En la Ruta Mitología en Madrid (I) vamos a ver cómo la mitología rodea nuestras vidas, está alrededor de nosotros aunque no nos demos cuenta. Los días de la semana, los meses del año, las constelaciones, los planetas del Sistema Solar, dichos, refranes… son referencias a la mitología clásica.
Cuando hablamos de mitología clásica nos referimos a la mitología que abarca el mundo griego y el mundo romano.
En esta ruta vamos a unificar la mitología griega y la romana porque sus significados son muy parecidos, muchos dioses tienen ambas correspondencias y sus atributos son los mismos.
La mitología clásica ha estado muy presente en la historia del arte y en muchos edificios y monumentos de la ciudad de Madrid. En esta ruta vamos a ir recorriendo algunos de estos edificios y ver y contar sus historias, leyendas o mitos.
Antes de comenzar la ruta, vamos a comentar algunas cosas:
- Vamos a hablar de forma indistinta de dioses griegos y romanos, porque como hemos dicho tiene su correspondencia.
- Las historias que vamos a contar no tienen que ser únicas, porque la mitología clásica tiene muchas leyendas, y hay diferentes mitos que se han ido contando de formas dispersas a lo largo de la historia.
- Vamos a hablar un poco de simbología a lo largo de la ruta.
En nuestra vida cotidiana hacemos referencia a palabras que no sabemos que vienen de la mitología clásica. Si decimos que un personaje es ‘hercúleo’, y nos referimos a que es muy fuerte, estamos haciendo referencia al dios Hércules (griego) o Heracles (para los romanos). Si hablamos del ‘eco’, no pensamos que viene de una diosa griega que fue castigada a repetir las últimas sílabas de cada frase. O cuando decimos que una persona es ‘narcisista’ no pensamos que proviene de Narciso, un joven en la mitología clásica que se acercó al borde de un lago y se enamoró tanto de su propio retrato que terminó ahogándose en este lago.
Estas y otras historias son las que contaremos a continuación en la Ruta Mitología en Madrid (I). Puedes complementar esta ruta con la Ruta Mitología en Madrid (II).
1ª Parada: La Mariblanca
La primera parada de la ruta Mitología en Madrid (I) será en la Mariblanca, una de las esculturas más conocidas de la ciudad de Madrid.
La figura de la Mariblanca llegó a Madrid a principios del siglo XVII, desde Italia y es Ludovico Turqui quien la trae aquí.
Se dice que era una forma del rey para congraciarse con la ciudad de Madrid porque veinte años antes, en 1605, la capital había vuelto a Madrid después de unos años de traslado a Valladolid.
La mayoría de las fuentes nos dicen que Mariblanca sería la antigua diosa Venus (romana) o Afrodita (griega). Hay otras versiones que dicen que es Diana, pero la mayoría parece que coinciden en que es una Venus.
En la escultura vemos a la mujer (Venus) en ese color blanco, aparece un amorcillo en la parte de abajo y dos delfines con unos dientes un poco extraños.
Cuando se colocó esta estatua aquí, en 1625, la gente empezó a decir qué figura sería. Será una Virgen, la Virgen María. Y al ser blanca, se quedó con el nombre de Mari-blanca. Y hoy oficialmente su nombre es la Mariblanca, pese a ser una Venus.
Venus nació de una forma muy curiosa. En aquel tiempo el Dios Supremo era Urano. Urano escondía a los hijos para que no pudieran quitarle el poder. Uno de sus hijos, Crono, se rebeló y le cortó a su padre los genitales con una guadaña. Los genitales cayeron al mar, y de la espuma nació Venus o Afrodita, la diosa de la belleza, la diosa de la sexualidad.
Esta figura de la Mariblanca que tenemos aquí, no es la original. Hoy en día en Madrid encontramos hasta tres mariblancas, una original y dos copias.
La original está en la Casa de la Villa, antigua sede del Ayuntamiento de Madrid. Puedes conocer más sobre la Casa de la Villa en la ruta Madrid en Femenino.
De las dos copias, una la tenemos aquí, en la Puerta del Sol, y la otra está en el Museo Municipal.
Es una de las figuras más famosas de Madrid, pero ha estado en muchísimos lugares. Se realizó para coronar una fuente monumental que había en el centro de la Puerta del Sol, después la llevaron, con la fuente incluida, a la Plaza de las Descalzas. Más tarde estuvo en El Retiro ya sin fuente, simplemente la escultura. Posteriormente se guardó en dependencias municipales y años más tarde se decidió colocar en el Paseo de Recoletos.
Estos años que estuvo en el Paseo de Recoletos le pasó de todo: le amputaron un brazo, la cabeza, fue vandalizada en numerosas ocasiones… así que se decidió quitarla de ahí, restaurarla y dejarla a buen recaudo en la Casa de la Villa.
Aquí se colocó una copia para recordar que esta Mariblanca estuvo aquí durante prácticamente los últimos cuatro siglos de nuestra historia.
2ª Parada: Real Casa de Correos
La siguiente parada de la ruta Mitología en Madrid (I) la hacemos en el Palacio de la Casa de Correos. El edificio que vemos es de alrededor de 1770 y está hecho por Jaime Márquez en tiempos de Carlos III con el uso de Casa de Correos.
En su fachada hay varias curiosidades, pero de la que vamos a hablar ahora es de Hércules.
Hércules
Sobre la clave del arco principal, sobre la portada, aparece la cabeza de Hércules. Se sabe que es Hércules porque tiene en su cuello las garras del León de Nemea, y lleva una capa con el pelaje de este león. Este león fue uno de los doce trabajos que tuvo que realizar para demostrar su inmortalidad.
Al lado de Hércules aparecen varias cabezas de leones, bajo el balcón principal.
Las cabezas de leones hacen referencia a la monarquía española. Representan la fuerza y son elementos protectores. Hércules siempre ha sido relacionado con grandes emperadores, grandes gobernadores, grandes militares y con personajes que regían los destinos de grandes imperios.
Carlos III quiso asociar la personalidad del personaje Hércules a su propio destino y a su propio gobierno.
Hércules era hijo de Zeus (griegos) o Júpiter (romanos).
Una noche, Zeus se disfrazó de Anfitrión y entró en la cama de la esposa de éste, Alcmena, la cual quedó embarazada.
Al día siguiente volvió Anfitrión, que estaba en la guerra, y también yació con él.
A los nueve meses nacieron dos hijos, Hércules -sobrehumano- y un humano -hijo de Anfitrión-.
Para saber cuál era el humano, una noche les metieron unas serpientes en la cama, el humano salió corriendo y Hércules las cogió y las hizo un nudo.
Sabiendo que era Hércules hijo de un dios, empezó a hacer diferentes hazañas ya en su juventud.
Un día, Hera, la esposa de Zeus, que estaba despechada por el amorío que había tenido su esposo con una mortal, decidió castigar a Hércules envenenándolo en un banquete.
En ese banquete Hércules se volvió loco después de ser envenenado y terminó matando a su propia esposa y a sus hijos.
Los dioses le castigaron a morir, pero había una única cosa que podía salvarle, demostrar su inmortalidad. La forma de demostrarlo fueron los doce trabajos, uno de ellos, como el del León de Nemea.
Mucho tiempo después, después de muchas hazañas y muchos combates, Hercules murió de una forma muy extraña.
Hercules tenía una relación con Deyanira, que sentía mucho celos ya que Hércules, al igual que su padre no era hombre de una sola mujer.
Deyanira pidió ayuda a un centauro, que le dijo que para que su esposo fuese fiel tendría que coger la sangre del centauro, untar una camisa y que Hércules se la pusiera.
Cuando Hércules se puso esa camisa, empezó a pegársele al cuerpo y abrasarle. Cada vez que intentaba quitarsela caían trozos de su piel.
Como Hércules vio que su muerte se acercaba, decidió morir de forma honrosa, eligió un monte, hizo una pira y se arrojó para ser incinerado.
Después subió al cielo, porque como hemos dicho, demostró su inmortalidad con los doce trabajos. Allí volvió a casarse, en este caso con Eve.
3ª Parada: Estatua del Oso y el Madroño
Y la siguiente parada de la ruta Mitología en Madrid (I) es también en la Puerta del Sol. Ya que vamos a hablar también sobre simbología, no solo sobre mitología, tenemos que hablar del famoso Oso y el Madroño, los emblemas de Madrid.
El oso aparece en el escudo de Madrid antes que el madroño. A principios del siglo XIII ya se representaba un oso andando por un campo. Este oso tenía alrededor 7 estrellas.
Posteriormente se le añadió el madroño, como conocemos hoy en día.
Hay teorías que dicen que el oso está en el emblema porque en la Edad Media había muchos osos en Madrid y sus alrededores.
Otras teorías nos hablan de que no sería un oso, sino que sería una osa, y que representaría la Osa Menor.
En Madrid hubo varias escuelas de astronomía donde se observaba el firmamento, y de ahí puede venir. También se dice que podría venir del cielo tan bonito que había en Madrid.
En cuanto al madroño también hay varias teorías.
Una nos cuenta que el oso representaba el Estado o el Ayuntamiento de la ciudad de Madrid, y que la Iglesia quería también su símbolo, por ello se coloca un árbol en el escudo de Madrid representando que el poder del Ayuntamiento (representado por el oso) se apoya en el árbol que representaría la Iglesia.
Otra teoría nos dice que el madroño viene de una campaña propagandística de la ciudad de Madrid. Hubo una epidemia de peste, se cuenta que cerca de un tercio de la población de Madrid falleció, y entonces justo después de la epidemia cuando empiezan a recuperarse las cosas, la ciudad de Madrid decide hacer una campaña propagandística plantando madroños. Los madroños, que no son originarios de Madrid, suelen crecer en entornos húmedos y con aire muy limpio. Entonces si hay muchos madroños en Madrid pues es que ya estamos sanos, es que la epidemia ha pasado.
Monumento
La figura que tenemos aquí procede del año 1967, que es cuando se cambia el escudo de Madrid volviendo al original del Oso y Madroño.
Para conmemorar esto, Navarro Santa Fe es el que hace esta obra, representando las dos figuras, el Oso y el Madroño.
Se dice que Santa Fe utilizó un oso de la casa de fieras, que procedía de los Picos de Europa, para fijarse en él y de él hacer la escultura que tenemos aquí.
Es una cultura que pesa 20 toneladas.
4ª Parada: Real Casa de la Aduana
La Ruta Mitología en Madrid (I) nos lleva hasta el edificio de la antigua Casa de la Aduana, actualmente es Ministerio de Hacienda.
Mientras fue Casa de la Aduana, todos los productos que llegaban a toda España tenían que pasar por aquí para quedar registrados, consignados y pagar el impuesto correspondiente.
Vamos a hablar de un símbolo que se encuentra en sus tres puertas de acceso, que dan hacia la calle Alcalá.
Se trata del mismo símbolo que aparece en los ‘reales de a 8’, la moneda española del siglo XVIII.
Esta moneda se llama Columnario de Mundos y Mares. Surgieron en el año 1722, en tiempos de Felipe V, rey de España.
Se quería una moneda fuerte, que fuera imposible de modificar su peso o su tamaño.
Hasta este momento había otras monedas que estaban hechas de forma macuquina, que se refiere a hacerlas de forma manual, y por tanto no quedaba bien hecho el corte y había gente que aprovechaba para rebordear sus cantos y sacar algo del metal.
Esta quedaba perfecta, por eso era la moneda más fuerte e importante no sólo en la economía española, sino internacional, durante todo el siglo XVIII
Columnario de mundo y mares
El nombre, ‘columnario de mundos y mares’, viene de que tiene varias columnas.
Dos columnas a la derecha y dos a la izquierda.
Son las columnas de Hércules, hablando de mitología. Hércules separó las dos columnas para formar el Estrecho de Gibraltar y se representa así.
También tiene una cinta en la que aparece Plus Ultra.
Plus Ultra hace referencia a que con el viaje de Cristóbal Colón se consiguió ir más allá del océano. Antes de Cristóbal Colón se pensaba que el mundo acababa justamente en el Cabo de Finisterre, el fin de la tierra, sin embargo se comprobó que fue más allá.
En la parte de abajo hay una serie de ondulaciones marinas. Representa el mar, que une los dos globos terráqueos, a ambos lados.
Los dos globos terráqueos son los dos mundos (Europa y América), y eran los dos territorios que acumulaba Carlos III en ese momento.
Esta moneda estuvo en vigor hasta finales del siglo XVIII. A partir de 1773 empezó a dejar paso a otro tipo de monedas, los llamados Pelucones.
A esta moneda de ‘Real de a 8’, en Alemania se la llamaba ‘Moneda fuerte’, que traducido es ‘Tólar’.
Esta moneda también tuvo su aparición en Norteamérica. Cuando los indígenas intentaban comerciar con los europeos, y les intentaban pagar en paja, trigo, u otros objetos, ellos les decían que querían el Tólar, y marcaban en la tierra las dos columnas y la cinta.
Este símbolo (dos columnas y la cinta) es el que aparece en el Dólar, moneda estadounidense.
Cuando Estados Unidos fue una país oficial, y tenían que acuñar moneda, tomaron como referencia el Real de a 8 español, llamándole Dólar, derivado del Tólar
5ª Parada: Edificio del Banco de Bilbao
Según avanzamos por la calle de Alcalá con la Ruta Mitología en Madrid (I), nos encontramos con el espectacular edificio del antiguo Banco de Bilbao.
Cuando se construye, a principios del siglo XX, en la calle Alcalá se van situando diferentes entidades bancarias.
Este edificio, proyectado por Ricardo de Bastida y Bilbao, se fundó en el año 1923.
Como en esta ruta estamos con mitología, vamos a centrarnos en sus símbolos mitológicos.
En el último piso del edificio vemos una serie de personajes, que parecen gigantes sentados en la cornisa.
Sin embargo, lo más conocido de este edificio son las dos enormes cuadrigas que lo coronan.
Estas cuadrigas fueron obras del escultor vasco Higinio Basterra.
En origen no eran negras, sino que eran doradas.
El primer hecho, que salió en la prensa de la época, es que vinieron las figuras en tren. Cada caballo en su caja, la cuadriga y el auriga en su caja en el tren. Al llegar a Madrid y desembalarlo falta un caballo. El escultor, Higinio Basterra, se enfada mucho y lo que hace es ir a hablar con los responsables del tren e ir con ellos todo el recorrido que habían hecho las figuras hasta que encontraran el caballo. Lo encontraron a unos 100 km de Madrid, pudieron traerlo y completar la figura.
Es una cuadriga con un auriga. En un primer momento no parece que represente a algún personaje mitológico.
Aunque hay teorías de que pueda representar a Erictonio, hijo de Hefesto (griego)/ Vulcano (romano) y Atenea.
Hefesto/Vulcano era el dios forjador de armas, tenía su fragua, y era un dios deforme, bastante feo.
Atenea, diosa de la guerra, fue a verle para que le diera un arma que le estaba forjando.
Hefesto en ese momento se sintió totalmente atraído por Atenea se abalanzó sobre ella. Atenea no se dejó pero en ese pequeño momento de abalanzarse contra ella no se aguantó y eyaculó.
Atenea se limpió la eyaculación, que cayó al suelo. De esa eyaculación en el suelo nació este Erictonio por eso decimos que es un hijo entre comillas.
A Erictonio se le atribuye la invención de la cuadriga, por eso hay quien dice que puede ser él el que está representado aquí.
Normalmente el auriga aparece sentado, tirando de los caballos, pero aquí está de pie. Pero el sentido que tiene es visual, si el auriga estuviese sentado desde el suelo no se le vería.
Finalmente contar por qué cambiaron de color, del dorado al negro que tenemos ahora. Durante la Guerra Civil (1936-1939) en este edificio había responsables de sindicatos y responsables políticos de la Segunda República, aquí se ocultaban y se reunían. Dos cuadrigas doradas en la azotea era un objetivo clave para los bombardeos, así que decidieron pintarlas de negro y todavía hoy las conservamos así.
6ª Parada: Iglesia de las Calatravas
Y siguiendo por la calle Alcalá, la siguiente parada de la Ruta Mitología en Madrid (I) nos lleva hasta la iglesia de la Concepción real de las Calatravas, así llamada desde el siglo XVII. Se fundó aquí alrededor de 1630. Aunque la reforma que se hizo posteriormente es la que le ha dado el toque tan original que tenemos actualmente, un toque rojizo en la fachada y unas decoraciones al estilo italianizante.
La reforma fue alrededor del año 1858, realizada por Juan de Madrazo y Kuntz. Y fue costeada por Francisco de Asís, el marido de Isabel II, se dice que de su propio peculio, de su propio dinero.
En esta reforma se pusieron una serie de detalles en la fachada que llamaron y siguen llamando mucho la atención.
Hasta ahora hemos visto monumentos y detalles mitológicos y de simbología en edificios civiles pero lo más curioso es ver mitología clásica en un edificio religioso.
Sobre la puerta principal, junto a la Virgen Inmaculada aparecen dos representaciones curiosas. A cada uno de los lados aparecen una especie de serpientes con cabeza representando a faunos.
Junto a la Virgen, en la parte superior, aparecen representaciones de grifos o esfinges aladas.
En la cornisa, junto a cruces y otras decoraciones también vemos estas representaciones de grifos o esfinges aladas.
Fauno
Hablando sobre mitología, podemos hacer referencia a los faunos.
Al hablar de faunos o sátiros, es una generación, pero también se habla del dios romano Fauno, que es la correspondencia del dios griego Pan.
Este dios es un Dios salvaje. No se sabe muy bien quién era su madre.
Se cuenta que nada más nacer su propia madre se asustó de él porque tenía cuernos de cabra, patas de cabra y barba de chivo. Era bastante grotesco.
Se dedicaba a perseguir a las ninfas para asustarlas.
Se cuenta que cuando luchaban dos ejércitos, él aparecía frente al que quería perjudicar y pegaba un grito tremendo, que hacía asustar a todo el ejército que huía en desbandada. En la batalla de Maratón, ayudó así a los griegos contra los persas.
De este dios Pan viene la palabra pánico, ya que es lo que sentían los enemigos al ver gritar al dios Pan.
Grifo o esfinge alada
No tenemos muy claro por qué aparecen grifos o esfinges aladas en esta iglesia, sabemos que era muy habitual del siglo XIX el poner representaciones de mundos orientales en las decoraciones, representaciones egipcias, árabes o chinas.
Tienen alas de ave bastante grandes. Cabeza de pájaro. La parte trasera y las garras de león. Es una triple representación.
Es un animal mitológico que se dedicaba a colocarse en los caminos para ahuyentar a todo aquel que fuera pasando. Muchas veces les decía una adivinanza y si no la resolvían eran devorados inmediatamente por este animal mitológico.
7ª Parada: Edificio Metrópolis
Siguiendo la Ruta Mitología en Madrid (I), llegamos hasta uno de los edificios más reconocibles de Madrid, el Edificio Metrópolis. Por la entrada de la calle Alcalá vemos una puerta bastante curiosa.
El edificio Metrópolis se construye a principios del siglo XX, por dos arquitectos franceses Jules y Raymond Février, como sede principal de la Unión y el Fénix, importante aseguradora de finales del XIX y siglo XX.
Está lleno de simbología, de esculturas alegóricas, en las puertas, en los balcones… Y también encontramos mitología.
Una empresa de seguros está para sacarte del atolladero si te ocurre algo, si tienes una desgracia.
En la puerta vemos a Baco o Dionisio, el dios del vino, de la fiesta, del divertimento. Éste nos representa. Disfrutamos de la vida, y si ocurre algo para eso encontramos el león que vemos más arriba.
El león representa la fortaleza. La fortaleza de la empresa de seguros que nos sacará de este atolladero.
Pero no son los únicos símbolos que vemos.
Ave fénix
Arriba, justo debajo de un balcón, vemos varias aves fénix.
El ave fénix es una criatura mitológica, una de las más antiguas que se conoce. Según cuenta la leyenda este ave vivía alrededor de 500 años y cuando pasaban esos 500 años se incendiaba, quedaba una montaña de cenizas, de esa montaña de cenizas resurgía el ave fénix.
Era un ave al que se le atribuyen poderes curativos. Se decía que las lágrimas de las aves fénix lo que hacían era curar a las personas.
Qué mejor para representar una empresa de seguros que un ave que se incendia, se queda hecha una montaña de cenizas, y luego resurge de sus propias cenizas.
8ª Parada: Sede del Ministerio de Educación
La última parada de la Ruta Mitología en Madrid (I) nos lleva hasta el antiguo Ministerio de Instrucción Pública, creado en el año 1916, y para tal se construyó este edificio. Y es en este momento cuando se hacen las decoraciones de la fachada.
Ricardo Velázquez Bosco es el que realizó el edificio, y a finales del siglo XX se hizo el añadido de la parte superior.
Como esta ruta es de mitología, vamos a hablar de quien aparece representada en las claves de los tres arcos de acceso al edificio.
Vemos unas cabezas blancas, con un casco gris. Se trata de Atenea.
El Ministerio de Instrucción Pública corresponde al Ministerio de Cultura actual (entre otras cosas).
La diosa Atenea es la diosa de la sabiduría, la inteligencia. Por tanto, es lógico que apareciera en un edificio dedicado a la educación.
La diosa Atenea siempre aparece representada con un casco y en el casco una protuberancia, algo que hace referencia a su nacimiento.
Su padre era Zeus, el dios más importante.
Zeus se enamoró de una diosa llamada Metis, que es la diosa de la sabiduría, del conocimiento, de la inteligencia.
Ya que Metis estaba embarazada, fue al oráculo de la Madre Tierra, que le dijo que el próximo hijo que naciera de Metis sería mucho más fuerte que su padre y mucho más inteligente.
Zeus había desbancado del poder a su padre y su padre a su vez a su padre. Sintió miedo de que el nuevo ser que naciera fuera a desbancarle a él. Cogió a Metis y se la comió.
A los nueve meses Metis dio a luz, pero dentro de la cabeza de Zeus.
Zeus tuvo unos dolores de cabeza tremendos y en ese momento pidió a Hefesto/Vulcano que viniera con un martillo y una cuña para que le abriera la cabeza.
Al abrirla salió Atenea, ya como una mujer adulta, con casco de guerrero, con armadura y con lanza.
Esta diosa aparece con una protuberancia en su casco, como referencia a haber nacido de la cabeza de su padre.
Ruta planificada por Madrid en la Palma de tu Mano