del rey Enrique IV, se organizó un paso de armas. Una especie de torneo o justa medieval para la que fueron invitados varios personajes de las cortes europeas.
El favorito del rey para este torneo, Beltrán de la Cueva, fue el vencedor de este paso. Por ello se decidió construir en el mismo lugar del paso de armas un monasterio, el Monasterio de los Jerónimos. En un primer momento se llamó el Monasterio de Santa María del Paso, en honor a este paso de armas.
En este monasterio se situó una comunidad de monjes Jerónimos, y estuvo varios años.
Este lugar estaba a orillas del río Manzanares, y era una zona muy insalubre, y los monjes empezaron a fallecer.
Los monjes pidieron a los reyes que les cambiaran de ubicación y les pusieran en un sitio con aire más sano.
En época de los Reyes Católicos es cuando se va a edificar la primera iglesia de San Jerónimo llamada desde entonces San Jerónimo el Real.
El proyecto original, que hoy está muy cambiado, fue realizado por el célebre arquitecto Enrique Egas.
Estuvo realizada en un estilo gótico tardío o gótico isabelino.
Desde entonces tenemos aquí la iglesia de San Jerónimo el Real. El antiguo monasterio llegó a tener dos claustros diferentes, uno de este periodo de los Reyes Católicos, y otro que se creó en el siglo XVII.
El paso del tiempo ha hecho que la Iglesia se fuera degradando, al igual que los claustros.
El claustro antiguo se perdió para siempre.
La Iglesia quedó muy dañada tras el paso del ejército francés por la ciudad de Madrid.
El proyecto que tenemos hoy está muy modificado con respecto al original.
Aunque se quiso retomar el estilo gótico del principio, es un gótico moderno, realizado durante el siglo XIX.
Narciso Pascual y Colomer, es el arquitecto que realiza la principal reforma que podemos ver hoy, impulsado por el rey consorte Francisco de Asís. Es cuando se realizan las dos torres que podemos ver hoy en la iglesia.
A finales del siglo XIX, Enrique de Repullés y Vargas hace una importante reforma en el interior.
Es una iglesia muy relacionada siempre con la monarquía. Desde Felipe II hasta Isabel II la jura de todos los herederos de la corona española fue realizada aquí.
Hoy, tras una reforma reciente, se incorporó los restos del claustro al Museo del Prado, en el edificio conocido como El Cubo de Moneo.
La iglesia también ha sufrido una profunda restauración, y luce bastante nueva.
En su interior podemos encontrar grandes obras como “El enterramiento del Duque de la Torre” que no es otro que el general Serrano realizado por Mariano Benlliure. Además de muchísimas pinturas e imaginerías religiosas de gran calidad.
2ª Parada: El Cuarto Real
La siguiente parada de la Ruta Orígenes de El Retiro (I) será en el Cuarto Real.
Cuando los monjes Jerónimos se vienen aquí buscan tranquilidad, paz, descanso. Esta zona eran las afueras de las afueras de la ciudad de Madrid.
El límite de la ciudad de Madrid en el año 1.500 era la Puerta del Sol, con lo cual esto estaba muy alejado de lo que sería el mundanal ruido. Y esto es lo que vienen a buscar también los reyes.
Felipe II cuando era príncipe se le juró aquí como heredero a la Corona de España.
Felipe II, tiempo después, decidió residir aquí con los monjes jerónimos en algunas ocasiones, cuando le embargaba la tristeza. Cuando moría alguno de sus hijos, cuando murió alguna de sus amantes, o cuando había sucedido algún desastre político. Se dice que con el desastre de la Armada Invencible el rey vino aquí a llorar sus penas.
El rey se venía a retirar del mundo, y de ahí la palabra Retiro.
Cuando el rey venía aquí, residía en un lugar llamado El Cuarto Real.
Este Cuarto Real se encontraría al fondo de la Iglesia de los Jerónimos, en la parte izquierda. Aún podemos ver unos escudos reales y una tribuna en la parte superior.
En un inicio era una habitación bastante sencilla, que se usaba en ciertas ceremonias para que los reyes descansaran, comieran algo o se echaran una cabezada. Esta se fue ampliando poco a poco.
En tiempos de Felipe II se hicieron algunas obras para acondicionarlo para que el rey pasara aquí más tiempo.
Felipe III también lo utilizó en ciertas ocasiones, y Felipe IV.
Carlos I, Príncipe de Gales
Se cuenta que en 1622 vino a España el futuro rey de Inglaterra, el futuro Carlos I, príncipe de Gales.
Vino con el duque de Buckingham, compañeros de parrandas. En ese momento eran muy jovencitos y vinieron a conocer a la que sería la esposa del príncipe de Gales, la hermana de Felipe IV.
Se estaba concretando el matrimonio, pero ellos vinieron de improviso, para intentar acelerar las cosas.
Como no habían avisado, y el Alcázar de los Austrias estaba lleno, el rey les tuvo que meter en algún otro lugar. Y según se cuenta fue este Cuarto Real donde estuvieron.
Se les hizo fiestas, bailes, juegos… pero se les metió en este lugar, que era un lugar bastante reducido y bastante simple para un futuro rey.
Tras ocho meses aquí, se marcharon a Inglaterra. Y en ese mismo momento se rompe el tratado de amistad y de paz entre España e Inglaterra.
Se rompe el matrimonio e Inglaterra al poco tiempo declara la guerra a España.
No sabemos qué sucedió, pero quizá tenga que ver con el alojamiento del Cuarto Real.
3ª Parada: Palacio del Buen Retiro
Continuando con la Ruta Orígenes de El Retiro (I) vamos a hablar del Palacio del Buen Retiro.
No sabemos bien si por la visita del príncipe de Gales, pero el valido del rey Felipe IV, el Conde Duque de Olivares le propone al rey ampliar el Cuarto Real.
Al principio no hubo un proyecto uniforme de lo que se iba a hacer aquí. Se sabe que el Conde Duque de Olivares tenía muchas ganas de construir más para mantener contento al rey.
Lo primero que se hace es ampliar un poco este cuarto real, pero luego se van viendo las posibilidades de todos estos terrenos, que habían sido adquiridos por el propio Conde Duque.
Los terrenos llegaron hasta 145 hectáreas, eran entonces la mitad de la Villa de Madrid. Tenía un gran espacio.
En un primer momento el encargado de las obras es Giovanni Battista Crescenzi, y al fallecer él se encarga Alonso Carbonell.
El Conde Duque de Olivares tenía bastante prisa y se va construyendo todo sin un proyecto organizado.
Entre 1630 y 1640 todo este proyecto se fue conformando, lo que produjo una admiración en Europa por la velocidad de la construcción de este palacio y jardines.
A parte del Cuarto Real había dos enormes patios y hasta ocho alas de palacio que servían para alojar a los invitados que los reyes traían allí.
También había un Cuarto del Príncipe, un Cuarto de la Reina y estaba el Cuarto del Rey.
Había un salón de baile, un coliseo que se utilizaba para obras teatrales, una sala de fieras (leonera).
Había una pajarera, un edificio destinado a aves exóticas. Los madrileños viendo el enorme proyecto que se estaba realizando aquí, y sabiendo que iban a hacer un edificio solamente para aves exóticas, empezó a apodar este lugar el gallinero.
El rey Felipe IV nombra oficialmente como el Palacio del Buen Retiro a este palacio.
El estilo era bastante sencillo en la parte exterior.
Los viajeros europeos que vienen a visitar el Palacio del Buen Retiro, nos hablan de una arquitectura sencilla algo caótica sin embargo la decoración impresionante estaría en el interior de las diferentes dependencias del Palacio.
4ª Parada: Monumento a María Cristina de Borbón
Siguiendo con la Ruta Orígenes de El Retiro llegamos hasta el Monumento a María Cristina de Borbón.
Aquí encontramos uno de los monumentos más interesantes de la ciudad de Madrid, pero que pasa desapercibido.
Es un monumento en honor de María Cristina de Borbón, la madre de Isabel II, cuarta esposa de Fernando VII.
Fernando VII tuvo que casarse por cuarta ocasión ya que no había tenido descendencia en los anteriores matrimonios, se casa con María Cristina de Borbón y de ahí tendrá dos hijas Isabel II y Luisa Fernanda.
Este monumento se realizó en tiempos de Alfonso XII, y es una preciosidad, es hecho por Mariano Benlliure, uno de los mejores escultores.
Aparece la figura de María Cristina con un traje elegante, los plegados del vestido son impresionantes, trata los tejidos con mucha calidad.
El pedestal representa varios hechos históricos importantes como la vuelta de los progresistas, todavía en tiempos de Fernando VII, gracias a María Cristina en el año 1832.
También aparecen varios acuerdos importantes como el Convenio de Vergara, que es el que pone fin a la Primera Guerra Carlista, durante la Regencia de María Cristina.
Quizás lo más importante es la representación en piedra caliza de un ángel, pero se trata de una figura femenina que representa a la historia.
En esta zona donde estamos, es donde estaban las construcciones del Palacio del Buen Retiro, pero esto se fue derribando, y el hecho más importante fue la guerra con los franceses.
Cuando en 1808 llegan los franceses, ocupan los jardines del Retiro y arrasan con esta zona.
Con el tiempo, solo quedaron tres edificios en pie, el resto eran prácticamente ruinas.
Isabel II durante su reinado, desamortiza este barrio: como esto era de los Reyes, la reina se lo vendió al Estado, que era lo que representaba ella, pero por una cuantiosa cantidad.
En esta zona se han construido muchos edificios para uso privado, y algunos para uso público, como la bolsa, el Palacio de Telecomunicaciones y algunos otros. Lo único que queda del antiguo Palacio del Buen Retiro son tres edificios: la iglesia de los Jerónimos, el Casón del Buen Retiro y el Salón de Reinos.
5ª Parada: El Salón de Reinos
La Ruta Orígenes de El Retiro (I) nos lleva hasta el Salón de Reinos.
El proyecto del Palacio del Buen Retiro ocupaba una gran superficie y tiene más de veinte construcciones. Con el paso del tiempo se han ido deteriorando, derribando y hoy en día nos queda poco.
Uno de los restos más importantes que nos quedan del antiguo palacio es el Salón de Reinos.
El Salón de Reinos, era un ala de las cuatro que cerraban una gran plaza, y puede que haya sobrevivido por todas las decoraciones que tenía.
Cuando en época de Felipe IV se construye este edificio, hay que construir unas salas para el rey, que sirvan como salón de recibir o salón del trono.
El Salón de Reinos era el ala destinada al salón del trono, por lo cual debía ser la más impresionante y la más decorada.
Los viajeros que llegan a Madrid nos hablan de un exterior muy sencillo sin embargo en el interior encontrábamos esculturas, magníficas pinturas, decoraciones de gran calidad.
El techo, del que todavía se conserva algo, estaba repleto de grutescos dorados, mesas de jaspe… decoraciones impresionantes.
En la parte baja del techo se situaban 24 escudos. Estos escudos pertenecían a los condados y ducados pertenecientes a la monarquía en esa época, escudos de reinos, y de ahí el nombre de Salón de Reinos.
Este Palacio toma importancia en 1734, cuando se incendia el Alcázar de Madrid, y se convierte en la residencia oficial de los reyes, y aquí se traslada Felipe V.
Cuando más se usa será con Felipe V y Fernando VI. Carlos III será el primer rey que utilice el nuevo Palacio Real, y éste entra en una etapa de decadencia.
A principios del siglo XIX se derriba todo lo que se encuentra en mal estado, y este Salón de Reinos queda abandonado.
Posteriormente se remodela para instalar aquí el Parque de Artillería, luego Museo del Ejército. Este museo estuvo aquí más de cien años hasta que fue trasladado al Alcázar de Toledo.
Cuando en el siglo XIX se remodeló se le dio un toque más historicista con materiales como el ladrillo, la piedra y la pizarra. Destacan las torres en chapitel y parte de las antiguas buhardillas que se conservan todavía.
Decoración interior del palacio
Lo más importante de estos palacios de este complejo del Buen Retiro son los interiores, que estaban decorados de una forma magnífica.
Los exteriores eran más sencillos, se hicieron de forma rápida. Pero los interiores estaban decorados de una forma impresionante: había joyas, consolas, relojes, tapices… pero lo mejor eran los cuadros.
Para este complejo del Buen Retiro se encargaron aproximadamente 1.000 obras de artistas importantísimos como Claude de Lorena, Artemisia Gentileschi, Velázquez, Rubens… Se trajeron cuadros de Tiziano, Tintoretto, obras italianas del Renacimiento… La decoración más importante estaba en el Salón de Reinos.
Felipe IV era un rey muy amantes de las artes, pero no le gustaban los temas políticos, que lo dejaba en manos de sus validos, entre ellos el Conde Duque de Olivares. El rey quería enterarse de las batallas de las batallas vencidas, -de las perdidas no quería saber nada-, a través del arte, por eso se pusieron cuadros de batallas importantes de la época.
El cuadro más importante de todos es ‘Las lanzas’ o ‘La rendición de Breda’, encargada a Velázquez. Uno de los mejores cuadros de nuestra historia y estuvo colocado aquí.
También junto a él estuvo la recuperación de Bahía de Todos los Santos, realizado por Maíno, uno de los pintores también más relevantes del periodo.
Había cuadros de Cajés, de Bartolomé Carducho, de Esteban Murillo… de los pintores más importantes que realizaron cuadros de batallas.
El cuadro de la ‘Conquista de la isla de Martín‘ es curioso. La isla de San Martín es una pequeña isla perteneciente a los portugueses. Pero en ese momento era territorio español. La isla fue conquistada por los holandeses y reconquistada por los españoles, y se hizo el cuadro en ese momento. Mientras se hacía el cuadro, la isla volvió a manos holandesas, pero el cuadro siguió ahí colgado.
Además este Salón de Reinos era un lugar para reivindicar la dinastía de los Habsburgo y la familia de Felipe IV.
Se colocaron cinco retratos ecuestres de gran importancia realizados por Velázquez, que actualmente se encuentran en el Museo del Prado.
Felipe IV encargó los cuadros de sus padres, Felipe III y de Margarita de Austria. También de él mismo y su esposa de aquel momento, Isabel de Borbón. Y de su hijo heredero el príncipe Baltasar Carlos, quizás es el cuadro más importante de toda esta línea que estaba en el centro porque era el símbolo de la continuidad dinástica en aquel momento.
Estos cuadros con el tiempo fueron pasando a diferentes lugares, entre ellos al Museo del Prado en el año 1819.
Este edificio pertenece al Museo del Prado, y la última reforma, encargada a Norman Foster, pretende traer aquí colecciones del Museo del Prado.
Hay quien dice que aquí se traerán exposiciones temporales, otros que colecciones de arte español del siglo XVII y otros que se quiere volver a ponerse otra vez toda la decoración exactamente igual que estaba en su momento (los cuadros que no se han perdido).
6ª Parada: Casón del Buen Retiro
La última parada de la Ruta Orígenes de El Retiro (I) es en el otro edificio que nos queda del antiguo Palacio del Buen Retiro, que es lo que hoy conocemos como el Casón del Buen Retiro.
El Casón del Buen Retiro no era un edificio solo, como lo tenemos ahora, sino que estaba integrado en el Palacio del Buen Retiro.
Era una de las zonas principales, el salón de baile.
El Casón del Buen Retiro era una gran sala rectangular, de varias plantas con una barandilla alrededor, para poder ver el baile desde una posición alta y quien quisiera bailar tenía la superficie en la planta de abajo.
Bóveda
Este salón de baile fue decorado con una espectacular bóveda pintada por Luca Giordano -que pintó la iglesia de San Antonio de los Alemanes, en Madrid-.
Esta bóveda representa la alegoría de la Monarquía Española.
El objetivo decorativo de todo este Palacio del Buen Retiro era resaltar el poder de la monarquía española, representar el gran poder que tenía la monarquía en aquellos momentos.
Es una bóveda celeste en la que aparecen varios elementos del zodiaco, varias alegorías y aparece el rey Felipe IV recibiendo el cordero o Toisón de Oro, título creado en el ducado de Borgoña y traído a España por Carlos I.
Siglos XIX y XX
Durante la guerra de independencia contra los franceses toda esta zona queda muy destrozada, y a principios del siglo XIX se decide conservarlo junto al Salón de Reinos.
Se cree que este edificio se ha mantenido gracias a esta bóveda pintada por Luca Giordano.
Este edificio sufrió muchísimos daños a lo largo del siglo XIX y XX.
El nombre de Casón es un nombre despectivo, viene de casa en mal estado.
A partir del siglo XIX comenzó a utilizarse para diferentes organizaciones.
Lo primero que se conoce que hubo aquí fue El Salón de Próceres, con funciones políticas. Algo así como el Senado actual.
Posteriormente el rey Alfonso XII usó el Casón del Buen Retiro como gimnasio personal.
También se utilizó para otras actividades como el Museo de reproducciones artísticas.
A partir de la década de los 70 del siglo XX se utilizó como museo. Se trajeron primero las obras de pintura españolas del siglo XIX y luego el legado Picasso.
El Guernica, entre otros cuadros de la colección de Picasso, estuvo expuesto aquí hasta su traslado en 1992 al actual Museo Reina Sofía.
El edificio que tenemos ahora ha sido modificado por todo este deterioro que ha sufrido a lo largo de los años.
La obra que encontramos actualmente es una reconstrucción realizada por el gran arquitecto Ricardo Velázquez Bosco con un toque clasicista.
Hoy en día este Casón del Buen Retiro pertenece al Museo del Prado.
Se utilizó durante algún tiempo como sala de exposiciones, pero hoy en día el acceso no es fácil porque se utiliza como Centro de Estudios Históricos del Museo del Prado: para investigadores y para formar a personal relacionado con la historia del arte.
Aun así, de vez en cuando se puede sacar una entrada para admirar esta gran bóveda de Luca Giordano.
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