Ruta calle Alcalá Madrid (II)

Información de la ruta

  • Distancia Distancia: 1,9 kilómetros
  • Duración Duración estimada: 90 minutos
  • Terreno Terreno: 100% Ciudad
  • Salida Lugar de salida: Edificio Metrópolis, Madrid
  • Llegada Lugar de llegada: Palacio de Comunicaciones, Madrid
  • Tipo Tipo: Lineal
  • Dificultad Dificultad: Baja

Ruta calle Alcalá Madrid (II) que recorre un tramo de esta vía madrileña.

Placa de la Calle Alcalá, Madrid
Placa de la Calle Alcalá, Madrid – enzapatillas.es

La calle Alcalá es la principal calle de la capital, y es una de las calles más largas de España.

Con una longitud de unos 11 kilómetros, desde su inicio en la Puerta del Sol hasta el final en Ciudad Pegaso, y cuenta con unos 600 números.

En esta calle encontramos grandes edificios, así como iglesias, fuentes, o parques.

El Maestro Alonso nombra a la calle en su famosa zarzuela Las Leandras.

Esta calle toma su nombre por ser el antiguo camino hacia la localidad de Alcalá de Henares.

El tramo que recorreremos en esta ruta comprende entre el Edificio Metrópolis y el Palacio de Comunicaciones.

Puedes seguir recorriendo la calle Alcalá en la Ruta calle Alcalá Madrid (III).


1ª Parada: Edificio Metrópolis

Comenzamos la Ruta calle Alcalá Madrid (II) en el Edificio Metrópolis.

Edificio Metrópolis, Madrid
Edificio Metrópolis, Madrid – enzapatillas.es

El Edificio Metrópolis es uno de los iconos arquitectónicos más emblemáticos de Madrid.

Situado en la confluencia de la Gran Vía y la Calle de Alcalá.

Contrariamente a lo que podría parecer, Gran Vía no comienza en el edificio Metrópolis, la dirección exacta de éste es calle de Alcalá 39.

El primer edificio al comienzo de la calle Gran Vía, 1 es el edificio Grassy.

Este imponente edificio se erige como un testimonio del esplendor de la arquitectura del siglo XX.

Es de estilo ecléctico de inspiración francesa, fusionando estilos que van desde el neoclásico hasta el art déco.

Se ubicó sobre el terreno liberado durante la construcción de la calle Gran Vía, al derruirse la conocida popularmente como «Casa del Ataúd».

Era llamada así por lo estrecho del solar en donde se ubicaba, entre las calles de Alcalá y del Caballero de Gracia.

Fue adjudicado por concurso y diseñado por los arquitectos franceses Jules y Raymond Février para la compañía de seguros La Union.

La obra final la llevó a cabo el español Luis Esteve Fernández-Caballero, que la terminó en 1910.

Fue inaugurado el 21 de enero de 1911, por lo tanto, su construcción se completó en un tiempo relativamente corto para la época.

Arquitectura

Para construirlo se empleó hormigón armado, material que aportaba una mayor resistencia al fuego (atractivo para la compañía propietaria, cuyo principal negocio eran los seguros contra incendios), y permitió hacer un edificio sin columnas o pilares en su interior.

El aspecto de la construcción encaja en el estilo francés por la combinación de lo arquitectónico y lo escultórico.

Predomina el color blanco de la piedra caliza y del estucado que imita el mismo material.

Sobre la claridad de la fachada resalta el bronce de las rejas y el negro de la pizarra de las mansardas superiores y de la cúpula.

Una de las características más notables del Edificio Metrópolis es que está dividido en tres zonas claramente diferenciadas, cada una con su propio estilo arquitectónico.

La base del edificio está decorada con motivos florales y esculturas que representan figuras mitológicas, lo que le da un aspecto clásico y majestuoso.

La parte media del edificio está caracterizada por su simetría y el uso de columnas corintias, que refuerzan la sensación de equilibrio y armonía.

Decoraciones

Las estatuas son alegorías  del Comercio, la Agricultura, la Industria y la Minería, de los escultores Mariano Benlliure, Paul Landowski y Lambert Escaler

Destaca sobre la magnitud del edificio su impresionante cúpula de pizarra, llevada a cabo por el español Luis Esteve, quien junto con el escultor Mariano Benlliure y el arquitecto Federico Coullaut, dio vida a un grupo escultórico que incluye un fénix en la parte superior.

Puedes recorrer otros monumentos del escultor Mariano Benlliure en la capital en la Ruta Mariano Benlliure en Madrid.

A principios de los años 70, la compañía vendió el edificio a sus dueños actuales, la aseguradora Metrópolis.

Los antiguos propietarios decidieron llevarse la estatua, y fue reemplazada por otra que representa la Victoria alada (Nike), de Federico Coullaut-Valera.

El fénix original se encuentra ahora en el jardín de la sede de la Mutua Madrileña, en el número 33 del paseo de la Castellana.

El interior del Edificio Metrópolis es tan impresionante como su exterior.

A lo largo de los años, ha albergado oficinas de diferentes compañías, siendo principalmente un edificio de uso comercial.

La planta baja del edificio suele albergar locales comerciales, mientras que los pisos superiores están destinados a oficinas

Ha sido restaurado en profundidad en 1996 y posteriormente en 2016.

Actualmente se encuentra de nuevo en pleno proceso de remodelación, tanto de la fachada como de sus interiores.

Se comenta que albergará próximamente un gran hotel de lujo.

El edificio Metrópolis sigue siendo uno de los edificios más representativos de Madrid, y un ejemplo destacado de la arquitectura de principios del siglo XX, alcanzando una altura de 45 metros y siendo, durante más de una década, el edificio más alto de la ciudad.


2ª Parada: Círculo de Bellas Artes

La siguiente parada en la Ruta calle Alcalá Madrid (II) la hacemos en el Círculo de Bellas Artes.

El Círculo de Bellas Artes se fundó en 1880, gracias a los esfuerzos de un reducido grupo de artistas; la primera sede de la organización se ubicó en la calle Barquillo, 5.

La sede actual del Círculo de Bellas Artes, en Alcalá, 42, fue construida a principios de la década de 1920 por el arquitecto Antonio Palacios (como muchos otros edificios emblemáticos en la ciudad, como el Palacio de Cibeles, el Banco de España o el Palacio de Maudes).

Fue inaugurado por Alfonso XIII un lunes, 8 de noviembre de 1926, con una exposición de pinturas de Ignacio Zuloaga en la Sala Goya.

En 1981 fue declarado Monumento Histórico-Artístico de carácter nacional y, en la actualidad, tiene la consideración de Bien de Interés Cultural como parte del Pasaje de la Luz (declarado Patrimonio de la Humanidad el 25 de julio de 2021).

A lo largo de su historia, el edificio ha albergado otras instituciones; al principio de la Guerra Civil se instaló en él una checa perteneciente al Comité Provincial de Investigación Pública (CPIP) y, al final de la guerra, acogió la sede del Servicio Exterior de Falange.

Arquitectura

El interior presenta secciones complejas, con amplios salones y zonas administrativas que aúnan los diversas usos del Círculo, sociales y administrativos.

En su planta principal se dispone el salón de baile, comunicado directamente con el teatro, denominado de Fernando de Rojas.

Algunas de sus salas llevan el nombre de figuras destacadas de las artes españolas, como las salas Valle-Inclán, Ramón Gómez de la Serna, María Moliner, María Zambrano, Antonio Palacios.

La azotea, situada a 56 metros de altura, muestra una perspectiva única de Madrid, y está coronada con una escultura de Minerva, de Juan Luis Vassallo, representando a la diosa romana de la sabiduría y del arte.

El Círculo de Bellas Artes es un centro multidisciplinar, y en él se desarrollan actividades que abarcan desde las artes plásticas hasta la literatura pasando por la ciencia, la música, la filosofía, el cine o las artes escénicas.

Desde su creación ha desarrollado una importante labor de alcance internacional en el campo de la creación, la difusión y la gestión cultural, siendo uno de los centros culturales privados más importantes de Europa, y cuenta con un importante patrimonio artístico (pinturas, esculturas, grabados, dibujos, cerámicas, mobiliario, libros, revistas, documentos históricos…)

Su primer presidente fue el pintor Juan José Martínez de Espinosa y, posteriormente, durante los primeros años del siglo XX, pasaron por la directiva del CBA ilustres personajes como Jacinto Benavente o Carlos Arniches.

Picasso asistía como alumno a sus clases de pintura y Ramón María del Valle-Inclán frecuentaba sus salones.

Actualidad

En 1983 el CBA fue refundado gracias a la Asociación de Artistas Plásticos, y se abrió al público madrileño y a las corrientes culturales internacionales.

Desde 1995, Juan Miguel Hernández León es el presidente de la institución, y Valerio Rocco Lozano es el director del CBA desde 2019.

El objetivo principal del CBA es difundir las principales manifestaciones artísticas y culturales desde una perspectiva plural. Allí se desarrollan más de mil actos anuales: exposiciones, conferencias, seminarios, talleres, conciertos, representaciones de teatro y danza, publicaciones, cine, radio, etc.

Otra de las tradiciones que alberga el Círculo es el anual baile de máscaras.

Financiación

La financiación del CBA es mixta.

Cuenta con un Consorcio cuyos miembros realizan distintas aportaciones económicas a la entidad (Comunidad de Madrid, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Ayuntamiento de Madrid, Vilaplana, Ephimera, Mediapro y el Grupo Azotea) y además, acuerda colaboraciones y convenios específicos con otras instituciones públicas y privadas tanto nacionales o internacionales.

Por otro lado, el CBA cuenta con un servicio de alquiler de espacios para entidades culturales que organizan eventos, que incluyen cuatro salas de exposiciones, una planta dedicada a talleres, seis salas polivalentes, una biblioteca, una sala de billar y juegos, un teatro, dos salas, un cine, una emisora de radio, una librería y un amplio café-restaurante conocido popularmente como La Pecera.

También en La azotea del Círculo de Bellas Artes encontramos un bar-restaurante dirigido por el chef Manuel Berganza, alumno de Sergi Arola. 

El Círculo de Bellas Artes ha recibido infinidad de premios y conmemoraciones, y reconoce la labor de mecenazgo de aquellas instituciones culturales, empresas o fundaciones que hayan colaborado estrechamente con la institución entregándoles las Minervas del CBA.

Encontramos el edificio del Círculo de Bellas Artes en distintas obras de la cultura popular (como en álbum debut de Mecano, en la película “Beltenebros” de Pilar Miró, o en la serie “Los misterios de Laura”).


3ª Parada: Iglesia de San José

Siguiendo la Ruta calle Alcalá Madrid (II) llegamos a la Iglesia de San José.

Iglesia de San José, Madrid
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El edificio que hoy vemos como Iglesia de San José se trata de la iglesia del antiguo convento de San Hermenegildo, fundado en 1586 para ser habitado por religiosos de la orden de los carmelitos descalzos.

Los religiosos fueron expulsados durante la desamortización de Mendizábal.

El edificio fue concluido en 1605, para posteriormente ser demolido en el siglo XVIII. En 1730 se inició la construcción del edificio actual, de grandes dimensiones, con el convento anexo, de manos de Pedro de Ribera, y se finalizó en 1748.

La iglesia es un claro representante del Barroco madrileño; fue erigida en 1745 en una capilla recién construida por Bernardino Fernández de Velasco, XI duque de Frías, anexa a su palacio.  

La iglesia se levanta sobre planta de cruz latina con una nave central y dos laterales.

En la fachada encontramos un nicho central con una imagen de Nuestra Señora del Carmen, obra del escultor francés Roberto Michel (uno de los autores de La Cibeles).

La fachada original fue ampliada hacia los lados y en altura en 1912 por el arquitecto Juan Moya e Idígoras, y una placa situada en la misma indica que en este templo, celebró su primera misa, después de ser ordenado sacerdote, Lope de Vega.

El convento albergó durante algunos años la Dirección de la Administración Militar, pero finalmente fue demolido y se construyó en su lugar el teatro Apolo; posteriormente fue el edificio del Banco de Vizcaya.

Interior

El interior de la iglesia es muy rico en obras de arte.

Destaca, por su decoración, la capilla de santa Teresa, un Cristo del Desamparo (obra de Alonso de Mena), un san José (realizado por Luis Salvador Carmona) y una Virgen del Rosario, de Ricardo Bellver.

Se dice que en este templo contrajeron matrimonio Simón Bolívar y María Teresa del Toro en 1802, pero en realidad la ceremonia tuvo lugar en la desaparecida Iglesia de San José (en la esquina de la calle Libertad con Gravina), desde donde fue transferida la parroquia en 1838.

Sí que constan aquí los bautizos de santa María Micaela, santa Nazaria Ignacia March y el beato Álvaro del Portillo.

La actual Iglesia de San José es sede canónica de la Pontífice, Real, Ilustre y Primitiva Archicofradía de Indignos Esclavos del Santísimo Cristo del Desamparo y, hasta 2015, fue sede canónica de la Hermandad de la Borriquita.


4ª Parada: Instituto Cervantes

La siguiente parada en la Ruta calle Alcalá Madrid (II) la hacemos en el Instituto Cervantes.

Instituto Cervantes, Madrid
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Nos encontramos ante la sede central del Instituto Cervantes desde 2006, en la calle Alcalá, 49, anteriormente conocido como el edificio “de las Cariátides”, antiguo Banco Español del Río de la Plata y, posteriormente, Banco Central.

El Instituto Cervantes cuenta con una segunda sede en España, en la calle Libreros, 23, de Alcalá de Henares, lugar de nacimiento de Cervantes, y que se utiliza como centro de formación de profesores.

El edificio de las Cariátides, haciendo esquina con la calle Barquillo, se levante sobre el solar de lo que fue el palacio del Marqués de Casa-Irujo (vecino al palacio de Buenavista).

El inmueble, ocupado previamente por el Banco Central, fue inaugurado en 1918 por los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi para el Banco Español del Río de la Plata, y ha ido cambiando de dueño de nuevo en distintas ocasiones posteriormente, pasando a ser sede del Banco Central Hispano y del Instituto de Crédito Oficial.

Arquitectura

Los arquitectos diseñaron un edificio de carácter monumental neoclásico griego, pero de estilo ecléctico, en una de las zonas que se convirtieron en el centro financiero de relevancia en la ciudad a comienzos del siglo XX.

La entrada al edificio da lugar a un espacioso primer piso inspirado en los modelos americanos de la época: gran patio de operaciones.

Las tres plantas restantes se dedican a oficinas.

Cuando pasó a ser la sede del Banco Central Hispano, se reformaron las tres plantas para ganar metros cuadrados, pero se perdió la espectacularidad del vestíbulo central y la vista de la vidriera en la cúpula.

El arquitecto Manuel Cabanyes amplió el edificio hacia Barquillo.

A comienzos del siglo XXI, se convierte en la primera sede del Instituto Cervantes.

Se utiliza como centro para exposiciones, alberga oficinas de administración y cuenta con un auditorio con capacidad para 1200 personas.

Es conocida su cámara acorazada en el sótano del edificio (herencia del antiguo uso del mismo como banco).

Sus cajas de seguridad se utilizan para que grandes personajes de la cultura hispánica depositen un legado que no se abrirá hasta la fecha que ellos decidan.

Objetivos

El Instituto Cervantes es una organización pública española, fundado en 1991 por el Gobierno de España, y dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Está presente en 103 ciudades de 52 países, a través de sus centros, aulas y extensiones.

Sus objetivos principales son la promoción y enseñanza de la lengua española y la difusión de la cultura de España, Hispanoamérica, Guinea Ecuatorial y Sáhara Occidental.

En el plano internacional, el Instituto Cervantes es el equivalente al Consejo Británico, a la Alianza Francesa, al Instituto Goethe alemán o a la Sociedad Dante Alighieri de Italia.


5ª Parada: Palacio de Buenavista

Continuamos la Ruta calle Alcalá Madrid (II) hasta el Palacio de Buenavista.

Hoy, el Palacio de Buenavista es la sede del Cuartel General del Ejército de Tierra, y forma parte, junto con el Palacio de Linares (Casa de América), el Palacio de Telecomunicaciones (Ayuntamiento de Madrid) y el Banco de España, de un monumental conjunto arquitectónico en torno a la fuente de la diosa Cibeles.

El último viernes de cada mes celebra el Relevo de la Guardia.

El primer palacio se edificó en el siglo XVI en la Real finca conocida como “Altillo de Buenavista”.

El entonces arzobispo de Toledo, Gaspar de Quiroga, regala la finca a Felipe II, cuando el rey decide trasladar la corte y hacer de Madrid la capital permanente.

El rey lo habitó esporádicamente, pero acabó vendiéndolo.

Historia

En 1777, tras pasar por diversos propietarios, fue María Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo (decimotercera duquesa de Alba) quien que mandó derribar la edificación existente y encargó al arquitecto Pedro de Arnal el actual palacio, que sintetiza esquemas italianos y franceses de diseño neoclásico.

El 24 de junio de 2025 el edificio ha sido declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de monumento.

La duquesa vivió la mayor parte de su vida en este nuevo y bello palacio junto a su marido, el duque José Álvarez de Toledo Osorio.

Entre 1795 y 1796, Buenavista sufrió dos incendios que provocaron grandes reformas y la desaparición de buena parte de los fondos bibliográficos que albergaba.

Tras la muerte de la duquesa de Alba, en 1802, la Casa de Alba quedó incorporada en la Casa Berwick y Buenavista se desvincula del patrimonio de los Alba.

En 1807, el Ayuntamiento de Madrid lo expropia y se lo cede a Manuel Godoy, I duque de Alcudia; cuando perdió su poder, la propiedad del palacio volvió a la Casa Real.

En 1810, José Bonaparte lo destinó a sede del futuro Museo Josefino; Bonaparte salió de España en 1813, y se eligió otro edificio para el actual Museo del Prado, por lo que el palacio de Buenavista se cedió al Ejército en 1816, en principio, como Museo Militar.

Posteriormente, pasó a ser Ministerio de la Guerra en 1847, del Ejército en 1939 y de Defensa desde 1977 hasta 1981.

Decoración

De sus paredes cuelgan pinturas de grandes maestros; de sus techos, lámparas de la Real Fábrica de La Granja.

Y sobre sus muebles, estilo Luis XV, XVI e Imperio, reposan ricas porcelanas junto con una impresionante colección de relojes.

Sus salones están decorados con tapices y alfombras procedentes de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, fundada en 1720 por Felipe V.

En este palacio se albergaron numerosas obras de arte, como la “Venus del espejo” de Velázquez, la “Virgen de la Casa de Alba” de Rafael o la “Educación de Cupido” de Corregio.

Hoy estas obras las podemos encontrar en la Galería Nacional de Arte de Washington D.C., o en la National Gallery de Londres.

Además de la famosa y querida Duquesa de Alba, otros ilustres personajes de la historia de España han residido en el palacio, como el General Espartero, el General Prim, Miguel Primo de Rivera y Manuel Azaña.


6ª Parada: Banco de España

La siguiente parada de la Ruta calle Alcalá Madrid (II) la hacemos en el Banco de España.

Banco de España, Madrid
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El Banco de España fue fundado en 1782 por Carlos III, con el nombre inicial de Banco de San Carlos, basado en un proyecto revisado por el conde de Floridablanca.

Sus objetivos eran servir de apoyo financiero al Estado facilitando la circulación de los vales reales (deuda pública) convirtiéndolos en efectivo, proveer de víveres y vestuario a las fuerzas armadas, atender los pagos de la Corona en el extranjero, combatir la usura y proporcionar crédito al comercio y a la industria.

Fue una institución moderna para la época: su capital era privado y estaba dividido en acciones. Emitió los primeros billetes de banco españoles, llamados “cédulas del Banco de San Carlos”, pero no tuvieron demasiada aceptación entre el público.

Se trataba, al fin y al cabo, de un banco privado creado para cubrir las necesidades financieras de la monarquía. El sostenimiento de un costoso imperio y las onerosas guerras supusieron un pesado lastre que arrastrará al banco hacia la insolvencia.

Casi 5.000 accionistas participaron en su fundación, entre ellos el rey Carlos III y Francisco de Goya.  

Billetes

En 1844 surge el Banco de Isabel II, por iniciativa privada, con la finalidad de potenciar la vida mercantil.

Tenía la facultad de emitir billetes al portador, pero en 1847 se encontraba al borde de la suspensión de pagos.

En este momento se fusionó con el Banco Español de San Fernando, con facultad para emitir billetes en Madrid y crear sucursales en todos aquellos lugares en los que no hubiese un banco de emisión.

En 1856, este nuevo Banco de San Fernando origina el Banco de España, que evolucionó hasta convertirse en un banco central a lo largo del siglo XIX.

Gracias a otras fusiones y a la adquisición del monopolio emisor de la peseta en 1874 (las primeras monedas se habían acuñado en 1869).

Los billetes representaron a menudo a figuras importantes de la historia de España.

Goya fue la efigie del primer billete emitido como Banco de España en 1874, por valor de 500 pesetas… ¡de entonces! Después apareció en cuatro emisiones más, en 1886, 1889, 1946 y 1948.

El primer billete de 5.000 pesetas fue emitido en 1976 con el retrato de Carlos III y el de 1000 pesetas de 1979, con el de Pérez Galdós.

Historia

La Ley de Ordenación Bancaria o Ley Cambó, de 29 de diciembre de 1921, configuró la función del Banco de España como auténtico banco central.

Durante la Guerra Civil, debido a la fragmentación del país en dos zonas (nacional y republicana), hizo que el Banco quedase dividido entre ambas, lo que dio lugar a dos entidades emisoras y dos pesetas diferentes; las reservas de oro del Banco se enviaron a Moscú y se utilizaron para financiar la guerra.

Tras su nacionalización en 1962 y la Ley de autonomía en 1994, se integró en 1999 en el Eurosistema, transfiriendo sus competencias de política monetaria y convirtiéndose en la máxima autoridad nacional de supervisión bancaria bajo el marco europeo. 

Hasta entonces, contaba con clientes que abrían cuentas, realizaban depósitos, pedían préstamos o alquilaban cajas de seguridad, entre las que se encontraba la del escritor Benito Pérez Galdós.

Desde 2014, es la autoridad nacional competente en el marco de la Supervisión Bancaria Europea, siendo responsable de la supervisión de las entidades financieras en España. 

El 9 de enero de 2020, el Consejo de Gobierno del Banco de España aprobó el Plan Estratégico 2024.

Éste recoge como misión principal favorecer el crecimiento económico estable y señala su aspiración de convertirse en un banco central de referencia, dinámico y comprometido con la sociedad.

La primera sede se situaba en la calle Atocha, pero quedó pequeña para la creciente actividad del banco en 1874, tras obtener el monopolio de emisión de la peseta. 

Edificio

El impresionante edificio de la Plaza de Cibeles, en Madrid, es la sede central del Banco de España.

Se inauguró oficialmente el 3 de marzo de 1891 tras una construcción de diez años.

Estuvo bajo la dirección del arquitecto Eduardo de Adaro, aunque el proyecto inicial fue de Severiano Sáinz de la Lastra

El edificio principal combina un estilo neorrenacentista con elementos del arte neomudéjar e hispanomusulmán.

Además incorporó avances tecnológicos como iluminación eléctrica, ascensores Otis, teléfonos y cajas fuertes de alta seguridad.

Se decoró con motivos alusivos a la diosa Fortuna, Mercurio, las artes, los sentidos y los valores bancarios, y cuenta con vitrales de la casa Mayer de Múnich. 

En la década de los 30 del siglo XX, el arquitecto José Yarnoz La Rosa amplió la fachada y construyó un nuevo patio de operaciones.

En los 70 su hijo, Javier Yarnoz Orcoyen, realizó otra ampliación, cerrando parte de la manzana. 

Finalmente, en 2008 Rafael Moneo finalizó la obra cerrando toda la manzana, consolidando el carácter unitario del edificio y garantizando su seguridad. 


7ª Parada: Fuente de Cibeles

La Ruta calle Alcalá Madrid (II) nos lleva hasta la Fuente de Cibeles.

Fuente de Cibeles, Madrid
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La Plaza de Cibeles (que se llamó al principio “plaza de Madrid” y, en el año 1900, “plaza de Castelar”) es la plaza más famosa de Madrid.

Está presidida por una hermosa fuente y flanqueada por imponentes y representativos edificios construidos entre finales del siglo XVIII y principios del XX.

Tales como el Banco de España, el palacio de Buenavista, el palacio de Linares (actual Casa de América) y el palacio de Comunicaciones.

La Fuente de Cibeles es conocida popularmente como “La Cibeles”.

Pertenece al proyecto de remodelación urbana del “Salón del Prado”, promovido por el rey Carlos III a finales del siglo XVIII, y se ha convertido en todo un símbolo de Madrid.

El rey Carlos III vino de Italia influenciado por la Ilustración, y emprendió una serie de reformas urbanísticas en Madrid (alumbrado público, adoquinado de calles, etcétera) con el objetivo de situar a la capital al nivel estético de ciudades europeas como París o San Petersburgo.

Formaba parte de una serie de esculturas esculpidas con motivos mitológicos clásicos y se ubicó, junto con las fuentes de Apolo y Neptuno, a lo largo del paseo del Prado.

La Cibeles fue diseñada por el arquitecto Ventura Rodríguez; la diosa y los leones fueron esculpidos en mármol cárdeno de Montesclaros (pueblo de Toledo), mientras que el resto se esculpió en piedra de Redueña (localidad de Madrid, cerca de la sierra de La Cabrera).

Ventura Rodriguez (1717-1785) realizó el proyecto entre los años 1772 y 1782.

Los artistas encargados de su ejecución fueron Francisco Gutiérrez (figura de la diosa y el carro), Roberto Michel (los leones) y el adornista Miguel Ximénez.

Fuente

La fuente, con sus de ocho metros de altura y 32 de diámetro, representa a la diosa romana Cibeles, símbolo de la tierra, la agricultura y la fecundidad, sobre un carro tirado por dos leones, los personajes mitológicos Hipómenes y Atalanta.

La diosa sostiene en sus manos un cetro y las llaves de la ciudad,

La fuente no sólo era un monumento artístico, sino que tuvo desde el principio una utilidad para los madrileños.

Tenía dos caños de agua que se mantuvieron abiertos hasta 1862.

De uno se surtían los aguadores oficiales, que llevaban el agua hasta las casas y, del otro, se abastecía el público general.

Del pilón bebían las caballerías.

En 1791, Juan de Villanueva propuso disponer en los costados de la fuente dos esculturas de piedra de un dragón y un oso, obra de Alfonso Bergaz hijo, que arrojaban agua por unos caños de bronce insertos en sus bocas.

El dragón se destinó para uso público y el oso para que llenasen sus barriles los aguadores.

En 1895 el dragón y el oso se retiraron y hoy forman parte de las colecciones del Museo de los Orígenes de Madrid.

Ubicaciones

La Cibeles estuvo en un principio situada al inicio del paseo de Recoletos (frente al palacio de Buenavista, y estuvo rodeada por una verja durante más de 50 años.

En esa primera etapa no tenía verja ya que su uso era público, abastecer de agua a vecinos y aguadores. Tenía dos caños de agua y un pilón para las caballerías.

En el año 1895 se trasladó el monumento al centro de la plaza y se cambió su orientación al lugar que ocupa en la actualidad, mirando la diosa al primer tramo de la calle Alcalá; este año dejó de tener uso público con la llegada del Canal de Isabel II, por lo que el ayuntamiento procedió a rodearla con una verja.

Este proyecto del arquitecto municipal José López Salaberry recibió el rechazo frontal de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de gran parte de los ciudadanos madrileños; además se añadieron en la trasera dos amorcillos; uno vierte agua de un ánfora y el otro sostiene una caracola.

Modificaciones

Ya en su ubicación actual, poco a poco, al elevarse las rasantes de su entorno por la renovación de la edificación circundante, la gran pila de agua de la fuente ha ido quedando semienterrada.

Durante la Guerra Civil, los madrileños cubrieron la fuente de Cibeles con una montaña de sacos terreros.

Así se la protegió contra las bombas y disparos del bando enemigo (que ya habían causado deterioros en su brazo derecho, nariz y en el morro de uno de los leones), gracias a lo cual se evitaron daños mayores en el monumento.

A mediados del siglo XX el agua de la fuente se hizo más artística con el añadido de surtidores y diversos chorros formando cascadas.

Además se agregó la iluminación de colorines que hizo las delicias del pueblo madrileño.

La verja se retiró y, tras años desaparecida, ahora sabemos que una parte de ella se encuentra rodeando el recinto del Escuadrón y Banda Municipal del Ayuntamiento de Madrid, en el nudo de la M-30 a la altura del Puente de los Franceses.

Otro trozo de la verja está en Torres de la Alameda (localidad madrileña), en la calle Mayor, 10.

Daños

La escultura se ha mutilado en distintas ocasiones, en las que se la ha arrancado la mano izquierda.

En una de las ocasiones la mano original apareció, pero en la otra no, y se sustituyó por una nueva de origen moderno, y en 2016 fue objeto de su primera restauración integral.

Curiosidades

La Cibeles es el lugar elegido para las celebraciones deportivas de la Selección Española de fútbol y baloncesto y, sobre todo, de los seguidores del Real Madrid.

Vamos a conocer algunas anécdotas que hoy pueden resultarnos curiosas en torno a la Cibeles.

El Atlético de Madrid se proclamó campeón de la Recopa de Europa en 1962 y, de forma espontánea, algunos aficionados colchoneros celebraron allí el título de su equipo.

Por entonces, la sede social del club estaba situada Barquillo, 22.

La Cibeles estaba asociada de tal forma al club rojiblanco que figuraba esculpida en el trofeo del torneo celebrado en conmemoración de sus «bodas de oro» de 1953.

La afición del Real Madrid replicó esta forma de celebrar los logros deportivos, por lo que los seguidores de ambos equipos compartieron el lugar de celebración durante la década de 1970 y comienzos de la década de 1980. 

Otra curiosidad es que hay una leyenda urbana que dice que, en caso de que las alarmas de la Cámara del Oro del Banco de España salten por intento de robo, todas las habitaciones de dicha cámara, a 35 metros de profundidad, se inundarían con el agua de La Cibeles, gracias a la canalización de las aguas desde la fuente hasta la citada habitación.

Por último, resulta interesante saber también que existen tres lugares con réplicas exactas de la fuente de Cibeles.

La primera de ellas, la avenida Oaxaca de Ciudad de México.

Un segunda, en la plaza Presidencia de una zona residencial de Pekín.

Por último, en Getafe, existe “La Cibelina”, donde los aficionados del Getafe C.F. celebran los éxitos deportivos de su equipo.


8ª Parada: Palacio de Linares (Casa de América)

La siguiente parada en la Ruta calle Alcalá Madrid (II) la hacemos en el Palacio de Linares, actual sede de la Casa de América.

Palacio de Linares, Madrid
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El Palacio de Linares está situado en pleno centro de Madrid, en la plaza de Cibeles (entre el paseo de Recoletos y la calle de Alcalá).

Se comenzó a construir en 1877 para residencia de los Marqueses de Linares, y hoy en día es uno de los edificios mejor conservados del sigo XIX en Madrid.

La exquisita decoración de los salones del palacio y los nuevos espacios construidos dentro de las antiguas caballerizas (auditorio y salas de exposiciones), lo convierten en un lugar ideal para las actividades de la Casa de América.

Casa de América es un consorcio público fundado en 1990, con ocasión de los preparativos de los actos del V Centenario, e integrado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, con el objetivo de estrechar los lazos entre España y el continente americano, especialmente con Latinoamérica.

Este acercamiento se fomenta a través de la organización de seminarios, conferencias, mesas redondas, exposiciones, charlas magistrales, proyecciones, conciertos, coloquios, presentaciones, talleres, etc.

Se inauguró en 1992, con motivo de la capitalidad cultural europea de Madrid, y coincidió con la celebración de la II Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, por el rey y los mandatarios asistentes a la Cumbre.

Arquitectura

El palacio de Linares es un ejemplo característico de la arquitectura palaciega madrileña del siglo XIX.

El arquitecto fue Carlos Colubí, quien empezó las obras en 1877, aunque la dirección de las mismas pasó a Aníbal Álvarez (que se encargó de la proyección de la escalera de bajada al jardín, la verja de cierre y la Casa de Muñecas) y a Adolf Ombrecht (que se ocupó de la mayor parte de la decoración interior, el depósito neoclásico y la Casa del Jardinero).

La fachada, en piedra caliza en el exterior, y piedra y ladrillo en el jardín, combina elementos decorativos de estilo francés e italiano.

Jerónimo Suñol se hizo cargo de los elementos escultóricos exteriores y de la escalera central.

El interior se decoró con muebles, lámparas y bronces de París, cristales de Amberes, alfombras de la Real Fábrica de Tapices. 

Lo embellecieron los grandes pintores españoles del momento, tales como Francisco Pradilla, Manuel Domínguez y Alejandro Ferrant.

El rey Amadeo de Saboya, en 1872, otorgó a Don José Murga y Doña Raimunda de Osorio los títulos de Marqueses de Linares y Condes de Llanteno.

Éstos compraron al Ayuntamiento un solar en el que se hallaba el antiguo Pósito Real, en la antigua plaza de Madrid.

Los marqueses, debido a la ardua situación política del momento, no empezaron a construir su nueva residencia hasta cinco años después, y se instalaron en la misma en 1884, aunque estaba inacabada.

Como ya hemos podido comprobar, su hogar se decoró con un estilo ecléctico que combina desde la sobriedad hasta la pomposidad inspirado en palacios franceses e italianos.

Fallecimiento

Justo un año después de que se diese por acabado, los Marqueses fallecieron sin descendencia directa dejándolo en manos de su ahijada, Raimunda Avecilla, hija de su administrador. 

Tras diversos cambios de propietario, estuvo abandonada hasta 1976, año en que se declaró Monumento Histórico-Artístico, librándose de un derribo seguro.

El Ayuntamiento lo adquirió en 1988 e inició un proyecto de rehabilitación que terminó en 1988 a manos de Carlos Puente.

El palacio de Linares llegó a ser conocido gracias a Berlanga y su película “Patrimonio nacional” que narra la vuelta de una familia de la nobleza venida a menos en el Madrid de los ochenta, que decide instalarse en un antiguo palacio de su propiedad.

Raimundita

Pero, sin lugar a dudas, es el fantasma que ronda por las habitaciones del palacio lo que más atrae la atención de madrileños y visitantes.

La leyenda de Raimundita se remonta al siglo XIX, cuando los marqueses de Linares, José de Murga y Raimunda Osorio, habitaban el palacio.

José, heredero de una gran fortuna, se enamoró profundamente de Raimunda, una joven humilde y de gran belleza que vivía cerca de su familia.

Su relación comenzó de manera clandestina debido a las diferencias sociales, y aunque con el tiempo lograron casarse, su felicidad sería efímera.

Tras un tiempo de matrimonio, y tras la muerte del padre de José, descubrieron un oscuro secreto: Raimunda era hija ilegítima del padre de José, fruto de una relación extramatrimonial con una cigarrera de Lavapiés.

Raimunda y José eran, por tanto, hermanos.

Esta noticia cayó como una losa sobre la pareja.

Desesperados y profundamente enamorados, buscaron la manera de continuar juntos y recibieron una dispensa papal que les permitía seguir casados (siempre y cuando convivieran de una manera casta).

Sin embargo, la culpa, el escándalo y el peso de este terrible secreto marcaron sus vidas para siempre.

Asesinato

Según la leyenda, los marqueses tuvieron una hija y, evitar el escándalo social, los marqueses tomaron la trágica decisión de asesinarla para borrar cualquier rastro de su existencia.

Algunas versiones de la historia cuentan que Raimundita fue estrangulada en una de las habitaciones del palacio, mientras que otras afirman que fue envenenada.

Lo más escalofriante es que la leyenda asegura que su cuerpo jamás se trasladó fuera del edificio, sino enterrado en el jardín del palacio, de donde jamás se retiró y donde su espíritu permanecería atado para siempre.

Restaurante

Para “rizar más el rizo”, hoy encontramos en el interior del Palacio de Linares el restaurante “Raimunda”, en el que se puede disfrutar de la fusión de las cocinas española e iberoamericana.

El restaurante se divide en tres espacios: una sala principal que transporta al comensal a los países iberoamericanos; una zona más informal con un toque de club privado para poder alargar la noche; y una terraza que, en verano, se convierte en un auténtico oasis lleno de vegetación en pleno centro de Madrid…no sabemos si Raimundita se pasará por allí en algún momento…


9ª Parada: Palacio de Comunicaciones

Finalizamos la Ruta calle Alcalá Madrid (II) en el Palacio de Comunicaciones.

Palacio de Comunicaciones, Madrid
Palacio de Comunicaciones, Madrid – enzapatillas.es

El antiguo Palacio de Comunicaciones (denominado también Palacio Cibeles) es un monumental edificio que hoy alberga la sede del Ayuntamiento de Madrid.

Diseñado y construido por Antonio Palacios y Joaquín Otamendi como sede de la Sociedad de Correos y Telégrafos de España, se inauguró oficialmente el 14 de marzo de 1919.

En 1993, fue declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento.

Siguiendo unos patrones de racionalidad y funcionalidad, el edificio representa la unión de tradición y modernidad.

Construido en piedra, hierro y cristal, el Palacio de Cibeles se asienta sobre un terreno que había albergado los antiguos jardines de recreo de El Buen Retiro.

Los arquitectos proyectaron un edificio eminentemente funcionalista; sus seis plantas se distinguen por su racionalidad, funcionalidad e innovadoras instalaciones y, además,  ensalzan la trascendencia de los servicios y su localización privilegiada.

Durante casi cien años fue el centro neurálgico del sistema de comunicaciones que cubría toda España.

Comunicaciones

A principios del siglo XX el sector de telecomunicaciones comenzó a experimentar un aumento de usuarios y una mejora de los servicios.

En Madrid, esta alta demanda provocó que el Ministerio de Gobernación decidiera construir una nueva sede que pudiese albergar los servicios centrales de Correos y Telégrafos.

El Ministerio estimó que los Jardines del Buen Retiro eran el lugar perfecto para establecer esta nueva sede, debido a su excelente ubicación y facilidad de acceso.

El edificio diseñado por Palacios y Otamendi es estilísticamente ecléctico, con diversas referencias al neoplateresco, el modernismo o la arquitectura norteamericana y de Secesión vienesa.

Abarca una superficie de 12.207 m2 y su juego de volúmenes le proporciona gran monumentalidad. La gran fachada principal, que se adapta a la plaza de Cibeles, está flanqueada por dos torres pentagonales y coronada por un cimborrio octogonal sobre el crucero, de 70 m de altura, provisto de instalaciones radiotelegráficas y un reloj; sus dos alas laterales se despliegan hacia la calle de Alcalá y hacia el Paseo del Prado.

El Palacio de Comunicaciones impresionó a los madrileños, y el edificio fue apodado “Nuestra Señora de las Comunicaciones”, ya que poseía la envergadura y el empaque de una catedral.

Interior

En el interior encontramos un gran vestíbulo de planta cruciforme, con tres niveles de arquerías de medio punto y cubierta acristalada, inspirada en el Palacio de Cristal del Parque del Retiro, obra del maestro de Palacios, Ricardo Velázquez Bosco; este espacio lo dotaba de gran amplitud y accesibilidad, con una moderna concepción estructural que dispone los espacios de forma radial para proporcionarles independencia.

Además, el espacio se dividió en dos, según las tareas. El cuerpo orientado hacia la plaza de Cibeles albergaba las dependencias encargadas de gestiones y operaciones, mientras que en la parte posterior del edificio se ubicaron las oficinas de dirección y administración. Los dos cuerpos estaban comunicados por el pasaje de Alarcón, un corredor que comunica la calle Alcalá con la calle Montalbán.

Desde 2003 el Palacio de Comunicaciones pertenece al Ayuntamiento de Madrid y en 2007 se convirtió en la sede de la alcaldía, por lo tanto, se inició su proceso de transformación para convertirlo en sede del Ayuntamiento de Madrid y de un nuevo centro cultural, con un proyecto del arquitecto Francisco Rodríguez de Partearroyo y el equipo Arquimática.

Con este nuevo destino, el Palacio de Comunicaciones apenas ha sufrido transformaciones relevantes; en 2005, el proyecto de estos arquitectos logró la introducción armónica de los nuevos usos institucionales, administrativos y culturales, siendo la aportación más visible la Galería de Cristal, resultado de cubrir el pasaje entre las calles de Montalbán y Alcalá con una bóveda de vidrio.

Actualidad

El Palacio de Comunicaciones se ha convertido en el marco perfecto de la plaza de Cibeles con sus aires de castillo, de catedral y de monumento; de edificio conocido y rompedor, y hoy encontramos en él los siguientes espacios:

  • El antiguo Patio de Operaciones de Correos y Telégrafos, en la planta 2, cuenta con un punto de información turística y la cafetería – restaurante.
  • Antigua Capilla, una sala diáfana de 70 m² situada junto a la zona de descanso de la segunda planta y contigua a la cafetería.
  • CentroCentro, inaugurado en 2011, en sus más de 8.000 m2 cuenta con un amplio programa de actividades culturales centradas en el arte contemporáneo.
  • La Galería de Cristal, espacio multifuncional al servicio de la ciudad, de 2.800 m2, cerrado por la impresionante estructura de una bóveda acristalada.
  • El Auditorio Caja de Música, con aforo para 262 personas y totalmente accesible, acoge presentaciones, conciertos y conferencias.
  • Dos salas polivalentes, Jorge García Berlanga y Sigfrido Martín Begué, situadas en la primera planta, y una sala diáfana, Gloria Fuertes, en la segunda, para actividades de pequeña dimensión o actos internos de empresa. 
  • El restaurante Cornamusa Cibeles y la Azotea Cibeles, situados en la sexta planta.
  • Mirador Madrid, ubicado en la torre del palacio, desde el que poder disfrutar de una impresionante panorámica de la ciudad.


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