En la ruta Puentes de Plasencia recorreremos los principales puentes que cruzan el río Jerte a su paso por la ciudad.
El río Jerte nace en el término municipal de Tornavacas, y desemboca en el río Alagón.
Tiene una longitud de 70 km, y su recorrido forma el Valle del Jerte.
Justo antes de entrar el río en la ciudad de Plasencia, encontramos el embalse de Plasencia, que abastece de agua a la ciudad.
En su paso por la ciudad, el río se divide en dos y forma el Parque de la Isla, y más adelante vuelve a unificarse.
1º Parada: Puente Nuevo
Empezamos nuestra Ruta Puentes de Plasencia en el Puente Nuevo.
Es llamado Puente Nuevo, a pesar de que se construyó entre 1500 y 1512 por Rodrigo Alemán.
Históricamente era la salida desde Plasencia hacia La Vera, hasta que se construyó el Puente de Suárez. Este camino partía en la Puerta del Sol.
Desde 1338 se conoce en este lugar la existencia de un puente medieval, de madera, que fue arrasado por una riada en 1498.
Tras la riada, Plasencia y las villas que compartían los pastos, debían pagar la construcción del nuevo puente. El Cabildo de la catedral se negó a pagar, empezando así un largo pleito. La relación entre la diócesis y el cabildo llegó a tal punto que se pidió que se excomulgara a los regidores. Finalmente, Fernando el Católico, tuvo que dictar una real cédula, obligando al cabildo a pagar.
Desde 2009, con la construcción de la Ronda Sur, es un puente peatonal, como elemento ornamental del Parque de la Isla.
El puente consta de siete vanos y seis pilares. Uno de los vanos se puede transitar a pie por lo que es el paseo fluvial al margen izquierdo del río Jerte. El resto de los vanos no son transitables ya que se encuentran en el lecho del río. El puente está construido en sillería.
Encontramos un templete, con la una imagen de la Virgen de la Cabeza, del siglo XVI, posiblemente de entre los años 1500 y 1507, y que pudo ser tallada por Rodrigo Alemán. Esta representación de la Virgen de pie con el niño en el brazo izquierdo.
El templete consta de tres partes, la hornacina donde se alberga la Virgen. Otra parte es bajo la hornacina el escudo de los Reyes Católicos, (declarado BIC), y una inscripción que da relación de la construcción del puente: «Esta noble ciudad de Plasencia mandó hacer este puente de la Ysla Regnando el rey don Hernando e la reyna doña Isabel nuestros señores e comenzose en el año del señor MCCCCC, e acabose en el MCCCCCCXII a seis del mes de abril. Fue maestro Rodrigo Alemán». Y más abajo dos escudos.
Este templete fue restaurado en el año 1897. Y en el año 1987 se acometió una segunda restauración por los alumnos de la Escuela Taller de Plasencia.
Enfrente del templete pero por la parte exterior del puente podemos ver el escudo de los Reyes Católicos, sobre el cual por las características de la piedra, vecinos de Plasencia usan para afilar cuchillos, podemos verlo en la siguiente imagen.
Continuaremos la ruta por el parque La Isla camino al molino de San Francisco. En la entrada al parque de La Isla podemos ver el homenaje al antiguo Olmo.
2ª Parada: Molino de San Francisco
La siguiente parada en la ruta Puentes de Plasencia, la haremos en el Molino de San Francisco.
El Molino de San Francisco se convirtió en una fábrica de harina. Queda visible su chimenea.
Es uno de los pocos edificios declarado como Patrimonio Industrial en Extremadura.
En sus instalaciones actualmente se encuentra la Universidad Popular.
Continuaremos la ruta saliendo del parque de La Isla junto al molino caminando por el paseo del río hacia la pasarela Pepe Neria que nos dará acceso al parque del Cachón.
3ª Parada: Pasarela Pepe Neria
Esta pasarela nos dará acceso al parque del Cachón a la orilla del río Jerte en la parte sur de la ciudad.
El parque del Cachón destaca por las vistas a la ciudad monumental con la muralla, catedrales y otros edificios históricos.
Este parque cuenta con una gran variedad de árboles autóctonos de la zona y es un lugar privilegiado para los aficionados al avistamiento de aves.
Saliendo del parque por una pequeña pasarela nos situaremos a pocos metros en el Mirador de Sorolla y el puente de Trujillo.
4ª Parada: Puente de Trujillo
En las inmediaciones del Puente de Trujillo encontramos varias cosas interesantes de las que hablar. Empezamos la parada de nuestra ruta Puentes de Plasencia, en el Mirador de Sorolla.
Mirador de Sorolla
Al pintor Joaquín Sorolla le encargaron desde la Hispanic Society of America pintar 14 lienzos de la visión de España.
En una de estas pinturas, Sorolla representó la ciudad de Plasencia, en su cuadro “El Mercado”.
Desde este punto en el que nos encontramos, es la vista que tomó el pintor valenciano para inmortalizarla en el lienzo en 1917.
En la ruta Casas Palaciegas hacemos referencia a la casa donde Joaquín Sorolla residió durante la pintura de la obra.
Puente
Al igual que la puerta de la muralla llamada Puerta de Trujillo, el puente toma el nombre por su ubicación como salida de la ciudad hacia la localidad de Trujillo. Antes de la fundación de la ciudad al puente se le llamaba de la Piedra Vieja.
El puente es considerado de origen romano por algunos historiadores, aunque este puente no forma parte de ningún camino romano, por ello se pone en duda ese origen. Y se data de tiempos más actuales.
Visualmente el puente tiene un aspecto más moderno ya que se ha remodelado dos veces por el mal estado de conservación del mismo.
En el año 1885 el puente estuvo a punto de colapsar, pidiendo el entonces alcalde de Plasencia, D. Eduardo García Monge la mejora del mismo. En 1887 se iniciaron las obras de remodelación con demolición de parte del puente, los trabajos fueron bajo las órdenes del ingeniero Juan Alonso y Millán, esta remodelación se finalizó en 1889 con una mayor anchura y eliminando la rasante. En estos trabajos de remodelación también se mejoró el entorno del puente.
Posteriormente en la década de 1970 para adaptarlo a la demanda del tráfico de vehículos en lo que es la carretera N-630 que atraviesa la localidad, esta última remodelación hizo que se ensanchara el tablero del puente cambiando especialmente la estética de la parte superior.
Puede verse detalles del uso de materiales modernos como vigas prefabricadas sobre el antiguo puente original construido en granito, algunos de sus detalles originales se mantienen tras las remodelaciones y otros se han intentado disimular haciendo que las modificaciones tengan aspecto de piedra.
Recorriendo el puente por su tablero sobre desde el margen izquierdo del río, junto al Mirador de Sorolla, podemos ver una vez cruzado el río en el lado derecho el yacimiento de Santo Tomé y al lado izquierdo el molino Tajabor. Sin dejar pasar la vista de la entrada a la ciudad monumental de Plasencia, con la muralla, su barbacana, puerta de Trujillo, ermita de la Salud sobre esta y el obispado.
Actualmente el puente de Trujillo sigue siendo uno de los accesos más importantes a la ciudad con aceras para peatones y plataforma para los vehículos.
Entorno del puente Trujillo
El entorno se compone de edificaciones históricas como la muralla, el cañón de la Salud sobre la puerta Trujillo, el molino Tajabor y el yacimiento Santo Tomé. Así como edificaciones más modernas como el parking y el propio puente Trujillo.
Bajo el Puente Trujillo se encuentra la edificación del molino Tajabor. El cuál tras muchos años de abandono actualmente el ayuntamiento de Plasencia está llevando a cabo una remodelación para dar a conocer este edificio y su interior.
También destaca en el entorno del puente Trujillo el yacimiento de Santo Tomé, visible desde el puente, este yacimiento era una ermita que se construyó sobre un templo musulmán tras la expulsión de la comunidad morisca.
Para llegar a la siguiente parada continuaremos camino por el paseo del río hasta llegar al molino de la Casca.
5ª Parada: Molino de San Lázaro o Molino de la Casca
La siguiente parada de la ruta Puentes de Plasencia, será en un molino.
El molino de San Lázaro, o Molino de la Casca se encuentra construido en el lecho del río. Junto al puente Tenerías.
Este molino en el siglo XVI pertenecía a Pedro de Cepeda. Pedro lo dejó en herencia al hospital de la Merced. El hospital de la Merced lo vendió al colegio de los jesuitas.
Tras la expulsión de los jesuitas, este molino pasó a manos particulares hasta 1972 que lo compró el ayuntamiento de Plasencia, a quien pertenece desde entonces.
Su construcción es en mampostería y sillares de granito.
En su interior encontramos el Centro de Interpretación del Agua, molino de la Casca.
A pocos metros del molino caminando por el paseo de la orilla del río nos encontraremos el puente de San Lázaro.
6ª Parada: Puente de San Lázaro
La última parada en nuestra ruta Puentes de Plasencia será en el Puente de San Lázaro.
El Puente de San Lázaro es el más antiguo de los que cruzan el río Jerte a su paso por Plasencia.
El que tenemos en la actualidad es del año 1538, aunque sobre uno anterior, que ya aparecía en los documentos de 1428.
El puente es de estilo gótico.
El origen inicial de este puente era dar salida al camino de la Sierra de Gata y Ciudad Rodrigo. Este camino era el predecesor de la actual EX370 (que va hacia Montehermoso).
También este puente era la entrada a los que venían desde Coria, unos 100 m subiendo hacia la ciudad encontramos la Puerta de Coria.
El nombre viene del hospital de San Lázaro, que se ubicaba en las cercanías (siglos XIII-XV), un lazareto para enfermos de lepra.
El puente cuenta con siete vanos (ojos) y seis pilares de sillería.
Consta de una doble inclinación, y se junta en medio.
El piso está construido en losa de cantería.
Encontramos algunos huecos, que servían originalmente para apartarse si venía otro carro.
Actualmente aunque está abierto al tráfico, cuenta con algunas restricciones.
En la actualidad este puente es el acceso al barrio de San Lázaro, que sufre problemas de venta de drogas. Pero el puente se puede visitar de día, sin necesidad de adentrarse en el barrio.
Los últimos años se ha popularizado como una zona para la observación de aves.
Ermita de San Lázaro
A la salida del puente de San Lázaro encontramos la Ermita de San Lázaro.
Esta ermita era parte de un lazareto que había en los siglos XIII-XV para enfermos de lepra.
La ermita consta de cabecera ochavada y tres naves, con cubierta actual en madera (fue reformada en el siglo XVIII).
En el interior, encontramos una capilla lateral, con azulejos de Talavera, datada en 1599. Esta capilla está dedicada a San Crispín y San Crispiniano, patronos de los zapateros.
El retablo mayor, que hoy se encuentra en el Palacio Episcopal, tenía tablas del taller de Juan de Borgoña (ubicado en Toledo), de los años 1500-1505.
Esta ermita alberga la imagen del Cristo de San Lázaro, imagen muy popular.