Rutas culturales por las ciudades de España para descubrir su historia y patrimonio caminando en zapatillas. Rutas a pie urbanas y senderismo.

Ruta Cotilleos de Palacios (I)

Vamos a hacer una ruta por Madrid para visitar algunos de sus mejores palacios, vamos a realizar la ruta Cotilleos de Palacios.

De la Calle Mejía Lequerica a la Calle Fernando el Santo.

Recorreremos unos cuantos palacios que tenemos por la zona alrededor del barrio de Almagro. No solo vamos a ver arquitectura (arquitectura de la mejor pues estos palacios están construidos por los mejores arquitectos de principios del siglo XX casi todos y tienen muchísima elegancia en cuanto a su construcción), sino que sobre todo nos vamos a fijar en sus historias. 

Realizaremos un repaso por la historia de cada uno de los palacios, su evolución, su desarrollo, pero sobre todo en la historia de los personajes que vivieron allí, y contaremos un poquito su vida, y también sobre todo aquello que más nos gusta, de los rumores, chismorreos, historietas, las anécdotas…

A esta ruta la hemos llamado Cotilleos de Palacios porque precisamente eso es de lo que vamos a hablar. 

Empezaremos visitando el Palacio del Conde de Villagonzalo o el Palacio de los Condes de Guevara.

Visitaremos el Palacio que se construyó la Condesa de Adanero. No sólo visitaremos palacios de la nobleza, también veremos los palacetes construyó para sí el arquitecto Manuel Sainz de Vicuña.

En la calle Fernández de la Hoz nos encontramos con el espectacular palacio del Duque de Tamames. Veremos el edificio donde hoy se encuentra la Embajada de Suecia, que en origen fue el Palacio de Don Joaquín de la Torre.

En el Palacio del Duque de Santo Mauro hoy disfrutamos de uno de los mejores hoteles de la ciudad de Madrid. El Conde de Cedillo tenía varias casas que hoy se han convertido en viviendas de lujo, visitaremos una.


1ª parada: Palacio del Conde de Villagonzalo

Inicio: Calle Mejía Lequerica, 2. Madrid.

Vamos a empezar nuestra Ruta de Cotilleos de Palacios, con el Palacio del Conde de Villagonzalo, ubicado en la calle Mejía Lequerica 2, una construcción en ladrillo y que da también hacia la plaza de Santa Bárbara y hacía la calle San Mateo.  

Palacio del Conde de Villagonzalo, Madrid
Palacio del Conde de Villagonzalo, Madrid – enzapatillas.es

Su origen tiene conexión con otro palacio también llamado Palacio del Conde de Villagonzalo, que en la actualidad se corresponde con el número 4 de la Calle Mejía Lequerica.

Vayamos a la historia. Todo empezó en el año 1748 cuando un tal Casimiro Ustariz se vino a vivir aquí y se construyó su palacete que se llamó el Palacio del Marqués de Ustáriz. Una primera construcción que corresponde actualmente al número 4 de Mejía Lequerica. Posteriormente los herederos se lo vendieron a los condes de Villagonzalo.

El séptimo conde de Villagonzalo, Miguel Maldonado, construye otro palacio en 1866 y para ello contrata al arquitecto Juan de Madrazo y Kunt. Es una edificación en un estilo neomedievalista, con toques medievales pero también introduciendo el ladrillo, algo muy típico madrileño, y fijaos sobre todo en la entrada, con balaustrada y una gran recepción hacia el patio. Con lo que Miguel Maldonado tiene los dos Palacios. 

Miguel Maldonado

Una de las historias de este palacio tiene relación con este séptimo conde de Villagonzalo, Miguel Maldonado.

Miguel era muy amigo del rey Alfonso XII. Habían estudiado en la misma academia militar y Alfonso XII se venía aquí a comer o a cenar muchísimos días, al Palacio del Conde de Villagonzalo.

Le encantaba venir aquí a visitar a su amigo, pero no solo por ver a su amigo sino por la buena comida que le daba la cocinera que tenía el conde de Villagonzalo, una joven toledana.

Esta joven toledana le hacía unas comidas muy tradicionales y le encantaban a nuestro Rey, tanto le gustaban que le insistía al conde para que le concediera el favor de que trabajara para él, tanto insistió que bajaron a las cocinas y se lo preguntaron a ella si se quería ir con el Rey.

Le preguntaron y ella contestó que no, que se quedaba con el conde de Villagonzalo. No fue por dinero ni fue por honor ni por prestigio, fue por amor a uno de los guardias del propio rey que venía siempre a escoltarle. Mientras el rey y el conde estaban comiendo en el salón elegante, él bajaba a las cocinas; y si ella se iba con el rey, perdería estas visitas. 

Miguel Maldonado, el séptimo conde de Villagonzalo, muere en 1921 y cada uno de los dos palacios van a pasar a un propietario diferente. 

El Palacio del Marqués de Ustáriz (Mejía Lequerica 4) pasa a su primogénito, Fernando. Y el del Conde de Villagonzalo (Mejía Lequerica 2) pasa a Luisa que es su segunda hija. 

Este palacio, El Palacio del Conde de Villagonzalo, fue el colegio desde el año 1930 hasta el año 1970. Actualmente se llama Palacio de Santa Bárbara y se dedica a realizar exposiciones, eventos… 

El otro palacio (Mejía Lequerica 4) estuvo mucho tiempo prácticamente abandonado, de hecho estuvo a punto de ser derribado por completo. Se hizo una reforma a principio de los 2000, pero tuvo que paralizarse ya que el propietario se vio implicado en la operación Malaya. El juez terminó embargando la propiedad y se paralizaron las obras. Ahora se ha vuelto a restaurar, y pertenece a un fondo de inversiones, relacionado con la familia Botín. Por fuera guarda su estilo clásico y sobrio del siglo XVIII, pero por dentro está completamente modernizado.


2ª parada: Palacio de los Condes de Guevara

Plaza de Santa Bárbara, 2. Madrid.

Siguiendo con nuestra Ruta Cotilleos de Palacios, ahora visitamos el Palacio de los Condes de Guevara, en la Plaza de Santa Bárbara, 2. Palacio realizado por el arquitecto Joaquín Plá Laporta en 1920 para hablar de más cotilleos de Palacios.

Palacio de los Condes de Guevara, Madrid
Palacio de los Condes de Guevara, Madrid – enzapatillas.es

El Palacio de los Condes de Guevara, es un palacio ecléctico. Mezcla el ladrillo y la piedra artificial. En la decoración podemos ver detalles barrocos en los balcones, el gran Torreón rematado con un chapitel o la entrada de carruajes con tres arcos escarzanos.

Historia

Carlos III encarga a Ventura Rodríguez en la finca que habría aquí, la construcción de lo que se llamó el saladero, que no era otra cosa más que un matadero de cerdos y saladero de tocino. Para lo cual, Ventura Rodríguez construye un edificio en 1770. 

A principios del siglo XIX este matadero se va a convertir en cárcel, la Cárcel del Saladero, que tuvo su actividad más de 50 años. En esta cárcel estuvieron presos muy conocidos como Luis Candelas, Salustiano Olózaga, el cura Merino o el torero Frascuelo. 

Muchos cronistas de la época (como Mesoneros Romanos) nos hablan de las penosas condiciones de esta cárcel. 

A finales del siglo XIX se decide derribar este edificio y trasladan a los presos a la cárcel modelo, que estaba en Moncloa donde hoy se sitúa el Ministerio del Aire.

Rodrigo y Asunción

Aquí empieza nuestro cotilleo. 

Por un lado tenemos a Rodrigo Vélez Ladrón de Guevara, a partir de ahora le llamaremos Rodrigo. 

Y por otro lado estaba Asunción. 

Rodrigo conoce a Asunción, que era la futura Condesa de Bornos, una mujer muy acaudalada y poco agraciada. 

Comenzaron una relación y decidieron casarse. 

La madre de Asunción, la condesa de Bornos, no dio autorización al matrimonio porque Rodrigo había luchado años antes en el bando carlista, con lo cual pensó si se casaba su hija con este señor se iba a enfadar el rey Alfonso XII, así que se anuló la boda. 

Poco después se enteran de que Rodrigo ha fallecido. 

Asunción quedó desconsolada, rechazó a cualquier pretendiente y se dedicó a la beneficencia. 

Pero veinte años después reaparece Rodrigo con mujer y con hijos. 

Poco a poco va retomando amistad con Asunción, que llega a nombrarle su secretario personal, el organizador de sus finanzas y le otorga un sueldo de 1.000 pesetas al mes en 1900. 

También le nombró heredero de todos sus bienes. 

Poco después fallece Asunción y Rodrigo pasa a ser el heredero.

Pleito Bornos

Se desató lo que se llamó el pleito Bornos: un familiar de Asunción reclama la herencia a través de un testamento antiguo y esto fue la comidilla del país durante años. 

Finalmente se declara Rodrigo heredero y ya sería su hija María Dolores la que mandaría a construir el Palacio de los Condes de Guevara en 1920 a Joaquín Plá.


3ª parada: Palacio de la Condesa de Adanero

Calle Santa Engracia, 7. Madrid.

Para continuar nuestra Ruta Cotilleos de Palacios, nos encontramos ahora en la calle Santa Engracia número 7, en el Palacio de la Condesa de Adanero. En este lugar fue donde estaba ubicada la Fábrica de Tapices de Santa Bárbara.

Palacio de la Condesa de Adanero, Madrid
Palacio de la Condesa de Adanero, Madrid – enzapatillas.es

Cuando la Fábrica de Tapices se instaló aquí en 1720 se encontraba fuera de las murallas de Madrid, que iban por las rondas, actuales calles Génova, Sagasta, Carranza… Jacobo Vandergoten sería su primer director, y tuvo trabajadores tan importantes como Antón Rafael Mengs o Francisco de Goya. En el año 1883 ésta es derribada. Por entonces ya se había ampliado la ciudad y la condesa de Adanero decide construir aquí su palacete, de ahí su nombre, Palacio de la Condesa de Adanero. 

El Palacio de la Condesa de Adanero es encargado a Joaquín Saldaña, pero estaba tan ocupado que sólo hizo las trazas del palacio y luego fue Mariano Carderera el que lo realizó.

La condesa de Adanero se llamaba Josefa Fernández Durán y Caballero, hija de los Marqueses de Perales del Río, que vivían en otro palacio, actualmente es de la Filmoteca Española, en la calle Magdalena (construido por Pedro Rivera).

Josefa se viene a vivir a este Palacio de la Condesa de Adanero, en la parte inferior de la vivienda. Los pisos superiores, dos pisos dúplex eran para alquiler. El Palacio tenía todo tipo de servicios: cocinas, cuarto de basura, lavandería, zona para el servicio, montacargas, con escaleras interiores y todo tipo de accesos.

Historia del Palacio

Cuando se realiza este Palacio de la Condesa de Adanero, Josefa está viuda. Su marido, el décimo Conde de Adanero fallece montando a caballo. Ella queda viuda siete años después de casarse y con cuatro hijos. Aquí está viviendo poco tiempo, puesto que se va a un piso a la Calle Marqués de Riscal, y este Palacio lo alquila. 

Durante la Guerra Civil (1936-1939) es ocupado por los milicianos e instalan aquí el almacén de objetos incautados. Además Dolores Ibárruri, La Pasionaria, tiene aquí su despacho. 

Tras la guerra el palacio vuelve a las manos de la Condesa, pero en 1940 se lo vende al Estado, quien en un primer momento instala aquí un sindicato del metal. 

En el año 1959 se realiza una importante reforma, haciendo una ampliación, construyendo un edificio para aulas y salones de conferencias. 

Sigue perteneciendo al Estado, y actualmente al Ministerio de la Administración Pública

El estilo de este Palacio de la Condesa de Adanero es el típico de Saldaña, un estilo afrancesado, decorado con molduras, guirnaldas, balconcitos, balaustradas y decoraciones exuberantes. En su interior conserva una de las mejores escaleras interiores que podemos tener en un palacio, es una escalera de gala que parte desde la entrada y que además está iluminada por una bella cristalera.


4ª parada: Palacetes de Manuel Sainz de Vicuña

Los siguientes palacios a los que nos dirigimos en nuestra ruta Cotilleos de Palacios, se encuentran en la Calle de Covarrubias 23 y 25. 

Son dos palacetes de Manuel Sainz de Vicuña, arquitecto, completamente diferentes, unidos por el jardín.

Del palacete del número 23 destaca el balcón en chaflán que sobresale un escudo barroquizante y algunas decoraciones en molduras. El del número 25 destaca por el torreón, rematado en chapitel y algunas decoraciones en art déco. 

Vayamos atrás en la historia. Ahora mismo nos encontraríamos fuera de las murallas de Madrid, fuera de la cerca de Felipe IV. Esta zona donde estamos, este triángulo formado por las calles Sagasta, Santa Engracia y Luchana se conoció como Los campos del tío Mereje. ¿Quién era el Tío Mereje? Había un pastor de cabras en esta zona llamado Hermenegildo, un hombre muy popular, muy carismático y simpático que le conocía todo Madrid, y cariñosamente le llamaban Tío Mereje. En los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós habla sobre los campos del Tío Mereje, y se cree que la obra La Gitanilla de Miguel de Cervantes se basó en esta zona. 

Manuel Sainz de Vicuña

Mucho tiempo después, en 1923 llegamos a Manuel Sainz de Vicuña, propietario de estos palacios. Manuel nació en una familia adinerada, su padre fue cofundador de la empresa de jabones GAL, y de la que Manuel sería presidente durante casi cincuenta años. Manuel Sáinz de Vicuña estudió arquitectura y con los mejores profesores del momento. Estudió con Ricardo Velázquez Bosco, con Modesto López Otero y con Antonio Palacios

Manuel Sainz de Vicuña tiene obras por toda España y entre ellos también estos dos palacetes que construyó junto a su colaborador habitual, Julio Carrilero. El Palacio del número 23 lo diseña Julio Carrilero, y el del número 25 Manuel, por eso tienen ese toque diferente cada uno. 

Manuel Sainz de Vicuña se va a casar con Avelina, hija de Manuel García Prieto, uno de los políticos más importantes de esta época y que hizo que Manuel también se dedicara a la política durante algunos años. En los años cuarenta Manuel Sainz de Vicuña fundó la inmobiliaria Urbis, encargada de urbanizar los barrios del Niño Jesús y de Moratalaz. En Moratalaz hay un colegio que homenajea a Manuel Sainz de Vicuña en su nombre. 


5ª parada: Palacete del Duque de Tamames

Calle Fernández de la Hoz, 9. Madrid.

Y seguimos viendo palacetes espectaculares en nuestra ruta Cotilleos de Palacios. Nos encontramos ahora en el Palacete del Duque de Tamames, realizado en el año 1913 por Manuel Álvarez Naya

Palacete del Duque de Tamames, Madrid
Palacete del Duque de Tamames, Madrid – enzapatillas.es

De este Palacete del Duque de Tamames destaca sobre todo la estructura en torreón circular o semicircular que tenemos justo en la esquina.

Este esquinazo que queda tan enfatizado con esa forma curva tan impresionante y con el remate en el torreón en forma de cúpula apizarrada.

En todo el resto tiene toques muy sencillos, sobrios pero muy elegantes con módulos, esculpidos, columnas, balcones… todo ese tipo de decoraciones tan del gusto afrancesado. 

El ducado de Tamemes es un título nobiliario creado en 1805 por el rey Carlos IV, se lo concede a los señores de Tamames.

Tamames es una población de Salamanca. 

Este palacete del Duque de Tamames fue realizado para José Messía y Gayoso de los Cobos IV Duque de Tamames. Fue diputado, senador y gobernador civil de Madrid. Fue el primer presidente de la Asociación escultista de exploradores de España, parecido a los boy scouts. 


6ª parada: Palacio de Don Joaquín de la Torre 

Calle Caracas, 25. Madrid.

Y continuando con nuestra Ruta de Cotilleos de Palacios, este bonito palacio, llamado en origen Palacio de Don Joaquín de la Torre hoy es más conocido por ser la Embajada de Suecia

Palacio de Don Joaquín de la Torre, Madrid
Palacio de Don Joaquín de la Torre, Madrid – Zarateman (CC BY-SA)

Orígenes

Don Joaquín de la Torre era un empresario que decide construirse un palacio en la zona noble de Madrid. Contrata al arquitecto Eugenio Jiménez Corera, un arquitecto muy importante que participó en la iglesia de San Fermín de los Navarros o en la fábrica el águila en la zona de Delicias.

Sin embargo, por unos problemas, Corera se va del proyecto y contratan a otro arquitecto, Luis María Castiñeira.

Un año más tarde tuvo una primera remodelación por parte de Ricardo Velázquez Bosco y ya muy entrados en el siglo XX se hizo el añadido de ladrillo de la esquina que según el COAM (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid) es una de las mejores intervenciones que se han hecho en Madrid.

El edificio original, lo que es el Palacio de Don Joaquín de la Torre, tiene una bonita decoración como las ménsulas -que tienen decoraciones vegetales- una fina rejería, pero son los remates de los templetes de las ventanas con esa forma de palmera tan característica los que le dan un toque muy bonito y elegante. 

Embajada de Suecia

Vamos a los cotilleos de Palacios de este Palacio de Don Joaquín de la Torre.

Don Joaquín sólo pudo disfrutar del palacio 5 años porque fallece.

Entonces aparece Fritz Wedel Jarlsberg, un empresario escandinavo que quería encontrar un contacto en Madrid para importar salmón noruego y venderlo.

Como estaba por Madrid le echó el ojo al Palacio de Don Joaquín de la Torre, contactó con el gobierno sueco, comenzó las negociaciones y lo compró pensando en la Embajada de Suecia.

Jarlsberg, que tenía muy buen gusto decorativo, se fue a París para adquirir espejos y mobiliarios de la mejor calidad, también encargó tapices a la Real Fábrica de Tapices. Un año después, en 1905, se produce la desunión entre Suecia y Noruega y Jarlsberg que era noruego tiene que salir, sin darle ningún tipo de compensación ni agradecimiento, y colocaron en su lugar a un sueco que se quedó como embajador de Suecia. 

No sabemos qué pasó con Jarlsberg, el caso es que desde entonces se sitúa aquí la Embajada de Suecia.

Han sido varios los intentos de compra de este palacio ofreciendo mucho dinero, pero el gobierno sueco siempre se ha negado. 

Tanto durante la Guerra Civil (1936-1939) como durante la II Guerra Mundial (1939-1942) este palacio se consideró una zona neutral y a él vinieron exiliados de diferentes países. 


7ª parada: Palacio del Duque de Santo Mauro  

Calle Zurbano, 36. Madrid.

Siguiendo con nuestra Ruta Cotilleos de Palacios, en este lugar vamos a ver dos palacios. Porque tenemos aquí el Palacio del Duque de Santo Mauro y el Palacio del Conde de Estradas. Pertenecieron a un mismo propietario aunque cada uno fue construido por una persona diferente. 

Palacio del Duque de Santo Mauro, Madrid
Palacio del Duque de Santo Mauro, Madrid – enzapatillas.es

Empezamos por el Palacio del Conde de Estradas, edificado en 1883 por el arquitecto R. Legrand, aunque finalmente será Bautista Lázaro de Diego quien lo realizará.  Ignacio Fernández de Henestrosa, fue el conde de Estradas que lo realiza. Éste era conde de Estradas por matrimonio, puesto que se había casado con la Condesa de Estradas.

Mariano Fernández de Henestrosa

Su hijo Mariano Fernández de Henestrosa era el tercero en la línea de sucesión, y en las caballerizas del palacio de su padre se construye su palacete, el Palacio del Duque de Santo Mauro en 1899 también obra de Bautista Lázaro, el mismo que termina el palacio de su padre. 

Mariano consigue el título de conde de Estradas a la muerte de su madre, pero antes había tenido que reclamar el título de Duque de Santo Mauro procedente de su abuela, que había sido principessa de Santo Mauro, era un título italiano, y al ser traído a España, se quedó como Primer Duque de Santo Mauro, y de ahí el nombre de su palacete, Palacio del Duque de Santo Mauro. 

Mariano fue un personaje muy interesante. Embajador de Japón, Estados Unidos o Vietnam.  En Vietnam terminó haciendo un libro sobre viajes y todo lo que se encontró allí, titulado “Cartas a mi familia desde el reino de Annam”.

Ya en España se dedicó de lleno a la política, fue senador por la provincia de Jaén, posteriormente senador vitalicio gracias a sus títulos nobiliarios e incluso llegó a ser alcalde de la ciudad de Madrid. Fue alcalde durante 8 meses entre 1900 y 1901. Se recuerda de su alcaldía la reforma de la puerta del sol de la cual se puso el empedrado. 

Se casó con la Condesa de Ofalia, viuda del Duque de Medinaceli

El Duque de Santo Mauro era muy amigo de Alfonso XIII. Mariano fue uno de los personajes que consiguió que el Rey hiciera famosa la ciudad de Santander invitando a los reyes a veranear allí y consiguiendo que se construyera el famoso Palacio de la Magdalena. 

También la reina Victoria le terminó regalando el retrato que le había hecho Joaquín Sorolla, que estuvo en este Palacio del Duque de Santo Mauro durante mucho tiempo. 

Estado del Palacio

Tras la muerte del Duque, el Palacio de Santo Mauro pasa a manos de sus herederos.

En el año 1936, durante la Guerra Civil, es ocupado por los milicianos. 

Tras el final de la Guerra, el Palacio del duque de Santo Mauro queda abandonado.

Varias embajadas se instalan provisionalmente aquí, aunque el estado del Palacio es bastante calamitoso.

En 1989 lo compra una cadena hotelera que es la que lo tiene actualmente con el nombre de Hotel Santo Mauro.


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